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POV CONAN
No dormí, de nuevo.

Bebí toda la taza repleta de abundante café negro, sin él no seria capaz de despertarme.

El café podía disimular mi cansancio, pero nada escondería las violentas ojeras color morado que tan rápidamente se me habían formado esta noche.

Me escondí en una enorme sudadera, una en la que pudiese desaparecer si me encontraba con Tylor o Heather.

Fui a por mi segunda taza de café cuando mi madre protestó.

-¡Tomas demasiado cafe Conan.- Expresó un poco irritada. -No es bueno para tu cuerpo.-

Rodé los ojos y terminé el café dejando la taza en el fregadero.

Me cerré el abrigo y con la mochila en la mano salí por la puerta.

Esa mañana no me encontraba de humor como para escuchar musica, cualquier melodía que me recordara a algún momento especial podría hacerme llorar.

Y eso era lo que menos deseaba.

Me había convencido diciéndome que entraría al instituto con la cabeza alta, ignorando las probables burlas o los intentos de Tylor por aclarar las cosas.

Había visto las multiples llamadas perdidas del mayor, pero decidí ignorarlas, por mucho que quisiera contestarlas, no podía soportarlo.

Por el bien de mi salud mental, apagué el teléfono de nuevo.

Por mucho que intentara retrasarlo, ya había llegado a la puerta del instituto y ya no me quedaba otra que entrar.

Empecé a caminar con mi mirada fija en el suelo, acelerando el paso para poder llegar cuanto antes.

Levanté la cabeza unos instantes por precaución y para no chocar con nadie, mi mirada se encontró con la de Heather, la cual fulminó en cuestión de segundos, decidí acelerar aún más mi paso.

Y por fin, llegue al aula.

Ahora empezaba todo.

Mi tortura particular.

POV TYLOR
Heather me obligaba, intenté negarme pero Ryan me amenazó, y a estas alturas ya no sabía de que era capaz de hacer, así que opté por no discutir más y acceder.

Debía ir a buscar a la ojiverde a su casa antes del instituto, para llegar juntos y que todos nos vieran.

No estaba para nada de acuerdo, tan solo quería llegar al instituto para poder distinguir entre todas las miradas la de Conan, para poder invitarlo a comer, y explicarle todo, y poder volver a la normalidad.

Pero eso no ocurrió, tube que caminar con Heather al lado, esquivando todas las veces que trató de cogerme la mano, ignorando la mayoría de sus preguntas y rezando para que Conan no nos viera.

-Tengo que ir al baño.- Informé a la rubia cuando llegamos al recinto escolar.

-Esta bien bebe, te espero aquí.-

Dios como odiaba que me llamase así, no lo soportaba, no tenía derecho a hacerlo.

Fui en dirección al baño y me encerré en uno de los cubículos, no tenía necesidad de usarlo pero quería evadirme de Heather por unos escasos pero eficaces instantes.

Suspire ruidosamente, y sin poder controlarlo una lagrima cayó por mi mejilla resbalándose en mi cuello, acompañada de una segunda, la cual limpié antes de que cayera, no me podía permitir llorar, debería dar demasiadas explicaciones y además surgirían nuevos rumores que no me convenían.

Heather?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora