Capítulo. 33. ¿Por qué ahora?

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Hola soy yo otra vez ¿Cómo han estado? Espero se estén cuidando en esta pandemia. Y pasen un grandioso inicio de año con sus seres queridos.

Como siempre los invito a leer mis demás trabajos, y a comentar siendo respetuosos.

Disfrútenlo

YYY

Capítulo. 33. ¿Por qué ahora?

Frank tomó sutilmente la mano de Guillermo, para transmitirle tranquilidad.

─ No vinimos a pelear.

─ Entonces supongo que finalmente decidieron hablar con nosotros  ¿Para qué, exactamente?

Frank presionó la mano del albino a su lado, en un gesto que todos los presentes conocían a la perfección. Estaba nervioso y buscaba apoyo.

─ Hablen de una jodida vez o me largare por esa puerta y no volverán a saber de mi

Advirtió Alejandro, siendo completamente sincero pues el menor de los presentes ni siquiera se había quitado su chaqueta, supusieron que para salir lo más rápido posible. Su mejor amigo comenzó a darle sutiles toques de espalda, en un claro gesto de apoyo silencioso.

─ Vinimos a disculparnos

Fue lo que Frank dijo, rompiendo la poca estabilidad de Alejandro y Samuel, pero fue el primero quien se exaltó.

─ ¿Disculparse? ¿Disculparse? ¿Cuántos años han pasado de toda esta mierda? ¿No fueron ustedes quienes luego de mandarnos a tomar por saco, comenzaron a ignorarnos? ¿Por qué son tan capullos como para venir aquí luego de tantos años? ¿No nos hirieron lo suficiente ya?

─ Alex, por favor. No hables cosas que no entiendes, nuestra intención no es lastimarlos, aun los estimamos mucho…

Ahora el de ojos azules se rio irónicamente.

─ ¡Pues se nota a leguas el cariño, quiéranme menos!

─ ¡Que te calles enano del infierno y nos dejes hablar!

Samuel de Luque tuvo suficiente de aquello, luego de que Guille tratarse así a Alexby. Se levantó para sentar al de ojos azules y una vez lo hizo, miró al albino de forma desafiante.

─ Te dije que te calmaras, Guillermo Díaz.

─ Pero Alexby igual…

─ Todos vamos a sentarnos, hablaran lo que tengan que hablar, les prometo escucharlos y a cambio, ustedes desaparecerán de nuevo de nuestras vidas.

Sentenció con ese tono que usaba para dejar claro que no había opcion a replicas. Alejandro se sentó, resignado, lo que los demás también hicieron.

─ Bien, Tal vez es cierto que nosotros iniciamos una relación a sus espaldas, solo que en ese tiempo yo me sentía mal porque Samuel no formalizaba nuestra extraña relación ¿De qué servía amarnos si no formalizamos nada? Yo quería un noviazgo con todas sus letras. Así que, en mi necesidad de charlar con alguien comencé una amistad más cercana con Frank, quien era muy atento conmigo, siempre ahí para mí. No pude evitarlo y me enamore de él.

─ ¿Por qué no hablaste conmigo?

─ ¿Te crees que no lo intente? Solamente sabias escuchar si era para que te adularan. Yo me quede en el limbo porque no me eras infiel pero nunca pudiste escucharme más allá de lo que querías escuchar.

Sí que Samuel sentía que valoró mal aquello, lo tachó de amor no correspondido y como que Willy solamente lo utilizó como un experimento sexual, pero realmente fue que fue un lento que no quiso darle nombre formal a una relación sexual de dos años, hiriendo al albino al punto de mejor buscar la seguridad que él no le dio en esos años.

─ ¿Y tú que tienes que decirme, Staxx?

─Oh Alex, lo mucho que te amé. Lo juro que no supe lidiar con el hecho de estar cayendo por Willy, porque no sé, me gustaba mucho. No pude evitar dejarme llevar a pesar de que no eras un novio terrible, aquí únicamente fue que me enamore de alguien más con el tiempo y no tuve el valor de decírtelo. Ni cuando comenzaste a notar esos cambios en mi forma de tratarte, y me preguntabas. Porque incluso comenzaste a preguntarme tranquilamente las cosas, para hablar con madurez, yo fui un tonto que no supo sino fallarte. Tenía miedo de perderlos, no podía quedarme con ambos pero eso era en el fondo lo que quería. Hasta que decidí tomar una decisión. Por tal motivo, finalmente terminamos con ustedes para luego irnos una tiempo de la cuidad. Yo solamente se pedirte perdón, por no decirte nada en tanto tiempo, ni mucho menos por haberte fallado.

Alejandro odiaba mucho la habilidad con la que ese hombre azabache le hacía bajar la guardia, como podía hacerlo sentirse extraño o sentir empatía por él.

─ ¿Por qué ahora? Han pasado años…

Frank y Guillermo se miraron con intensidad entre ellos, para posteriormente mostrar la mano del albino, donde yacía una sortija con un diamante en el medio de su dedo anular.

─ Estamos comprometidos…

Ya llevaban años siendo pareja, no era como si no lo supieran. No era desconocido para ninguno de los dos mejores amigos que estos dos los dejaron para iniciar una relación entre ellos, entonces no comprendían porque les dolía, a pesar de haber pasado tanto.

─  …Y vinimos a invitarlos a la boda.

Fue lo que dijeron para dejar en la mesa delante de ellos, lo que efectivamente eran invitaciones a su boda.

YYY

¿Qué pasara? Lo veremos en el próximo capítulo. 34. Malditas invitaciones de boda

Las flores bajo la nieve [Rubegetta] (resubida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora