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POV CONAN
Ya hacía unos días que Tylor había estado en casa, y aún no había cambiado las sabanas, tenían un ligero aroma a el.

Era viernes y me levante muy contento, últimamente me levantaba así de enérgico, des de ese maravilloso martes.

Me vestí con unos pantalones pitillo azul claro, rotos por las rodillas y doblados en los tobillos, me puse una camiseta holgada de manga corta de uno de mis grupos favoritos, Aerosmith.

Llegué al aula puntual, como siempre, la felicidad se me apago un poco al recordar que tenía dos horas seguidas de matemáticas.

Las horas pasaron como siglos pero por fin acabaron y pude salir al recreo.

Como Tylor mantenía a los cavernícolas a raya ya no tenía que esconderme en los baños y podía disfrutar del cálido sol que había ese día.

Cuando termino el descanso no me quedo otra que volver a clase, no pude prestar atención ya que no podía dejar de pensar en que después podría ir a comer, se había convertido en mi momento favorito del día.

Cuando el esperado timbre resonó por las aulas y los pasillos me levante y me dirigí casi volando al comedor.

Al llegar a la puerta, allí lo vi, como cada día, esperándome, distraído, con un pié apoyado en la pared doblando su rodilla, con la chaqueta en el brazo y regalándome una sonrisa al verme.

POV TYLOR
Había tenido una conversación seria con todos mis compañeros, dejándoles claro que no podían acercarse a Conan por nada del mundo.

Muchos se sorprendieron y intentaron hacer comentarios, pero como de momento la jerarquía estaba marcada y yo estaba en cabeza conseguí hacerlos callar.

Como cada día al acabar las clases de la mañana caminé hacia la puerta del comedor para esperar a Conan.

Como el rizado era de un curso inferior solo era en esa hora cuando lo podía ver.

Cuando lo vi llegar, intentando disimular que estaba corriendo le dedique una enorme y sincera sonrisa.

-¡Hola Ty!- Había empezado a llamarme así hacía poco y me parecía completamente adorable.

-Hola Conan.- Contesté sin perder la sonrisa de la boca.

Chocamos los puños a modo de saludo.

-¿Entramos?- Dijo el pequeño señalando el interior del comedor.

-No.- Tenía una sorpresa preparada para el.

Me miro extrañado, a lo que yo como respuesta le dirigí una sonrisa pícara.

-Vamos, ¡sígueme!- le cogí de la mano para que siguiera el mismo camino que yo y nos dirigimos al exterior.

Perdíamos un poco el equilibrio debido a que nuestras mochilas cargadas de libros hacían contrapeso.

Llegamos a la puerta de un Mc Donald's cercano al instituto.

Vi la cara de felicidad que Conan me dedicaba, me hacía sentir muy bien el hecho de hacer que se pusiera contento.

POV CONAN
Como podía ser que en pocos días me conociera tan bien.

Heather?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora