Capítulo 37: Re-cumpleaños

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Los dos lobos compartieron una mirada confundida y aturdida ante lo que estaba ocurriendo frente a ellos. No podía ser pero... pero no había otra explicación. Tenía que ser Moonbyul. Parece que durante la noche se transformó, pero ¿cómo? ¿por qué?

"Jimin..." Jeongguk dijo suavemente, temiendo que si hablaba demasiado fuerte despertaría al cachorro entre sus brazos, inseguro de cuánto tiempo duraría esto. ¿Era permanente? ¿O volvería a cambiar de forma cuando se despertara?

"No... te muevas, aún." Jimin dijo suavemente. "Iré... iré a buscar a Jin hyung, él sabrá qué hacer." Añadió rápidamente para luego dudar, no se quería ir en caso de que esto acabara, pero también sentía que necesitaban consejos. No tenía idea de qué hacer. "Deberíamos buscarle ropa." El omega dijo de repente, dejando en claro que sus pensamientos se estaban moviendo más rápido que sus acciones.

"Sí, sí." Gguk concordó, ¿a qué comentario? no tenía idea.

"Pero... ¿dónde? ¿conoces a alguien que tenga ropa para un niño?" Jimin parpadeó, observando a su pareja. Toda la ropa que tenía Tae eran para bebé.

"Si, yo lo hago." Jeongguk dijo después de un momento, recordando.

"¿Quién?"

"Yo."

"Sí, ¿pero quién?" Su pareja repitió, en un susurro ansioso.

"Yo tengo." El alfa enfatizó. "En uno de los cuartos extras tiene que haber un baúl, dentro de este hay ropa mía vieja, de cuando era cachorro, puedes buscar allí."

"¡Oh! ¡Tú tienes!" Jimin exclamó, rápidamente cubriendo su boca con sus manos cuando el cachorro se movió, soltando un gruñido. Su pareja le envió una mirada de advertencia y siseó, susurrando un, "Lo siento..."

Mordiendo su labio, y observando al cachorro por un rato más, Jimin salió de la cama y rápidamente caminó hacia el cuarto extra, olvidando sus síntomas de enfermedad (de hecho los ignoró) con su emoción. Le tomaron varios minutos, ya que tuvo que revisar tres cuartos hasta que encontró el que tenía el baúl del que Gguk le había hablado. Cuando lo abrió, el omega se detuvo por un segundo, encontrando ropa pequeña, dibujos, e incluso un par de peluches que solían pertenecer a su pareja. Solo su necesidad de volver con su cachorro lo detuvieron de curiosear entre las reliquias de la infancia de su pareja, aunque se prometió a sí mismo que volvería a revisarlo luego.

Tomando un conjunto de ropa, una pequeña camiseta marrón y el pantalón a juego, el omega volvió al cuarto, exhalando aliviado cuando vio al par tal y como les había dejado.

Al verlo, Jeongguk le señaló que se acerque. "Recuéstate, te voy a dar a Byul así puedo correr a buscar a hyung."

"Yo iré a buscarle, ya estoy levantado."

"Has estado enfermo y débil. Es temprano y hace frío, no quiero que salgas con este clima."

"Jeongguk."

"Jimin." Su pareja dijo con seriedad. "Estarás bien." Insistió mientras los dos tenían una competencia de miradas para que finalmente, una vez más, Jimin se recostara en la cama.

Jeongguk le pasó el niño con cuidado, el cachorro se removió y enterró su rostro en el pecho de Jimin cuando el alfa completó el intercambio. Encontrándose libre para moverse, cubrió a ambos con una manta y salió de la cama, retrocediendo un paso.

"¿Qué?" Jimin preguntó, notando que su pareja les estaba mirando en vez de moverse.

El alfa se ruborizó y negó con su cabeza. "Nada..." Murmuró, no quería ponerse poético sobre lo hermosa que se veía su familia en momentos como este. "Volveré en un segundo, mantenlo calmado, ¿okay?"

La Promesa | JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora