Capítulo. 43. Empeora

227 49 23
                                    

Hola soy yo otra vez ¿Cómo han estado? Espero se estén cuidando en esta pandemia.
Como siempre los invito a leer mis demás trabajos, y a comentar siendo respetuosos.
Disfrútenlo

YYY

Capítulo.  43. Empeora

Nieves vomitó flores en el inodoro como si no hubiera un mañana. Sangre con pedazos su alma, lagrimas corrían por sus mejillas cada que hacia el esfuerzo. El sabor férreo de su sangre junto con el sabor de los pétalos, cada día más marchitos. No hacían más que recordarle que su final estaba cada día más cercano. Estaba a nada de irse de este mundo. Dejar todo y a todos atrás.
Ella empeoraba inevitablemente, no podría detenerlo. Ella juro que iba a casarse con ese fantasma, que sería feliz al lado de la persona que la amaría toda la vida, no pudo evitar sentirse mal internamente al saber que por fin Lana y Mónica se casarían, las envidiaba. Mucho, porque eran felices juntas, eran el vivo retrato de lo que perdió, verlas juntas le traían recuerdos amargos para su pobre corazón, recuerdos que la marcarían de por vida.
Por eso, aprovechando que Rubén no llegaba, lloraba amargamente por sentirse una carga, por no poder superar el enorme amor que aun llevaba dentro de ella, ese amor que iba a matarla lentamente sin que pudiera evitarlo. Estaba empeorando, moriría pronto. Por fin dejaría de ser una carga, pero eso no quitaba que su mejor amigo estaría solo. Por eso quería verlo feliz. Enamorado de nuevo, vivir fuera de estas 4 paredes que lo acorralaban. Seria libre.
Ella sabía que tarde o temprano, él tendría que aceptar que ella moriría, en ese momento él podría romper el acuerdo que hizo para salvarla. Ese acuerdo que lo mantenía atado a mentiras que ella se encargó de solventar, en su desesperación lo dejó hundirse de aquella forma, no sabía que pasaría solo sabía que debería de protegerlo antes de que esa mujer quisiera hacerle otra cosa.
No estaba de acuerdo, pero ella sabía que si seguía empeorando, deberían revelar ese secreto. Deberían de prepararlos para la cruel realidad, porque en el momento en que ella muriera, en ese momento él tendría que lidiar con todo, incluido lo legal y necesitaría de alguien quien pudiera dejar todo listo.

/Puede que mi osito me odie, pero deberé ayudarlo porque no me queda mucho tiempo, él deberá revelar el secreto pronto y tomar medidas con respecto a la cafetería/

YYY

─ ¿Entonces quieres confesarme algo?

Preguntó la Morena atractiva, quien iba a visitarla seguido y acababa de salir con su sesión con Raúl, quien le informó que Nieves necesitaba hablar con ella.

─ No es tanto una confesión…como consultarte algo…como abogada.
Eso dejó en completo shock a la más alta de las dos.

─ ¿Tienes algún problema legal?

Nieves asintió levemente.

─Algo así.

─ ¿Me puedes explicar con calma por favor?

─ No lo hare sin que digas que no le dirás a nadie lo que está pasando aquí. Por favor.

─ Bien, como tu abogada, pues esto será confidencial, soy profesional y eres mi cliente.

La pelirroja sonrió dulcemente.

─ Gracias Moni, es un gusto poder contar contigo.

─Si bueno, deja de darle vueltas al asunto.

─Mira Mónica, seré directa. Estoy cada día peor y moriré.

Eso puso visiblemente mal a la mayor.

─ Oh vamos, Nieves…

─Por favor déjame continuar. No me interrumpas, por favor.

─ Está bien, habla pues.

─ Entonces yo me enfermé pero como recordaras, cuando yo conocía a Rubius no solo huía de la decepción amorosa más horrible de su vida sino que además huía de esa mujer tan horrible que lo atormentaba. Él no quiso ser nunca lo que ella dijo, por eso al final terminó alejándose de la familia. Pues ella nunca lo apoyó y menos cuando supo que era homosexual. Por eso con nuestro sudor de los 3 levantamos el local; mas sin en cambio, cuando me enfermé, Rubius se la vivía cuidándome y las medicinas no eran baratas. Este es de los pocos hospitales donde se dedican a tratar mi enfermedad, por ser muy rara. Rubius consiguió un seguro médico, a través de hacer una trampa legal.

Mónica abrió enormes sus ojos al ver la sortija en el dedo de Nieves, quien jugaba con él.

─ No me digas que….

─ Soy legalmente la esposa de Rubén Doblas. Yo no quería apoyar esto pero…yo estaba cada día peor y verlo vender todo lo que tenía en el departamento, como sus colecciones o pinturas, nada estaba conservando para poder pagar por eso acepté, para aligerar su carga pero…no sé cómo la mujer esa se enteró que Rubius estaba casado con una mujer y por eso, dijo que si iba a redimirse entonces aparte de mantener un matrimonio heterosexual debería de alejarse lo más posible de la cafetería, a cambio ella la mandaría una buena mesada. Que ayudaría a cubrir con sus gastos, y los míos. Y él aceptó, vendiendo su alma al diablo. Por eso tiene miedo de que esa mujer se entere de que se está enamorando de otro hombre o peor, que quiere volver a la cafetería a hacer lo que ama y en lo que es muy bueno. Por eso, quiero ayudarlo a estar tranquilo.

─ ¿Cómo harás eso?

─ Protegeremos la cafetería, dándosela a alguien de confianza que en cuanto yo muera, se la devuelva a Rubius y de paso, lo hare el único heredero de todos mis vienes, en mi testamento. Ayúdame a protegerlo, por favor.
Suplicó ahora con lágrimas en sus ojos la pobre Nieves, quien le tomó la mano a su amiga Mónica lo mejor que su débil agarre le permitió.

─ Yo te ayudare, lo prometo.

YYY
¿Qué pasara? Lo sabremos en el próximo capítulo 44. Baile lento

Las flores bajo la nieve [Rubegetta] (resubida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora