𝐓𝐞 𝐩𝐫𝐨𝐭𝐞𝐠𝐞𝐫𝐞́ |𝐄𝐝𝐢𝐜𝐢𝐨́𝐧|

13. +La Carta+

«Te devolveré un favor de tantos que me has hecho y acabaré con esto»

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  Lágrimas caían por sus ojos mientras trataba de contener sus sollozos, estaba más que harta de todo esto, quería acabar de una vez con estos "juegos" para poder vivir tranquila.

   Ahora parecía que su mejor opción para solucionar esto estaba en aquel pedazo de papel que no se atrevía a abrir aún; se preguntaba qué habrían escrito esta vez.

   — Mientras antes lo abras    antes   sabrás   qué hacer.

   Se dijo para darse ánimos y reunió toda su valentía para sacar del sobre ese papel y desdoblarla. Cuando lo hizo, estuvo a nada de darle un ataque de pánico; cosa que ya no había pasado en el último par de años.

¿Qué tal todo, Shino? Supondré que bien y me saltaré esta parte.
Ya habrás adivinado quien escribió la carta para ti esta vez, ¿no?, seguro que sí, después de todo uno no se olvida de una persona importante en su vida de la noche a la mañana.
Sé bien todo lo que has hecho, sé cada insignificante movimiento que haces y debo decir que no haces mas que enamorarme más a cada día.
También sé que quieres acabar ya con esto y la solución para hacerlo es sencillo: vendrás conmigo. Sí, así es amada mía, hoy después de tanto tiempo podremos vernos, no sabes la alegría que eso me causa. En fin, te decía que hoy vendrás a las afueras de la ciudad, justamente donde se encuentra el letrero  que da la bienvenida. A media noche puntual de hoy deberás estar ahí, y si no te encuentro, ¿sabes que pasará?, mataré a tus amigos. A todos y cada uno de ellos, empezando por el espadachín negro Kirito, ¿de acuerdo?
Nos veremos pronto mi hermosa Shino Asada.

Atte.: Kyoji Shinkawa.

Miró la carta una vez mas y la rompió en pedazos con notable desesperación y odio; por que lo odiaba, odiaba esta situación en la que llegó a involucrarse, odiaba no poder ser feliz y sobre todo odiaba a Shinkawa y su clan de asesinos.

   Quiso gritar con fuerza para desahogar las penas que aquejan su alma, no lo hizo, como siempre reprimió sus emociones y simplemente quedó hecha ovillo en un rincón de su habitación.

   — Debo hacerlo,
debo hacerlo, si lo hago todo terminará, puedo acabar con esto, sólo debo ir.

   Se repetía una y otra vez con la mirada perdida en algún punto inexistente. Quería acabar con esto cuánto antes y tenía la posibilidad en sus manos.

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   Sentía algo parecido a la decepción, la cuestión aquí es el por qué, por qué no estaba feliz con que Asuna, su novia, estuviera de vuelta después de dos semanas sin saber de ella.

   Algo estaba mal con él, definitivamente así debía ser si rechazaba la oportunidad de estar con ella diciéndole excusas patéticas sin un motivo en específico.

   — Oh…   está   bien, supongo,  ehh,  te veré luego Kirito-kun, te amo.

   — Hasta luego Asuna.

   No tuvo el valor de devolverle el “te amo” que ella le dedicó. Quizá era porque se sentiría peor al mentirle tan cínicamente.

«Lo siento, Asuna…» pensó antes de tomar las llaves de su motocicleta y poner marcha rumbo al apartamento de Sinon.

   No sabia qué era, o tal vez sí pero se negaba a aceptarlo, pero después del beso en el parque aquel que ahora es su favorito no la había podido sacar de su mente; y lo intentó, vaya que lo hizo, pero lo únicos que consiguió fue extrañar y anhelar su presencia como nunca antes.