CUATRO

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Aquella mañana había sido diferente, Yoongi se había levantado en su cama semi desnudo, al parecer ni siquiera se había recostado bajo las sábanas, tan solo había dormido en bóxers y eso realmente no le extrañaba, quizá la noche anterior pudo haber hecho calor y prefirió permanecer así, pero lo que si le había llamado la atención fue como es que su mano había permanecido metida bajo su ropa interior, como si en realidad se hubiera dormido a la mitad de una paja.

Su cabeza había empezado a doler segundos después, lo que supuso era culpa de la resaca por tomar, pero realmente no recordaba haber tomado lo suficiente como para estar borracho, sin embargo que más daba si aquello había sido así.

Habían leves recuerdos de besos y un sueño bastante confuso que optó por dejar de lado ya que hace tiempo había dejado de intentar entender todo lo que pasaba en su cabeza.

Así que al ver el reloj se había levantado tan rápido como pudo para tomar una ducha rápida y luego bajo a desayunar.

Claro que ahí se había topado con la escena en la que su madre fingía que había preparado el desayuno ya que era un día importante según ella.

Pero más bien para Min Yoongi el primer día de clases  era la cosa más aburrida y absurda de todo el mundo.

Era claro que nadie quería estar ahí, las personas caminaban por los pasillos con los ojos hinchados por la noche anterior pues a pesar de que lo intentaban el cuerpo aún seguía acostumbrado a las desveladas de la noche anterior y eran forzados a madrugar.

Aquello era como un cóctel seguro para las ojeras y la resaca sin alcohol, o eso más bien para los que no habían decidido salir de fiesta.

O más bien la teoría encajaba para la mayoría de sus compañeros, menos para Jimin quien al parecer se veía como una lechuga fresca.

Con su uniforme pulcro y cada uno de sus cabellos perfectamente peinados.

Algo que por inercia hizo que Yoongi pensara en todas las chicas que regresaría a ver a su pequeño hermano cuando caminara por los pasillos del instituto.

-Ahi estás cariño- había dicho su madre mientras lo observaba -Apresurare que ya es tarde- replicó mientras limpiaba sus manos y dejaba el trapo sobre la mesa.

-Buenos días- había dicho al entrar al lugar, para luego sentarse en la silla junto a Jimin.

El cual pareció tensarse al verlo.

Pero claro que aquello era normal, durante los últimos años, aquella bola regordeta había empezado a ser más indiferente, casi al tiempo en que su cuerpo cambiaba y se volvía más atractivo, se había vuelto más silencioso y distante. Así que aquella actitud no sorprendió a Yoongi.

-¿Que tal anoche?- había preguntado su madre.

Y a pesar de que esa también había sido una pregunta predecible, Jimin interrumpió la contestación de Yoongi mientras parecía haberse casi ahogado con la leche de su cereal.

-Estuvo bien- había respondido segundos después Yoongi sin darle mucha importancia a lo que había pasado con su hermano mientras daba golpes en su espalda y este lo alejaba avergonzado.

Con suerte habían imágenes borrosas, así que prefirió cerrar el tema con aquella frase.

-Yo dormí temprano- había respondido Jimin segundos después mientras limpiaba el suéter de su uniforme con el mismo trapo que minutos antes su madre había dejado sobre el mesón.

Todo el mundo sabía que Jimin tenía el horario de las gallinas, así que él mismo hubiera dormido temprano era usual.

-Llegue tan cansado que también me quede dormido- había expresado Yoongi mientras le echaba a su cereal leche.

-Bueno, supongo que no tengo que decirlo "Esta año será grandioso chicos"- había dicho la mujer mientras se acercaba a Jimin y besaba una de sus mejillas y luego iba hasta Yoongi -Estoy muy orgullosa, así que a darle con todo, ahora ire a ordenar que preparen el auto- completo mientras besaba a Yoongi de la misma manera.

Quien a pesar de fingir asco no evitó que ella también lo apretara en sus brazos.

Y la cocina había vuelto a mantenerse en silencio mientras los dos chicos terminaban su desayuno.

-¿Anoche... tú no?- había expreso Jimin en susurró mientras se acercaba a Yoongi como si lo que le estuviera diciendo fuera alguna especie de secreto.

-¿Anoche que?- había replicado el mayor sin entender a lo que se refería Jimin, haciendo que las mejillas del menor se pintaran de un color rojizo.

-Nada, nada- replicó mientras se levantaba de la silla.

"Quizá no lo recordaba" o fingía no recordarlo, pero fuera lo que fuera Jimin haría lo mismo, después de todo, aquello había sido un completo error.

IRIDISCENCIA| +18| PJM|MYG Donde viven las historias. Descúbrelo ahora