Heather?

12

POV CONAN
Desperté muy descansado, había dormido muy bien, al recordar el motivo de mi dulce descanso sonreí.

Me desperecé levantando los brazos para estirar mi cuerpo.

Posteriormente me abracé a mi mismo adorando el precioso tacto de la prenda roja que aún llevaba puesta.

Su olor seguía permanente y eso me hacía feliz de una extraña manera que no era capaz de explicar.

Cuando bajé por un momento de mi nube utópica de felicidad, recordé la llamada de aquella noche.

"Cariño", esa palabra se repetía en mi cabeza constantemente, en otro momento hubiera sido una palabra totalmente corriente, pero al recordar que la había pronunciado Tylor, y dirigida hacia mi, se me erizaba la piel.

Hoy opté por un look básico, tejanos blancos con un jersey negro de cuello alto.

Adorné mi muñeca con la pulsera de Tylor, que a estas alturas ya se había convertido en algo indispensable para mi indumentaria habitual.

Desayuné algo rápido mientras dejaba pasar en mi mente ideas que me atormentaban:

"¿Ahora que somos?"

"¿Se arrepentirá de lo que paso?"

"¿Va a presentarme a sus amigos?"

Saqué esas ideas a la fuerza cuando alguien llamó al timbre.

Fui corriendo a abrir la puerta muy sorprendido, pues no esperaba a nadie.

POV TYLOR

Me levanté siendo la persona más feliz que existía en ese momento.

Cada vez que venía a mi cabeza un recuerdo de la imagen de Conan sonreía.

Y había llegado un punto que ya no trataba de reprimirlo.

Estar feliz no estaba mal, y que el motivo de mi felicidad fuera el rizado tampoco lo estaba.

Me enfundé rápidamente en unos pantalones de chandal grises y cogí mi sudadera favorita.

Si quería lograr llegar a tiempo para mi plan debía darme mucha prisa.

Salí por la puerta de casa y aligeré el paso concentrado en mis melodías interiores hasta llegar a la puerta de la casa de Conan.

Llamé al timbre con una enorme sonrisa en la cara.

Sabía que sus padres ya estaban en el trabajo a esa hora, así que su presencia no sería un problema.

Me abrió la puerta un Conan curioso y adormilado, con los rizos desaliñados de una muy adorable forma.

Esbozó una gigantesca sonrisa al percatarse de quien era.

-Buenos días.- dije acercándome un poco.

-Hola.- El menor seguía sonriendo.

Pasé al interior de la casa mirando alrededor para cerciorarme de que mis suposiciones eran ciertas y que estábamos solos.

Al asegurar que los dos estábamos 100% a solas, volvía a dirigir mi mirada hacía el menor, que estaba de espaldas a mi caminado hacía la mesa donde estaba desayunando.

Antes de que pudiera avanzar más, le cogí por la muñeca haciéndole parar, para posteriormente girarlo hacía mi.

Lo envolví en un cálido abrazo al que el rizado correspondió al momento.

POV CONAN
Perdí mis manos en su enorme sudadera.

Definitivamente podría acostumbrarme a esta sensación.