Diferentes One-shots no necesariamente relacionados entre sí, donde cada letra del abecedario representa una situación entre Inosuke y Aoi. Incluye el universo original de la serie, así como diferentes AU.
Ni Kimetsu no Yaiba ni sus personajes me pe...
Tener como compañero un demonio era un trabajo difícil. La había obligado a cambiar drásticamente toda su rutina y forma de operación.
Aunque los cazadores trabajaran en la noche por lógica, viajaban en el día, pero ahora ella estaba obligada a moverse estrictamente en la noche debido a su compañero. Cuando sugirió una caja de madera como la que usaban los Kamado, se rió de ella y la miró como si estuviera loca. Inosuke no podía encogerse como Nezuko. Aún así, pensó que ella jamás podría cargar una caja de madera con una versión pequeña de él, no tenía la fuerza de Tanjiro para hacer esa locura.
Estas situaciones la vieron obligada a volverse cazadora completamente nocturna. Y sí, era extremadamente tedioso, y sí, viajar con él era extraño y muchas veces exasperante (agotador, definitivamente agotador) pero no podía arrepentirse trabajar con él. Inosuke era su responsabilidad, y también era una buena arma¹.
Debido a que se alimentaba únicamente de sangre, no siempre tenía todas sus energías, por lo que ella le sugirió que intentara dormir, así como hacía la chica Kamado. Aunque le pareció una idea tonta al principio, Inosuke terminó por aceptar, y de ese modo, dormía durante el día y despertaba por la noche, cuando debían movilizarse.
También había dificultado su comunicación con otros humanos. Inosuke no tenía una apariencia tan humana, su piel era de un gris pálido, a excepción de sus brazos que eran rojo sangre y terminaban sus dedos con sus uñas negras y filosas. La esclerótica de sus ojos era verde menta, su iris de color esmeralda y la pupila amarilla y felina. Además tenía cuernos de cordero. Definitivamente no era humano, y asustaba a las personas, así que no podía pasar por los poblados humanos a menos que fuera estrictamente necesario, y si lo hacía, él no podía entrar si no hubiera una pelea dentro del pueblo.
Las posadas quedaron fuera de su alcance. Descansaban en casas de glicinias, y cuando no podían, usaban cuevas en el bosque. Cuando podía volver a la Finca Mariposa y tomarse unas ligeras vacaciones antes de ser enviada otra vez, era como tocar el cielo. Esos días podía regresar a su rutina natural.
