IRIDISCENCIA| +18| PJM|MYG

TREINTA Y SIETE - FINAL

Porque al entrar al baile, mientras se encontraba con Rose sentada en una mesa mientras Jungkook le expreso que regresaría pronto, Jimin no pudo evitar sentarse a su lado mientras su corazón latía, mientras parte de él al encontrarse con aquel rostro afligido le decía la verdad.

Ella quizá amaba a Jungkook, pero es demasiado difícil olvidarse de su primer amor.

De imaginarse en aquel lugar con otra persona, así como Jimin y Yoongi deseando haber sido la pareja del otro.

Porque Jimin sabía cuan egoísta era, pero no quería perderlo, no quería perder a sus amigos más de lo que ya había pasado.

Sin embargo mientras podía ver el dolor de la chica, pudo ver aquella sonrisa, con esfuerzo preocupándose por la felicidad de otros antes que la de ella.

Que le animaba, a que fuera por el amor de su vida, que luchara, que dejara de sufrir y disfrutará lo que aún tenía.

Fue ahí cuando quizo decirle la verdad, que Jin había llegado a verla, que él aún la amaba, claro que años más tarde se arrepentiría con todo su corazón de haber guardado silencio.

De haber optado por que Jin tomara la otra decisión que fuera egoísta y eligiera decirle la verdad.

Pero aún así, él optó por tomar la decisión que no parecía correcta pero que aún así, era lo único que realmente quería.

Como se acercó a Yoongi y a pesar de que ya tenía a alguien más con él, una hermosa chica, alguien a quien su madre podría amar.

Se eligió a sí mismo.

-¿Podemos hablar?- le había preguntado mientras tomaba su mano, mientras la mirada de Yoongi se posaba sobre él, y a pesar de seguir intentado estar enfadado con el menor le daba una sonrisa.

Una que sólo era para él, que podía negarle a otras personas, pero que de todas maneras se la entregaba a la única persona que realmente había amado.

Como habían salido de aquel lugar, mientras había más silencio y mayor oscuridad, pero eso no importaba no realmente, porque ahora la oscuridad era parte de ellos.

Mientras Jimin finalmente aceptaba que no debía luchar consigo mismo, que todos esos sentimiento eran parte de él. Que ese era él.

-No creas que no te amo- le había dicho con todo el valor reunido, mientras se lanzaba en sus brazos y las lágrimas se derramaban por sus ojos -no creas que no te amo.

Volvió a repetir como si necesitara que el otro muchacho lo tuviera en claro.

-Me has hecho daño- expreso Yoongi mientras acariciaba su rostro y secaba sus lágrimas -Pero jamás he dudado que me ames Jimin.

Porque incluso cuando Yoongi había elegido ir a otro país y seguir con los planes que siempre tuvo desde niño.

Ahora Jimin entendía la libertad que realmente deseaba, como anhelaba la libertad que les podía dar huir juntos.

-¿Aún aceptarías que vaya contigo?- expreso mientras se volvía a esconder en sus brazos, esperando que no fuera tarde.

-Es todo lo que siempre he deseado... tu y yo siempre juntos- porque las cosas parecían complicadas pero en ese momento al saber que alguien sostenía su mano, alguien que estaba seguro que jamás lo soltaría, lo entendió, el miedo había desaparecido.

-Por siempre- replicó mientras besaba sus labios, mientras las lágrimas de dolor y miedo se transformaban en felicidad absoluta.

Porque sabía que había complicado las cosas, que aquello se pudo haber dicho mucho antes pero aún así, ahora lo decía con todo el corazón, ahora sabía que su amor no sólo era una etapa, no, Jimin entendió que realmente lo amaba.

Y que era a quien querría para siempre.

-Tengo que hacer una llamada- expreso aún con una sonrisa -Solo dame unos segundos.

Como es que marco aquel número mientras esperaba que fuera contestado.

Porque debía decirle a Jin que debía darlo todo por Rose, que si él creía amarla era por que la amaba, que quizá podrían tener un final feliz.

Sin embargo, aquella llamada nunca fue contestada, y nunca pudo decirle que se arrepentía y realmente no sentía ni pensaba todo lo que le había dicho.