Ese fin de semana…
La música sonaba fuerte y Jimin le sonrió a Taehyung. “¿En serio lo harás?”
“¿Por qué no?” El alto omega preguntó haciendo una mueca. “Puede que esté un poco más grande, pero aun soy liviano ante mis pies.”
“De niño solías caerte cuando intentabas hacer esto...”
“La palabra clave es solía.” Taehyung aclaró dando un victorioso giro, arqueando sus brazos por sobre su cabeza y su cuerpo tambaleándose peligrosamente mientras mantenía el equilibrio en una sola pierna, para a continuación perder el equilibrio y enderezarse de forma inmediata. “¡Lo logré, al clavo!” declaró con una gran sonrisa.
“¿Eso vamos a decir que hiciste?” Jimin medio preguntó, medio rió.
Era la celebración de los cumpleaños y estaban en el medio de la villa junto al puesto de licores de Tae. El omega hizo una reverencia ante algunos alfas que estaban pasando y lo habían aplaudido por el esfuerzo, y luego le lanzó una sonrisa de superioridad a Jimin mientras que este ponía sus ojos en blanco pero aun así sonreía cariñosamente.
Había sido una noche escandalosa y divertida hasta el momento, y probablemente el mejor vistazo que Jimin había tenido hacia el verdadero comportamiento de los habitantes de la manada Jeon. Algunos lobos tenían rostros familiares, pero la mayoría no, Taehyung le explicó que esta era la villa principal, pero que había otras pequeñas villas en la manada que se encontraban entre las tierras de cultivos. Naturalmente, Jimin se ganó muchas miradas curiosas y varios susurros pero hizo lo mejor para ignorarlos. Afortunadamente, después de unos cuantos tragos de los licores de su súper mejor amigo y de la divertida personalidad de este, pudo relajarse y disfrutar de las celebraciones.
“Te toca.” Tae declaró, tomando la mano de Jimin para levantarlo de la silla.
“Nooooo, ¿por qué tengo que hacerlo? La canción ya está terminando.” el omega lloriqueo.
“‘¡Porque es divertido! ¿Recuerdas cuando solíamos pasarnos los festivales bailando cuando eramos cachorros?” Taehyung continuó bailando alrededor de Jimin. “De hecho, ¡siempre eras tú el que tomaba la iniciativa, yo solo te seguía!”
Jimin rió mientras recordaba lo enérgicos que eran. “¿Cómo podría olvidarlo? Me ganaba una reprimenda al final de cada día. Pero ya no somos cachorros Tae. De hecho, tu estas a punto de tener un cachorro.” dijo mientras acariciaba la redonda barriga del otro chico.
“Muchisimas gracias, estoy al tanto de ello.” el omega de cabello oscuro recalcó. En aquel momento una nueva melodía comenzó a resonar en el lugar. “¡Oh por dios! ¡Recuerdo que hacías un baile con abanicos con una canción muy parecida a esta!”
“Un baile mediocre con abanico...” Jimin gruñó. “Jamás pude lucirme con ese...”
“Porque no quisiste.” Tae remarcó. “Sino mal recuerdo, dijiste que era como una llamada de emparejamiento en tu manada por lo que te negaste porque sabías que ningún alfa podría resistirse ante ti.”
“Me estimas demasiado Taehyung.” rió el más bajo.
“Lo hago.” Tae puso una sonrisa pícara y luego se agachó bajo la mesa del puesto y comenzó a escarbar entre cosas.
“¿Qué...” Jimin se interrumpió cuando Taehyung salió de debajo de la mesa con un abanico en mano. “Me tienes que estar jodiendo.”
“Nop.” sonrió en grande, lentamente poniéndose de pie y alcanzandole el objeto a su amigo. “¡Vamos Jiminnie! ¿Hazlo por mí, porfiiiiis?”
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La Promesa | Jikook
Hayran KurguCuando eran niños, Jimin le hizo una promesa a Taehyung: si Tae alguna vez llegase a dar a luz, el estaría allí, junto a él, y no lo dejaría morir. Esta es la razón por la cual Jeongguk, el líder de la manada, un alfa al cual le "disgustan" los omeg...