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(...)

Narra Jorge;

Una semana después, después de estar un mes fuera al fin regresaba.

Me encontraba de camino a ver a mi esposa y celebrar con ella mi día, hoy es el día del padre.

Miró por el espejo y veo a mi pequeña princesa dormir plácidamente. Ha sido un mes difícil para nosotros, pero aún así mi bebita está con vida. La pesadilla aún no termina pero estaré hasta el final con ella.

Mi celular comienza a sonar y contesto a través del auto.

-Hey.-Pronunció cansado.

-Hola mi amor.-Suelta con entusiasmo.-¿Tardas mucho?-Me pregunta y frunzo el ceño.

Danna nunca es de preguntarme cada cinco minutos en donde estoy o si tardó en llegar.

-Mi amor, hace tres minutos me preguntaste exactamente lo mismo.-Rió.-¿Todo bien?-Preguntó.

-Mjum.-Suelta nerviosa.-Es que solo...muero por verte.-Sonrió y niego divertido.

-Créeme que también muero por verte.-Admito.-Estoy a cinco minutos de casa.

-Bien.-Suspira.-Te amo.

-Te amo.-Cuelgo y sonrió.

(...)

-Señor López.

-Hey Sebastián.-Suelto.-¿Podrías bajar el equipaje del auto?

-Claro señor.

Saco a mi bebé del auto y recuesto su cabeza en mi hombro. Aún está profundamente dormida.

Al instante Danna sale por la puerta y sonríe la verme. Corre hacia a mi y al verme con Pauline sonríe, bajo un poco a su altura, besa la mejilla de Pauline y luego me besa a mi.

-Iré a llevarla.

-No te preocupes, yo voy.

-¿Qué pasa?

-Es una sorpresa.-Me sonríe y niego.-Ya se que no te gustan las sorpresas.-Dice viéndome.-Pero realmente debía hacerlo.

-Está bien.-Le sonrió.-¿Te espero aquí?-Ella asiente y luego de cargar a Pauline se pierde de mi vista.

Varios minutos después Sebastián se aparece y me sonríe.

-¿Cómo ha estado todo por acá?-Preguntó respirando aire fresco.

-Todo bien señor.-Admite.

-¿Nadie ha venido?-Preguntó con curiosidad.

-Las chicas, pero más el señor Bernardeau.

-¿Miguel?-Preguntó con el ceño fruncido.

-Si.-Sonrié.-Ha estado la mayoría del tiempo aquí, en ocasiones se queda.

Me muerdo el labio inferior con fuerza.

Se que son amigos, se que no debo sentirme así, pero...¿por qué Danna no me lo dijo?

-Mi amor.-Suelta Danna llegando hacia a mi.

Me sonríe y sin más preámbulos me abraza con efusión. Le devuelvo el abrazo hundiendo mi rostro en la cavidad de su cuello.