D: Disculpas

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· •「 ░╎❝. 𝙳𝚒𝚜𝚌𝚞𝚕𝚙𝚊𝚜 . ❞╎░ 」• ·

Inosuke y Aoi eran enemigos naturales. El destino de ambos había sido sellado en la infancia, con un trágico, tétrico y violento suceso. Inosuke se había ganado el completo odio de la niña de ojos azules, y era, a su pesar, justificable.

A la edad de siete años, se mudó con su madre a la casa que les había heredado su abuela, antes de que iniciaran las clases. Era nuevo en el pueblo, así que no tenía amigos. Por suerte, al lado de la casa vivía una familia que tenía una niña de su edad, y a la cual le presentaron para que no pasara los días solo.

Kanoko le agradaba porque era callada, agradable, y lo seguía casi a todas partes, haciendo casi todo lo que él le decía. Así que pasaba gran parte del día jugando con ella en su jardín.

Hasta que un día, llegó de visita y para su desgracia, Kanako no estaba sola. Había otros dos niños con ella. Un chico pelirrojo, el cual rápidamente se apresuró a ser su secuaz, y otra niña que usaba el cabello recogido en dos colas de caballo altas, adornadas con mariposas azules.

Inosuke encontró en Monjiro un amigo más interesante que Kanao, pues hablaba más. Así que ignoró casi por completo a las niñas, y comenzó a jugar con el otro niño y un balón.

Katoko y Sayoi estaban entretenidas jugando con un pequeño conejo gris que traía la niña visitante. Era su mascota. Inosuke recordó las palabras de su madre.

—Quiero que te mantengas alejado de los animales. Especialmente de los pequeños.

Algo le decía que tenía que ver con la muerte accidental del loro de su abuela. O los peses de colores de su primo cuya peseta misteriosamente se partió, sin ningún sobreviviente¹. Así que se mantuvo alejado del conejo, y por ende, de las niñas.

Pero algo, en la sencilla y monótona vida de un niño de siete años como él, estaba programado para que fuera una constante secuencia de sucesos extraños que lentamente iban moldeando su vida aún más extraña. Le dio una patada muy fuerte al balón, el cual voló por los cielos, atravesando el jardín, cayendo cerca de las chicas, justo sobre...

—¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!

Justo sobre el conejo gris.

Trágico, tétrico, macabro, violento. La pobre y débil anatomía del animal no pudo resistir el impacto del balón, quedó aplastado, hecho un bulto de huesos y pelaje sobre un charco de sangre.

Los cuatro estaban traumatizados. Pero sobre todo Sayoki. No todos los días veía a su conejito ser aplastado por un balón que había sido pateado por un niño desconocido.

Lo siguiente que Inosuke supo, fue que la niña estaba sobre él, ahorcándolo, mientras lloraba y repetía una y otra vez que había aplastado a su mascota. Gompanchiro consoló a una traumatizada Katano. Él también tenía un trauma, ¿por qué recibía asfixia en vez de consuelo?

   ⃟ ཹ։❀ ፧ 𝐈𝐧𝐨𝐀𝐨𝐢 - ̗̀ ː͡₊ˀ⌦𝙰𝙱𝙲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora