El lado oscuro del placer (Libro #2 serie Oscura +18 ) Disponible en Amazon

Prólogo

Mi llegada a la casa Stevens había sido la gota que derramó el vaso para la familia de mi padre. Yo había sido producto de un desliz y me había tocado crecer bajo la mirada reprobatoria de aquella mujer, mi madre era alcohólica y Rey había obtenido mi custodia completa, así que a Darla le había tocado vivir bajo la sombra del engaño de su marido, pero siempre me mantuve en bajo perfil, siempre traté de comportarme de la mejor manera y recibí el apoyo de mi hermana mayor Gina, mi columna, mi ejemplo a seguir, mi mejor amiga.

—Sabes que Genave aplicó para una beca en Columbia —comentó Gina, mientras su madre cruzaba las piernas de manera incómoda.

—No tiene necesidad de una beca —dijo nuestro padre con molestia —el dinero que no voy obviamente a usar para ti, le toca a ella —Gina soltó un resoplido, porque a pesar de apoyarla en su decisión de ser modelo a nuestro padre le hubiese gustado que estudiara una carrera en la universidad.

—Ya aplique—Me apresure a decir para evitar un conflicto entre ellos dos —así que, si me gano esa beca puedes usar ese dinero para otra cosa —la sala se quedó en absoluto silencio y sabía que Darla no podría quedarse callada, ella no desaprovechó las oportunidades para hacerme sentir que no era parte de esta familia.

—Es lo menos que puedes hacer —comentó sin ningún tipo de remordimiento —Vives en esta casa, Rey te lo ha dado todo, así que lo menos que puedes hacer es ahorrarle algunos dólares a tu padre.

—Darla, detente —mi padre se encontraba con el ceño fruncido y Gina miraba a su madre como si fuese a matarla y lo odiaba. Me molestaba ser la manzana de la discordia, que mi padre y mi hermana tuviesen que defenderme siempre, ya estaba harta.

—Yo también soy su hija Darla —dije por primera vez sosteniéndole la mirada —Y te tengo mucho respeto, pero ya no voy a permitir que me trates como si no tuviese el mismo derecho que tus hijos, soy tan hija de Rey como ellos dos —Me puse de pie y camine a mi habitación para no escuchar nada más de aquella mujer, Gina corrió detrás de mí.

Sabía que ella se sentía entre la espada y la pared, tenía la certeza de que para ella era sumamente difícil estar entre las dos, aunque Gina y su madre no tenían una relación perfecta, ellas no estaban nunca de acuerdo y aquello había influido en la decisión de mi hermana para irse a vivir a Italia, era la oportunidad de demostrarle a su madre de que estaba hecha, de que nada ni nadie la detendría, por eso la admiraba, su coraje y tenacidad era algo que la hacían destacar, que hacía que brillara con luz propia.

—Siempre estaré aquí para ti Gena —. Dijo entrando en mi habitación, se acomodó a mi lado sobre la cama y estrecho mis manos entre las suyas —Te amo pequeña mocosa y estoy muy orgullosa de ti —Acomode mi cabeza sobre su hombro y deje que me consolara. Sabía que mi hermana me amaba como yo la amaba a ella y sabía que podría llorar sobre su hombro siempre que lo necesitara.