Hola soy yo otra vez ¿Cómo han estado? Espero se estén cuidando en esta pandemia.
Como siempre los invito a leer mis demás trabajos, y a comentar siendo respetuosos.
Disfrútenlo
YYY
Capítulo. 49. Un acuerdo con Samuel
Samuel de Luque vivía en una nube de felicidad. Un beso intenso con su osito, fue tan irrealista que de verdad estaba dudando que sinceramente ocurrió. Cuando su realidad le golpeó. Literalmente.
─ ¿Dónde cojones has estado? Me tienes llamándote como subnormal ¡Llevas una media hora perdido y haces falta! Hay que ser imbécil para dejarme morir solo de esa manera, me cago en la leche.
Dijo el pequeño de ojos azules, era hermoso pero con mal carácter. Eso sinceramente, era parte de su encanto. Más Samuel estaba tan en su nube de nuevas posibilidades, que ni iba discutiendo con su amiguito. Quien no era tonto, notó que algo raro se traía su amigo de ojos amatistas, sobre todo en eso de que por más que lo insultaba, no le respondía para defenderse o para regañarlo por su lenguaje. Sin mencionar que su amigo de ojos amatistas, tenía el cabello negro todo hecho un desastre y los labios rojos.
─ Dime de una vez, ¿te perdiste con Rubius?
Eso alertó, al mayor.
─Pero bueno hay que ver chaval ¿Por qué piensas eso?
Alex hizo un gesto fastidiado.
─Porque no soy un crio tonto, es obvio por favor no insultes mi inteligencia.
─Vale, está bien. Es posible que cierto osito de ojos verdes hermosos, y labios regordetes, tuviera que ver.
─Si lo sabía, tú divirtiéndote por ahí con Rubius, y yo con una bronca.
─Ni me digas nada, porque yo sé que cuando te desapareces esos diez o quince minutos, andas por ahí; besándote con cierto guardia de seguridad.
─ ¡¿tú como sabes?!
─Auron los vio.
─Claro, si tenía que ser ese calvo toca huevos.
─eh, eh, eh ya chaval que estamos en un hospital, cabezón.
─Lo único que si me tiene contento, es que por fin se te ve más contento. Desde lo del chino feo...pues no habías sido tú mismo en mucho tiempo. Estas más radiante cada vez. Eso está bien.
El más alto de los dos, le sonrió con cariño.
─A mi también me alegra que estés por fin dejándote querer por ese tipo que aunque deschavetado, es buena gente. Te quiere demasiado, de eso puedes estar tranquilo.
Alexby le intentó hacer un gesto irritado, mas su sonrisa estaba ahí, estorbando en su intento en fingir que aquello no lo tenía feliz, sino más bien fastidiado.
─Si pues una cosa puedo decir a favor del loco Rubius, aparte de que sabe hacer unos pasteles de la ostia, es que se nota que aunque le cuesta aceptarlo y también es un real cabroncete, te quiere mucho.
Samuel rememoró esa hermosa carita, de ese bello chico que le volvía loco.
─A mi también, me gusta mucho mi osito.
Para De Luque, un futuro con su osito, no sería nada lejano; o al menos eso esperaba.
YYY
─Hola, chiqui.
Fue el saludo del mayor, cuando al día siguiente. Rubén entró en su oficina, con su típica cajita de su postre. Lo ayudó, a apropósito, a quitarle la cajita de las manos. Lo hizo de tal manera que acarició las suaves manos de su querido noruego.
─Tu piel es hermosa, me encanta.
Para darle un beso lento, en el dorso de la mano. A Rubén el impulso de hablar con su querido Samuel; se fue al trasto en cuanto pudo, volvió a unir sus labios en un beso. Raúl le advirtió, que si el Samuel regañón le encantaba, el De Luque modo coqueto lo iba a matar. Cuando se separaron por aire, Rubén decidió que era el momento para hablar.
─ Tengo algo que hablar contigo... no te va a gustar.
─Si es sobre qué vas a seguir trayendo más postres aquí, pues te diré, que...
─Escúchame joder.
Tras aquello le agarró del cuello a su querido doctor para que lo mirara.
─Está bien, dime que es.
─Pues...hace tiempo hice algo para ayudar a Nieves...ese algo es peligroso, me metí en un buen lio. Más si era por ella, no importaba nada para mí. No te puedo decir lo que está pasando...solo Auron lo sabe, ni mi querido Luzu lo sabe...por eso, no puedo decirte. Lo que puedo decirte es que...yo quiero salir contigo, en serio que si, a pesar de tus broncas de viejito amargado, me encanta salir contigo. Mas públicamente no puedo...si jodo todo porque me ven contigo, me sentiré como la peor mierda del mundo. No puedo dejar que todo se vaya al carajo porque no quiero perderte...quiero salir contigo...más tampoco quiero perder a Nieves...o la pastelería... por eso, vengo a pedirte una cosa que es estúpida, dudo que quieras...no te forzaré pero...me harías muy feliz si lo hicieras...
─ ¿Qué es, osito?
─ Que salgas conmigo, pero sin que nadie fuera del hospital lo sepa. Que nada más personas de confianza lo sepan.
Eso dejó helado a Samuel. Él quería tanto a ese chico que estaba punto de ponerse a llorar entre sus brazos. Le vino a medio contar un secreto importante, sin mencionar que prácticamente le admitió que le gustaba, que quería estar con él. Que quería salir, en serio se notaba que se esforzaba por demostrarle que lo quería lo suficiente, para admitirle que no lo quería perder.
─Ya... dime una cosa, chiqui.
─ ¿Si?
─ ¿Eventualmente podremos salir juntos con normalidad?
─No será rápido, mas chi.
Samuel sonrió con ternura ante el puchero del repostero.
─ Bien, entonces con eso tengo por ahora.
─ ¿Eso quiere decir...?
Preguntó ilusionado su querido Doblas.
─Pues serás tontito, es obvio que sí.
Ante eso, Rubén se sintió en la libertad de atraparlo entre brazos, para acercarlo para darle otro beso, aunque más sencillo.
─ Si lo que quieres es festejar que semejante hombre guapo ahora sale contigo, pues yo diría que el beso debería de ser así.
Antes de que su osito pudiese contestarle, le dio un beso demandante, que les hizo perder el hilo de todo a su alrededor. Nada sabía mejor que la boca de Rubius. Quien para él, los besos robadores de cordura de Samuel, eran muy buenos.
YYY
¿Qué pasara? Lo sabremos en el próximo capítulo 50. Una nube rosa
si, si ya me di cuenta que falta un capitulo. Lo subiré la próxima lo prometo. Que por cierto tengo un anuncio importante, deberían leerlo.
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Las flores bajo la nieve [Rubegetta] (resubida)
RandomWattpad se cargo mi cuenta de shipps de karmaland entonces re publicare aqui todo. Perdon las molestias. Rubén Doblas, estaba desencantado del amor. Cuando era joven vivió un desamor tan horrible que le dejó huellas imborrables en su corazón. En es...