Capitulo 29

5 3 0
                                    

Escucho una puerta que se abre ,pronto aparece en escena un hombre mayor que los chicos que había conocido,un hombre que jamás había visto con anterioridad,un hombre que tiene la mirada llena de odio.

El hombre se acerca a Adriel ,le dice algo que no logro oír y le da dos bofetadas, posteriormente desaparece del plano de mi visión y vuelve  con una especie de correa de piel con pinchos.
Una correa que no tarda en utilizar.Uno ,dos ,seis ...puedo ver cómo brota la sangre de su espalda a consecuencia del castigo que está recibiendo.
El hombre para y mira hacia donde estoy, automáticamente me agacho.
Espero que no me haya visto,observo alrededor y me escondo en unos matorrales cercanos.
Puedo ver como varios lobos se acercan ,yo rezo para que no me vean o huelan .
Pero para mí sorpresa ante la llegada de los otros lobos ,el hombre también se transforma y se marchan.

No me lo puedo creer,gracias papá.
Digo mirando al cielo y me acerco a la puerta,nada no consigo que se abra.
Voy de nuevo hacia la ventana e intento levantarla con todas mis fuerzas pero tampoco puedo.
Maldigo nerviosa sin dejar de mirar a todos lados. Finalmente decido coger una piedra y lanzarla con todas mis fuerzas hacia la ventana.
He conseguido partir el cristal y me meto através de él,noto como a medida que lo atravieso, pequeños cristales se me clavan en la piel.
Cuando por fin estoy junto a mi amor ,me quiero morir ,no me puedo creer lo que han hecho con el.
—Amor,amor abre los ojos ,tu loba está aquí,estoy aquí.

Él hace un intento de abrir los ojos pero no lo consigue.
Intentó soltar las cuerdas que tiene amarradas a las muñecas,tiro y tiro pero no puedo quitar el nudo.
Busco con la mirada nerviosa,no encuentro nada que me pueda servir.
Corro hacia la ventana para coger un trozo de cristal y con el corto la cuerda,no sin esfuerzo pero lo consigo finalmente.
Los brazos caen inertes a ambos lados de su cuerpo,lo sostengo cómo puedo,pesa mucho y él en su estado no tiene fuerzas para aguantarse.
Como puedo lo pongo sobre el suelo,llamo a mi instinto y cuando soy una loba lo agarro fuerte con la boca para ponerlo sobre mi.
—No te caigas por favor,le suplico.
Y salgo a correr con él a mí espalda.

El guardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora