Rubén
Genave se quedó inmóvil y la observe mirar las puertas corredizas en busca de un escape, la tomé rápidamente por la cintura y la aparte de la vista de todos. Le cubrí la boca y la empotré contra una de las paredes de aquel pasillo, me miró sorprendida y el roce de su cuerpo con aquel fino vestido envió una descarga eléctrica que me puso duro ¿Qué acaso no se daba cuenta de cómo me afectaba?
—Voy a quitar mi mano de tu boca —dije y no pude evitar pegar mi cuerpo mucho más al de ella, no lo soportaba, no podía soportar aquella lejanía a la que me tenía sometido, había pasado demasiado tiempo desde la última vez que pude sentirla.
— ¿Qué demonios crees que haces? —grito y cubrí bruscamente mi boca con la suya, mientras nos resguardaba en el interior de una habitación cercana.
Nunca deje que escapara de mis brazos, la bese con urgencia y luego de unos instantes dejó el forcejeo y me correspondió. Mi lengua jugueteó con la suya y deslice mis manos por sus caderas, sabía que era peligroso, una abogada y un mafioso no eran la pareja perfecta, pero desde que puse mis ojos sobre ella no pude apartarlos jamás y el peligro era algo que corría por mis venas.
—Esto está mal —dijo mientras mis manos se metían por debajo de su vestido. Genave y yo no habíamos tenido sexo, pero enloquecía simplemente con tocarla y sentirla, sabía que no habría marcha atrás cuando entrara en ella. Nunca antes me había contenido como lo estaba haciendo con ella, tomaba las cosas sin preguntar, pero con ella había tenido que controlar mis malditos bajos instintos.
—Lo sé, lo sé —dije besándola aún con más urgencia, sus dedos acariciaron mi cabello y la escuché gemir sobre mis labios. Tire al suelo algunas cosas que descansaban sobre un escritorio y la coloque encima del mismo, le levanté el vestido y me metí entre sus piernas. Aquello era una maldita locura, pero no podía detenerme, en realidad no quería hacerlo.
Roce su coño con mi mano y este se encontraba mojado, aquello envió un mensaje directo a mi pene quien se apretó más dentro de aquellos vaqueros, sentí que temblaba en mis brazos y aquello me encendió mucho más. Sentía la adrenalina correr por mis venas, siempre me había encantado retarme, estaba lleno de retos en mi vida y Genave Stevens no era la excepción, debía hacerla mía. Debía convencerla de cruzar el límite que nos dividía, tenía que llevarla a conocer lo más oscuro del placer.
—Rubén —dijo sobre mis labios —Esto tiene que parar —trate de besarla nuevamente, pero apartó su rostro y eso me molesto, realmente me encabrono. Saque mis manos de su vestido y las coloque de manera brusca sobre aquel escritorio. No me pude controlar y tome con brusquedad su rostro, el demonio acababa de llegar.
—No lo has entendido —dije obligándola a mirarme a los ojos, los suyos se encontraban vidriosos, pero estaba demasiado enojado como para que aquello me importara —Esto se acaba cuando yo lo diga —me aleje de ella para no lastimarla y salí tumbando la puerta de aquella habitación. Genave no entendía que no le sería tan fácil deshacer de mí, no comprendía que ya me pertenecía.
***
Hola mis hermosas lectoras, les dejo este capítulo porque se quedaron intrigadas con el primero, pero las actualizaciones constantes serán a partir del viernes 1 de enero 2021.
¿Cómo se imaginan la historia de Genave y Rubén? les adelanto que es muy, pero muy diferente a la de Gina y Alessio, deben estar preparadas para todo lo que sucederá en esta novela.
Llegamos a los 100K en La oscura obsesión de Alessio quería agradecerles por todo el apoyo, por tanto amor a estos dos, les cuento que la novela está siendo corregida y pronto, muy pronto la estare publicando el papel ¿compraran el ejemplar?
Les deseo a todas un feliz año nuevo, gracias por leer mis novelas, espero en el futuro seguir escribiendo más historias para ustedes♥♥♥
Besos y Abrazos
YG♥
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El lado oscuro del placer (Libro #2 serie Oscura +18 ) Disponible en Amazon
RomanceGenave Stevens había comenzado con buen pie su carrera como abogada y las cosas entre Darla y ella habían comenzado a mejorar, pero nunca imagino que aquel viaje a Italia para cuidar de su hermana le haría perder la cabeza por un hombre prohibido. S...