Capítulo. 31. Afrontar

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Hola soy yo otra vez ¿Cómo han estado? Espero se estén cuidando en esta pandemia.

Como siempre los invito a leer mis demás trabajos, y a comentar siendo respetuosos.

Disfrútenlo

YYY

Capítulo. 31. Afrontar

─Eres un completo gilipollas subnormal si crees que yo participare en esa estupidez.

─ No me hables así te estás pasando chavalito.

─ ¡¿Cómo no quieres que te hable así, coño?! Te falta un tornillo si crees que yo quiero pasar por eso de alguna forma.

─Alejandro…

─No, Alejandro mis huevos, pensé que me habías invitado a tu casa a relajarnos, no a discutir que te estas volviendo loco ¿Estas imbécil? No permitiré que me arrastres a tus gilipolleces.

Dijo el interno ahora ahí sentado a la mitad de la sala de su mejor amigo, al tiempo que sacaba sus palillos de la comida china que habían ordenado y estaban comiendo. El de ojos amatistas se lo veía venir, que aquello seria súper difícil. Sin mencionar que saldría insultado de a gratis, como solía hacerlo seguido porque el menor de ellos era especialmente enojón. Por lo que, necesitaría la mayor parte de su paciencia.

─ Alex, tal vez no quieras escucharme pero Auron tiene razón, también Rubius. Esto nos traspasa porque se los permitimos, nos vieron débiles, se burlan de nosotros, nos lastiman. Son unos traidores horribles, pero sino cedemos en esto, no estaremos tranquilos, lo sabes pero tienes miedo de tenerlos en frente de nuevo ¿cierto? Sé que amaste mucho a Frank…

Alex volvió a lloriquear, al tiempo que golpeaba el sofá donde tenía sus palillos con los que comía su comida, deteniendo el monologo de su amigo.

─ Está bien, si tanto insistes iré, porque nadie dirá que Alejandro Bravo es un cobarde.

Samuel sonrió muy contento.

─ Si bueno yo sabía que mi amigo por muy pequeño que fuera, no podía ser un niño cobarde.

─ Pero no tan rápido De Luque, quiero algo a cambio.

Sonrió contento Alejandro a lo que el mayor se veía venir algo extraño.

─ ¿Qué es lo que quieres?

─Invitaras al subnormal noruego a una cita.

Samuel de Luque se puso rojo ante la mención de Doblas.

─ ¿Eres tontito o que hombre?

─Yo no iré sin la condición de una cita con Doblas.

─Ya ¿Y por qué no me mejor sales tú con Fargan?

Dijo como queriendo poner nervioso al otro, pero este aunque se sonrojó, no se alteró.

─Yo ya cumplí con mi parte de la apuesta con David.

─Ya bueno, otra cita.

─Aquí el que me está obligando a ir a eso eres tú, quiero que valga la pena.

─Bien, está bien, de acuerdo.

Alejandro Bravo sonrió con superioridad cuando se salió con la suya.

YYY

Ahí en la mitad de una cafetería muy retro, con aire de local de los ochenta, una cerca de donde estaba la preparatoria donde estudiaron Alex, Samuel, Frank, y Willy aunque claro, cada quien en su grado y año; estaban Willy y Frank sentados uno al lado del otro, esperando a los otros dos, en la mesa donde solían reunirse todos juntos cuando eran jóvenes.   

Ese sitio les traía mucha nostalgia a todos, pero para Alex era una tortura desde lo ocurrido con esos dos, par de traidores, por lo que no había pisado ese sitio desde lo ocurrido ese día, que estuviera ahí lo molestaba sobre manera. Ahí estaba Samuel también y aunque le era menos incomodo que a Alex, aquello le dolía de igual manera. Cuanto quiso a Guillermo, para que este le hiciera mierda el corazón de esa forma tan cruel. Pero estaban ahí para cerrar esos ciclos que tantas heridas les causaron, ninguno lo admitiría pero también en parte lo harían porque los fantasmas de estos dos, eran los que les impedían avanzar algo con las personas que querían.

─ Bienvenidos.

Fue el saludo de Frank quien les sonrió muy contento por fin tenerlos de frente más cuando por fin se sentaron, delante de ellos.

─ Yo pensé que no iban a venir.

Fue el comentario de Willy.

─ Si bueno, no teníamos porque no venir, no es como si les temiéramos o algo. Chiqui.

Fue la respuesta acida de Samuel ante el comentario que molestó a ambos.

─ Solamente no queríamos venir para ver tu cara, que sigue igual de fea, chino.

Fue lo que dijo Alex a lo que el peliblanco le miró con mucho odio y una sonrisa malvada.

─ Eso no es lo que dice Frank cuando me besa y hace el amor.

Dijo para pegarle la frente en la cara a Alejandro, a lo que este hizo lo mismo.

─Bueno, porque después de mí, el cabrón perdió el buen gusto.

─ Willy, ya compórtate.

─ Alexby, no vinimos para estos teatros.

Ambos aún se miraron intensamente pero se comportaron.

YYY

¿Qué pasara? Lo comenzaremos a saber en el capítulo 32. Los sentimientos de los ojiverdes

Las flores bajo la nieve [Rubegetta] (resubida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora