Capítulo 2: La manada de los Jeon

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14 Años más tarde...

Manada de los Jeon

Min Yoongi volvió la mirada ansioso hacia su propio pequeño hogar, silenciosamente esperando que su pareja se quedara tranquilo mientras él se abría camino hacia el chalet que se encontraba en la cima del camino de la gran casona

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Min Yoongi volvió la mirada ansioso hacia su propio pequeño hogar, silenciosamente esperando que su pareja se quedara tranquilo mientras él se abría camino hacia el chalet que se encontraba en la cima del camino de la gran casona. Llegando a este, toco rápidamente la puerta. Sin recibir respuesta, se dedicó a golpear continuamente la puerta por un minuto seguido, cada tanto dando un vistazo hacia su hogar para buscar señales de su pareja enojado.

Amaría decir que lo tomó por sorpresa el que una omega con buenas curvas abriera la puerta en vez de su Jeongguk, pero no lo fue. Su rostro se retorció con asco al sentir el hedor del lubricante y el semen seco, el alfa puso sus ojos en blanco y le hizo una seña para que se moviera.

"Esta no es tu casa, ve a buscar a Gguk."

La omega le frunció el ceño, sus ojos entrecerrandose y oscuras orbes observando al Alfa. Que desperdicio que terminó siendo.

"Está dormido." Dijo en una voz demasiado chillona para el gusto de Yoongi.

"Bueno, entonces despierta al idiota." El Alfa respondió sin tacto, su mirada nuevamente desviándose hacia su propia casa. No sabía cuánto tiempo tenía.

"Está en un sueño profundo." La omega respondió con una sonrisa pícara. "Lo siento..."

Le dio una mirada de muerte. "Estás a punto de ser-"

Se detuvo cuando la puerta fue abierta abruptamente y por ella apareció un Jeongguk dormido y con el cabello desordenado. Parecía que el alfa sí estaba durmiendo, pero Yoongi lo sabía, no había posibilidad de que, con la personalidad de Gguk, este se quedara durmiendo con alguien golpeando fuertemente su puerta. Más parecía que el chico había ido a orinar antes de bendecirlo con su presencia.

"¿Qué pasó hyung?" Preguntó soñolientamente, frotando su cabello y su pecho descubierto, para después estirarse.

"Apestas, ¿te quedaste despierto toda la noche follando?" El más bajo preguntó, haciendo una mueca

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"Apestas, ¿te quedaste despierto toda la noche follando?" El más bajo preguntó, haciendo una mueca.

"Eh, tal vez. Quien sabe... cuando no estás emparejado con alguien no tienes que follar en un horario predeterminado, así que es posible." Sonrió con picardía. No iba a dejar que su Hyung lo culpara, apenas ayer por la mañana habían vuelto de una caza victoriosa y estaba celebrando.

La Promesa | JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora