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Narra Danna;

En cuanto Jorge me dijo lo que estaba pasando inmediatamente llamó a sus guardaespaldas e hizo todo lo necesario para que nos fuéramos hoy mismo de Puerto Rico.

Camino hacia el aeropuerto no emitió palabra alguna y eso me preocupaba, no sabía que era lo que pasaba por su mente.

Al entrar al avión y sentarnos juntos lo observa detenidamente. Estaba nervioso, parecía tener ansiedad.

-La vas a ver.-Suelto segura. Él se voltea a verme y es ahí cuando comienza a llorar.-Amor, no te pongas así.-Lo abrazo y siento como se limpia lágrimas tras de mi.-Estoy segura que esperará por ti.-Me separo un poco de él y beso su mejilla.-Te amo.-Le sonrió y limpio algunas de sus lágrimas.

-Gracias.-Me dice absorbiendo su nariz.-Perdóname, no se que me pasa y tampoco fue mi intención no hablarte.

-Te entiendo.-Sonrió.

Él poco a poco recuesta su cabeza en mi pecho y sonrio. Acercó mis dedos a su cabello y comienzo a hacerle mimos en el.

-Te amo.-Me dice.-Gracias por estar conmigo.

-Yo te amo más.-Digo sincera.-Siempre estaré contigo, pase lo que pase.

(...)

Ocho horas después habíamos llegado a Madrid, cansado, agotados, pero sobre todo ansiosos.

Al llegar ciento de fans nos esperaban, pero Jorge estaba tan ansioso que no les hizo caso y entrelazando nuestros dedos me llevó hacia su camioneta.

-Al hospital Universitario(busqué hospitales en Madrid y me apareció ese así que no se)-Ordenó y el chofer asintió.

Fueron tres horas de camino y en cuanto llegamos Jorge volvió a tocarme la mano.

-Tranquilo.-Le digo mientras caminamos al hospital.

Lo veo asentir y respirar intentando tranquilizarse. Al entrar al hospital nos encontramos con María y al vernos nos sonrió.

-Mamá.-La abraza y cuando lo hace veo su rostro relajado.-¿Ya nació?-Pregunta y María niega.

-Está en sala de parto desde que te hablé, pero ha sido un parto muy largo. Aún estás a tiempo de entrar.-Jorge asintió, pero antes de irse se acercó a mi.

-No te vayas por favor.-Me pide y sonrió.-Te amo.-Me besa los labios y luego la frente.

-Te amo.-Susurró, pero él ya no estaba.

(...)

Dos horas han pasado desde que Jorge entró.

Minutos después hizo su entrada la familia Thomas, joder.

-¿Tú que haces aquí?-Me pregunta Sophia y yo sonrió.

-Eso a ti no te importa.-Niego.

Caminó hacia otra esquina ya que María se fue por unos cafés.

-Por tu culpa se adelantó el parto.

-¿Por mi culpa?-Pregunto.