El guardián

Capitulo 39

Voy andando despacio agarrada del brazo de Alan.
Unos pasos más atrás van Jace y Abiel.
Mi mente me juega una mala pasada y me lleva hasta la última vez que vi este lugar.
Aquel momento fue verdaderamente mágico,no puedo evitar sentir pena al recordar a mi amor.
Alan aprieta cariñosamente mi mano,lo que me hace indicar que llegamos al lugar ,puedo ver a muchos miembros del clan, todos hombres sentados formando un círculo perfecto,en sus manos llevan una antorcha encendida.
En el centro del círculo se encuentra un gran bloque de piedra ,sobre el un colchón de flores blancas arropan el cuerpo sin vida de mi padre.
Alan tira de mi y ambos nos sentamos ,justo detrás también se sientan  Jace y mi hermano.
Cuando los cuatro nos hemos sentado,el chamán se acerca al oído de mi padre pronunciando unas palabras que no son audibles para el resto de las personas que allí nos encontramos.
Después le da un beso en la frente y dice en voz alta,-cubridle.
Automáticamente varios hombres se levantan y le cubren el cuerpo al completo de hojas y flores blancas .
El chamán nos mira y dice,-es el momento de despedirnos de nuestro líder.La persona más pura y honrada que hemos conocido,el otro mundo le tiene preparado algo grande.
Ahora es momento de que deje su cuerpo en la tierra para que su alma sea liberada.El alma es eterna por lo tanto nuestro líder no ha muerto,solo ha muerto su cuerpo físico.
Anna,Alan..seréis los primeros,dice y nos da una antorcha encendida.
Alan me ayuda a levantarme y me guía hasta el altar.
—Anna tienes que prender las hojas ,me dice en un susurro.
Yo tragó saliva y hago lo que me dice.
Seguidamente el resto de hombres hacen lo mismo .
Ahora el cuerpo de mi padre arde ante mis ojos.
De pronto y ante mi atónita mirada aparece delante de mí la figura de mi padre.
Un hombre alto,moreno,con unos ojos azules preciosos y un pelo negro azabache que descansa sobre sus hombros.
Me mira con auténtica devoción,yo no sé qué hacer ni que decir...
¿Es el alma de mi padre?,pienso casi en voz alta.
Él como si me oyera se dispone a contestarme.
—Hola mi bella Caperucita,si cariño soy papá. Quiero que sepas que estoy muy orgulloso de tí,que me hubiera gustado conocerte en otras circunstancias pero lo que no me ha concedido la vida,me lo ha dado la muerte.
Quiero que sepas que te quiero con el alma y que siempre estaré vivo para tí.
Siempre estaré aquí,me toca la cabeza y aquí,pone su mano en mi pecho, siempre aquí para ayudarte mi querida Anna.
Pideme lo que necesites y yo te ayudare, puedes empezar esta noche ,cuando la luna esté en todo su esplendor pídele un deseo, ella te lo concederá.
—Te quiero papá,logro decir antes de que una cascada de lágrimas broten de mis ojos.
—y a tí muchacho,se dirige a mi hermano.
A ti tengo que agradecerte mucho,tu sabes el qué.Cuida de tu hermana en mi nombre.
—No te defraudaré.

Nuestro padre sonríe y desaparece ante nuestros ojos.

Finalmente todos juntos partimos hacia nuestras casas.
Estoy deseando ver a mi amor .
Llego a casa y me despido educadamente de todos ,en cuanto se que nadie me ve corro hasta la habitación en la que se encuentra mi amor.
Adriel está igual,con sus ojos cerrados y sus gruesos labios tan pálidos que me da miedo.Compruebo que tiene pulso y le doy un dulce beso en los labios.
Salgo al balcón , necesito que el aire frío me de en la cara.
La luna brilla más fuerte que nunca,me quedo embobada mirándola y recuerdo lo que mi papá me ha dicho.
La miro ,parece que me sonríe y entoces le pido con todas mis fuerzas que Adriel despierte.

En ese mismo momento en un lugar entre la vida y la muerte ,Adriel se agarra con las pocas fuerzas que le queda a la vida.
Se está rindiendo ,no puede más.
En medio de tanta oscuridad observa un destello.
Se queda mirando la única luz que percibe desde hace días..
Y de pronto alguien le agarra de la mano y le hace salir del precipicio en el que se encontraba.
-gracias,dice casi en un susurro
–gracias a ti siempre, hijo.
Esa voz...se pregunta Adriel un poco trastornado.
Cuando puede verle con claridad ni se lo puede creer.
–¿Ankara?
–Si hijo soy yo.
—¿Estoy muerto?
—estas en un lugar entre la vida y la muerte, vengo a devolverte a la vida.
—Ankara yo...
–tranquilo hijo,estoy orgulloso de tí .
Cuida de Anna y apoya a su hermano.
—¿Hermano?
—es una historia muy larga,cuando estés preparado lo sabrás todo.
Anna a pedido a la luna que te salve y estoy aquí para devolverte a él mundo de los vivos.
Le da un fuerte abrazo .

No sabe cuánto tiempo a pasado,abre los ojos .
Se encuentra tumbado en una cama,desnudo de cintura para arriba.
Se mira contrariado,las heridas han desaparecido,se incorpora.
Esta un poco mareado pero en su mente únicamente tiene encontrar a su amor.
Una brisa fría entra por la ventana del balcón.Se dispone a cerrarlo cuando sin esperarlo ve a Anna apoyada en el balcón ,ella tiene el pelo todo echado hacia un lado.Adriel se acerca sigilosamente ,pasa su nariz por el cuello de Anna y ella da un respingo.

No me lo puedo creer,lloro.
Acaricio su cara,sus labios..
—Si amor,soy real.
Lo beso como nunca antes le había besado.
Y entoces el instinto se abre paso,con la luna como testigo.