Capítulo. 23. Me hizo falta su consuelo

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Hola soy yo otra vez ¿Cómo han estado? Espero se estén cuidando en esta pandemia.
Como siempre los invito a leer mis demás trabajos, y a comentar siendo respetuosos.
Disfrútenlo

YYY

Capítulo. 23. Me hizo falta su consuelo 

Ahí estaba Auron quien salió ese lugar dejando solo a Rubius para ir a abrazar a Luzu en un sitio más privado. Sabía que a su niño le haría enorme falta un abrazo para consolarlo. Lo que Luzu utilizó fueron todas sus fuerzas para ocultarse entre los brazos ajenos muy contento de sentirse protegido ahí, como si nada en el mundo pudiese tocarlo estando ahí o que no importaría nada porque pese a tener el peor de los días, tendría el consuelo de aquel hombre tan genial que le puso la vida en el camino.
Tal vez su vida era una mierda pero mientras pudiera estar ahí escondido, todos sus males parecieran lejanos.

─ ¿Ya estas mejor mi niño?

Preguntó con ese tono de voz tan delicado pero varonil que le invitaba a pasar la eternidad ahí entre esos brazos, llenándose de la fragancia ajena y dándose permiso de derrumbarse únicamente porque estaba seguro de que el psicólogo lo ataparía.

─ Me quiero quedar otro poco así, por favor…

Murmuró ahí en su auto proclamado lugar favorito en el mundo. El de bata simplemente se rio grave, dándole un agradable escalofrió a Luzu.

─ Lo sé, estar en mi pecho es la ostia porque soy genial.
Luzu gruñó pero no se movió de su posición.

─ Cállate y no arruines el momento, Auroncito.

Raúl se rio de nuevo, pero no dijo nada y siguió abrazando a Luzu.

YYY

Alex salió de la habitación solamente para ir a ver a Rubén, pues se quedó preocupadísimo por el chaval. Cuando lo hizo, casi se murió cuando a lo lejos pudo distinguir a Luzu en los brazos de Auron. Estuvo a punto de burlarse y seguramente lo haría después pero ciertamente, en ese día tan de mierda a veces esa fortaleza de la que presumía no le servía de nada. Sus amigos estaban hechos mierda todos, esa situación era de por si delicada y jodida de por sí, con Nieves muriendo inevitablemente que cualquier cosa por pequeña que fuese podía demostrar la inestable base en la que estaban parados. Esos días eran especialmente duros y una mierda. Envidiaba a Luzu, al menos él tenía quien lo abrazara para hacerlo sentir mejor. Él extrañaba a veces todavía esas cosas, Frank abrazándolo con adoración para calmarlo y hacerlo sentir apoyado.
En eso, en la tristeza de sus ojos, no pudo evitar pensar que en estos momentos preferiría más que otra cosa, tener a Fargan detrás de ´él, sonriéndole y diciéndole “Alesby” para intentar consolarlo en ese día tan de mierda y horrible. No iba a aceptarlo, jamás lo haría. Pero realmente extrañaba mucho a David y en estos momentos era como si más la vida se lo recordara. Que de verdad era hilarante, pero no mostraría debilidad, no sería el idiota frágil que alguien debía consolar, no de nuevo.

YYY

Rubius estaba en ese sitio sintiéndose como el demonio, que la vida lo odiaba y el destino parecía coincidir con él en eso de que sus acciones eran de lo peor. Por eso no recibía más que puras porquerías.

─ ¿Cómo te sientes?

Preguntó una voz chillona en la entrada del consultorio de Auron.

─ Esa es una pregunta muy estúpida, mas viniendo de ti, Alex.

─ Tienes razón, más bien debería de preguntar ¿Qué cojones estás haciendo aquí en lugar de ir ahí a calmar a Samuel que está hecho polvo?  Nieves está mal también y en lugar de arreglarlo sigues aquí auto lamentándote cual gilipollas. Haz algo macho porque verlos así me hace sentir del coño.

─ ¡Yo también estoy hecho mierda, coño!

─ Samuel estuvo ahí para ti, cuando te derrumbaste. Se merece todo el puto amor del mundo, que vayas a buscar consuelo en sus brazos y a la vez le des alguna jodida seguridad porque tiene aguantarse todas estas porquerías.

─ ¿Por qué coño crees que necesito un abrazo y que me consuele?

El de ojos azules se encogió de hombros.

─Joder tío, no estamos hechos de puta piedra. Nos duele y es normal querer un abrazo de los que queremos. Hasta Luzu busca refugio en los brazos de Auron, entonces ¿Por qué si esta mamadísimo no quieres un abrazo de Samuel? Es ilógico.

─ Me lo dices todo esto porque el que necesita un abrazo de Fargan es otro.

─No me estés tocando las narices y ve con Samuel, de verdad lo necesita.

Se le quedó mirando fijamente y pese a que realmente quiso negarse, la verdad era que necesitaba con urgencia un abrazo confortable y reparador. Por eso, pese a su renuencia salió del consultorio del calvo para ir a buscar al doctor de ojos amatistas.

─ Tú también déjate de hacerte  gilipollas y ve con David.

Fue lo último que dijo antes de irse corriendo de ahí pues saber que De Luque la estaba pasando mal, lo hizo sentir más culpable de ser eso posible.

YYY

¿Qué pasara? Lo comenzaremos a saber en el próximo capítulo 24. Puedo ofrecerte mi amistad.

Las flores bajo la nieve [Rubegetta] (resubida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora