La Promesa | Jikook

Capítulo 8: Un suceso inesperado.

"Hagamos una pausa." Jeongguk dijo desde la delantera de la fila.

Los otros lobos gruñeron en acuerdo, orillandose para alimentar y darles agua a los caballos mientras ellos estiraban sus piernas. Yoongi ayudó a Jimin a bajarse y este murmuró un pequeño gracias, alejándose para zapatear y hacer que sus piernas vuelvan a sentir algo.

Las últimas horas no habían sido malas, pero aún así... no era lo mismo. Se había sentido extraño el estar detrás de Yoongi, comparándolo con estar sentado frente a Jeongguk. Había sido forzado a abrazar al otro alfa mientras cabalgaban, y a pesar de que el rubio hizo todo lo posible para hacerlo sentir cómodo, preguntándole si estaba bien y contestando las preguntas sobre Taehyung, aún no era... correcto. Sea lo que sea que eso signifique.

"Voy a ir a hacer pis." Sehyun declaró, dirigiéndose al bosque.

"Llévate a Jimin." Yoongi ordenó.

"... ¿qué? No." El fornido lobo dijo con mala cara.

"Vamos, de todas formas necesitamos ir de a pares." Namjoon le recordó.

"Entonces iré con el siguiente par." El alfa más bajo declaró de forma terca.

"De todas formas, no tengo que hacer pis." Jimin puso sus ojos en blanco, molestandose por la actitud del otro. Era como si el tipo fuese de odiarlo, a olvidarse que lo odiaba, y luego recordar que lo odiaba. Te mareaba.

"Yo si." Hoseok intervino. "Vamos." Le dijo a Sehyun, llevándose al lobo antes de que este pudiera seguir discutiendo con Jimin.

"Aquí tienes." SeoYung dijo, pasándole algo de fruta a Jimin para que comiera. "Es el almuerzo."

"¿Esto es todo?" El omega frunció un poco su ceño.

"Hasta más tarde, si. Nos queda un poco de pan, pero ya se está acabando." El más joven suspiró y luego le dio un mordisco a la manzana.

"No te preocupes." Joon intervino con una sonrisa. "Deberíamos estar llegando al sur en la tarde, allí podremos cazar carne fresca."

"Eso suena genial." El omega dio una respiración profunda, la carne seca había sido buena, un respiro del pan y de la fruta, pero aun así extrañaba la carne fresca.

Mientras los chicos se encargaban de atender a sus caballos, Jimin se acercó a Pesadilla. El caballo negro se removió un poco hacia el costado y olfateó la mano que el omega le ofrecía, para luego empujarla con su nariz. El chico de cabello plata sonrió. Sin poder detenerse, su mirada viajó hacia Jeongguk, mientras este terminaba una conversación con Yoongi y se giraba para volver con su caballo. El chico de cabello negro fijó sus ojos con los del omega por un segundo, y luego se volvió a girar, dirigiéndose hacia la carga del caballo de SeoYung, ya que allí se encontraba la comida.

"Cobarde." Murmuró el omega.

Jeongguk se detuvo, y justo cuando estaba a punto de girarse en su dirección, un agudo silbido sonó e inmediatamente todos los lobos se pusieron en alerta.

"¡Quédate aquí!" Yoongi le ordenó a Jimin, mientras que los demás lobos se dirigían en la dirección por la que SeHyun y Hoseok se habían ido hace unos momentos.

"Pero-"

"Sin peros." Ladró Jeongguk, antes de también desaparecer entre los árboles.

El alfa dio un último vistazo, asegurándose de que el omega se quedara allí, encontrandolo junto a los caballos con sus ojos abiertos en grande. Se giró y continuó con su camino, llegando a la conclusión de que ya había dedicado suficiente de su tiempo en preocuparse por el otro. Tenía que confiar en que el omega respetaría su comando, dejó de pensar en el otro chico y se enfocó en encontrar a sus compañeros de manada. Ni siquiera tuvieron que ver el área para saber cuál era el problema, el hedor de estos era denso en el aire y esto solo indicaba una cosa. Salvajes.