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todo el viaje camino a casa estuvo observando la pantalla de su celular por si un mensaje de jisung llegaba, podría hacerlo en cualquier momento y eso lo ponía, ciertamente, ansioso, no veía la hora de que la notificación estuviera allí y poder hablar con ese chico quien sabe cuantas horas al día, ¡incluso podrían salir a una cita! tomar helado en algún parque, pasear por la ciudad, ¿a jisung le gustarían todas esas cosas? estaba seguro de que sí, a él mismo no le interesaba mucho salir de casa pero sabía que con el contrario seria bastante entretenido, cualquier situación que se imaginara seria mejor si jisung estuviera en ella, no le importaba el lugar, solo quería ver la bonita sonrisa que le aportaba vida de aquel lindo rubio.

— llevas mucho tiempo mirando la pantalla de tu celular.

la voz de su madre lo distrajo completamente, estaba tan sumergido en sus propios pensamientos que había olvidado que estaba en el auto observando la pantalla de bloqueo de su celular como si no hubiera otra cosa en el mundo.

— espero un mensaje.

— ¿ah sí? — alzó sus cejas, sorprendida; su hijo casi no usaba su celular para comunicarse con otras personas. — ¿de quién?

— de jisung.

— ¿quién es jisung?

esbozó una pequeña sonrisa. — es el chico que me saludó ese día en el hospital, ¿lo recuerdas? el chico rubio de sudadera amarilla.

hizo un poco de memoria — oh, claro que lo recuerdo... ¿ese chico que se veía tan alegre? parecía que le acababan de decir que había ganado la lotería.

— ¡exactamente, él! — se acomodó en su asiento, con emoción. — volví a encontrarlo hoy, ¡y me pidió mi número! así que estoy esperando su mensaje. — otra vez, llevó su vista hasta la pantalla.

ella sonrió levemente, había olvidado cuando había sido la última vez que el castaño había hablado con tanta emoción de algo o de alguien, le alegraba ver señales de felicidad en el rostro de su hijo, sabía que jisung se volvería alguien muy importante para su vida y, quizá, sería la persona que lograra que minho dejara todas sus tristezas de lado, ya comenzaba a sentirse agradecida con ese joven de rubios cabellos que a penas conocía.

no tardaron mucho en llegar a casa y, en cuanto lo hicieron, minho bajó rápidamente del auto para encerrarse en su habitación, aún en la espera del dichoso mensaje por parte de jisung. se recostó en su cama, dando vueltas en la misma, ¿se estaba obsesionando demasiado? quizá jisung estaba ocupado y él estaba desesperado para que le hablara, ¿debería olvidarlo por un momento y hacer otra cosa?
una vibración en sus manos lo sacó de sus pensamientos, un mensaje le había llegado.

¡hola minmin! soy yo, jisung, tuve un día largo, siento no haberte escrito antes, ¿cómo estás? ¿ya tomaste agua? ¡espero que estés bien!

incluso su forma de escribir generaban en él una extraña sensación de felicidad que llenaba por completo su pecho y alejaba al gran vacío existencial que solía sentir durante todo el día.
observó el mensaje, pensando que debería hacer; ¿debería responderle ahora o esperar algunos minutos para que no notara que estuvo esperando el mensaje desde que lo dejó en la sala de espera? ladeó su cabeza, no le importaba quedar como el chico ansioso, quería hablar con jisung.

hola, jisung, no te preocupes, lo supuse... estoy bien, ¿cómo estás tú?

¡eso es genial! ¿tú mano ya está mejor?
bueno, estoy algo cansado, ¡pero no importa! es un lindo día, así que me compré un helado.
también saludé a un gato por la calle.
¡él era tan bonito!
ronroneó cuando acaricié su cabeza, ¡fue tan tierno!
estoy muy feliz por eso.
y por haberte encontrado.
¡lo siento, hablo demasiado!

la alegría del contrario había logrado provocar una sonrisa boba en el castaño, ¿cómo era posible que pudiera ser tan dulce sin esforzarse en eso?
se recostó en la cama para estar más cómodo, esperaba poder hablar lo que restaba del día con el rubio, era la cosa que más lo alegraba en el mundo y estaba seguro de ello.

eres tan adorable, me gusta que hables mucho, quiero saber sobre ti y sobre tu día... y si acariciaste a un gato. por cierto, mi mano está mejor, en general, yo estoy mejor desde que nos encontramos.

desde que te encontré*
pude reconocerte porque tu cara seguía siendo esta; :|
¿por qué siempre estás tan serio?
¿es por tu mano?
¡deberías sonreír más!
cuando te conocí sonreiste, muy poco, ¡pero lo hiciste!
tu sonrisa es bonita.

sonreí porque tú lo hiciste, tu sonrisa puede darle vida a cualquiera que esté pasando por un mal momento.

¿estás pasando por un mal momento?
me alegra ayudarte con mi sonrisa.
creo que deberíamos vernos más para que podamos sonreír.
que no sea en el hospital, por favor.
¡podemos ir al parque que está cerca del hospital!
¿te gustan los parques? amo los parques.
me gustan las flores y su olor.
quizá puedas olvidarte de tu mal momento yendo conmigo al parque y oliendo las flores.

dime cuando estás disponible e iremos al parque para sentir el olor de las flores, será divertido estando contigo.

¡yo te aviso!
¡espérame!

su sonrisa se acentuaba cada vez que veía un mensaje en la pantalla, era entretenido ver como jisung amaba cada cosa que lo rodeaba y sonreía sin motivo alguno, antes de que se lo dijera, ¿él sabía que su sonrisa le daba vida a las personas? si no era así, le alegraba ser la primer persona que se lo dijera.
dejó el celular sobre su pecho y dirigió su vista hasta el techo de su habitación mientras esperaba que una notificación llegara y el contrario le confirmara el día y el horario que podía ir al parque para avisarle a su madre sobre ello, la felicidad era un sentimiento tan lindo y lo hacía sentir tan bien, adoraba a jisung por hacerlo sentir de esa forma.

vivo por jisung.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora