Capítulo 39: Alfa

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(Un par de meses más tarde)

Jimin inhaló lentamente y exhaló, entrecerrando sus ojos antes de soltar. La flecha voló por el aire con un silbido, encontrando su lugar en la pata trasera de un ciervo. El animal trastabilló, siguió corriendo pero ahora más lento, como él quería. El omega se acuclilló, observando cómo su pareja continuaba con la persecución, y no tan lejos suyo un pequeño niño corría a su lado intentando mantener el ritmo con sus pequeñas piernas.

Jeongguk se acercó al ciervo, pero el espacio entre él y Moonbyul se hizo más grande, por lo que le volvió a hacer una seña a su pareja. Viendo esto mientras se colocaba sobre una rama más cercana, Jimin asintió. Equipando otra flecha, la colocó en el arco y apuntó, después de un momento soltó la flecha, esta vez alcanzando una de las patas delanteras del ciervo. El animal volvió a tropezar y ahora Jeongguk, quién había comenzado a correr más despacio, estaba volviendo a ganar terreno, pero esta vez con Moonbyul a su lado. El pequeño niño esforzándose para cazar con y como su papá.

Cuando se acercaron al ciervo, Jeongguk se abalanzó sobre este con Moonbyul y el alfa lo sostuvo contra el piso, viendo como su hijo ayudaba. Cuando el ciervo estuvo cerca de tirar al cachorro con un corcoveo, Gguk rápidamente tomó su cuchillo y cortó la garganta del animal.

"¡Buen trabajo, Byul!" Le sonrió al cachorro, quien observaba como el ciervo dejaba de luchar.

"¡Lo atrapé!" Exclamó emocionado.

"Sí, lo hiciste. Tu papá jamás podría haberlo hecho sin ti." Jimin le sonrió cariñosamente al cachorro mientras se les volvía a unir en el piso. Él y Gguk compartieron una mirada y el alfa guiñó un ojo.

El niño sonrió en grande e hizo un pequeño baile, orgulloso de su logro mientras sus padres lo observaban con cariño y orgullo. Hacía un tiempo que habían comenzado a llevar al cachorro a cazar para que aprendiera algunas habilidades básicas de cacería, pero hoy había sido el primer día en el que habían intentado con una 'gran presa' como un ciervo. Jeongguk y Jimin habían tenido un largo debate en si el cachorro debería tener permitido cambiar a su forma de lobo para la cacería, pero finalmente decidieron que no. Ninguno de los dos tenía la suficiente confianza de que el niño fuera capaz de cambiar fácilmente de una forma a la otra, aún.

En cambio, habían pensado en este plan para construir la confianza en las habilidades del cachorro en su forma humana. Esperando que así se sintiera más seguro, que no tuviera que sentir la necesidad de cambiar de forma para sentirse seguro.

"¿Por qué no ayudas a tu pá con las flechas?" Gguk le sugirió al pequeño lobo cuando lo notó estudiando al ciervo.

"Mmmm, ¡oki!" Exclamó, tomando la flecha en la pata trasera.

Jimin apareció detrás suyo para tirar de la flecha también, cuando esta se desprendió del cuerpo, el omega hizo un sonido de apreciación. "¡Wow, Moonbyul! ¡Papi apenas tuvo que tirar! ¡Eres tan fuerte!"

El cachorro le enseñó una gran sonrisa y Jimin se la devolvió, Jeongguk rio y negó con su cabeza. El alfa se mantuvo al margen mientras se volvía a repetir el proceso con la flecha en la pata delantera, sus brazos se cruzaron sobre su pecho al verse impactado una vez más con lo feliz que era. Años atrás, mientras crecía, nunca se vio a sí mismo así. Jamás.

De hecho, si hubieras hablado con el Jeongguk de a comienzos de este año, se habría reído en tu cara y te habría mostrado su dedo medio en el proceso si le hubieras dicho que acabaría enamorado y emparejado con un omega norteño. Y te habría sugerido ver a un psicólogo si le hubieras dicho que dicho omega era un hombre y la criatura más hermosa que había visto en su vida, y definitivamente te habría echado de las tierras de su manada si luego añadías que ellos iban a adoptar como hijo a un cachorro salvaje del bosque.

La Promesa | JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora