Las flores bajo la nieve [Rubegetta] (resubida)

Capítulo. 44. Considerando dar un paso interesante

Hola soy yo otra vez ¿Cómo han estado? Espero se estén cuidando en esta pandemia.
Como siempre los invito a leer mis demás trabajos, y a comentar siendo respetuosos.
Disfrútenlo

YYY

Capítulo. 44. Considerando dar un paso interesante

Para Rubius la boda había sido lo máximo por eso aún estaba ahí, en la soledad de su casa preparando el postre del día de hoy, bailando escuchando en su lista de reproducción la canción que había bailado con el mayor, donde incluso recordaba haberse dado permiso de hundirse el su poderoso pecho con tal de buscar calor corporal junto con su delicioso aroma, donde ignoró a los curiosos e incluso a los dos pares de ojos verdes que acababan de casarse, quienes no pudieron evitar mirarlos de vez en cuando, pero a Rubius nada de importó en aquel baile. Esto lo tenía tan en las nubes. Se la vivía fantaseando con ese guapo  recuerdo de ojos amatistas y cabello negro. Al que de hecho, por estar emocionado, le estaba preparando un delicioso pastel.
Hoy sería un pan de vainilla con cubertura de chocolate pero con decoraciones de mini bombones por todo el pastel. Estaba especialmente inspirado esa mañana. No quiso admitirlo ni pensar mucho en eso, pero estaba seguro que su inspiración tenia nombre y apellido. Solo que sería un secreto aquello de que quería volver a verlo lo más pronto posible.

YYY

─ ¿Y al final mojaron el churro?

Fue la pregunta indiscreta que recibió el doctor de parte de su mejor amigo, el psicólogo impertinente que solo parecía experto en arruinar su emoción. Llegó muy contento a platicarle lo bien que se la pasó en la boda con su querido Rubius pero al final todo se fue al traste cuando le dijo aquella pregunta con esa mirada picara irritante que le desesperaba.

─ ¿Pero ya vamos ver chaval ya vas empezar con el bobeito?

El mejor amigo del doctor únicamente se encogió de hombros, con desinterés.

─ Si bueno, al final se ve que no pasó nada interesante porque si no, no estarías tan delicadito con el tema. Demonios ¿Al menos se besaron?

─ No se besaron, me debes diez euros.

Llegó Alejandro con la mano estirada hacia su amigo de piercings quien hizo un gesto de derrota mientras sacaba el dinero para ponerlo en la mano de su amigo de ojos azules.

─ Pero hay que ver que aburridos del coño, ni besos ni follaron ¿Entonces para que fueron juntos?

─ A bailar y ser como dos colegialas enamoradas entre los invitados.

─ Si, estoy de acuerdo con mi Alesby bebé, eso estuvo aburrido par de raritos, yo creí que entre su baile iban a besarse pero no, ninguno hizo nada al respecto pese a que tenían cara de quererse comer el morro.

Samuel se sonrojó pero frunció el ceño también.

─ ¿Apostaron a ver si me besaba con Rubius?

─ Si incluso Fargan apostó que se irían a follar como conejos pero acaba de perder el muy idiota 20 euros.

─ ¡¿No notan que esto está muy mal?!

─ Y que lo digas tío, sí que están mal si no un besito se han dado.

─ Si, en eso si están los dos muy jodidos, eh.

─ Ya, ya los tres, no es como si ustedes ya se hubieran besado o algo por el estilo.

─ Yo ya le comí todo el morro a mi niño, y salgo con él constantemente a mí no me puedes reclamar nada.

─ Alesby y yo nos besamos en la boda.

El aludido golpeó con un codazo las costillas del guapo guardia de seguridad para que se callara. Aunque no pudo evitar pasar a ruborizarse ante la mención.
Esto dejó helado a Samuel.

─ No me están tocando los huevos ¿verdad?

─ Si, ninguno te está mintiendo, nosotros al menos ya llegamos a la parte de comerle la cara al otro. Ustedes ni eso, y eso que iniciaron esto casi poco después que Alejandro y mira que yo creí que el niño seria el ultimo. Por aquello de que es muy orgulloso.

─ No me estés metiendo a mí en tus cosas raras, todavía no accedí a ser su novio ni nada. Solo fue un beso.

─A como me contó Rubius, fueron varios y uno que otro parecía que querían explorar las amígdalas del otro.

─ ¿Ese cabrón te contó?

─ Pues me llamó gritando emocionado, diciendo que le debía yo 10 euros.

─ Ese hijo de puta me las va a pagar todas juntas cuando lo vea al cabrón.

─ Ya, ya esas boquitas estamos en un hospital tengan consideración de los pacientes.

─ Pero en lugar de pensar en nuestras boquitas, deberías de centrarte en la boquita de cierto noruego que te pide a gritos que le des unos buenos besos.

─ Si tío, lo piensas demasiado, te puedo asegurar que si buscas el momento adecuado y le robas un besito, no te dirá nada.

Aunque De Luque se fue de ahí fingiendo que eran unos tarados todos, pues sí que le quedó rondando en la mente la idea de ese beso.

YYY

¿Qué pasara? Lo sabremos en el próximo capítulo 45. ¿Cómo se roba un beso?