Jeon Jeongguk es un joven revolucionario que busca dar su grano de arena acerca de las injusticias que atacan a su pais, pero mientras luchaba, no se le pasó por la mente lo que su sentido por lo justo, pusiera en su vida a alguien tan especial.
-J...
IDFC: Capitulo largo, perdón, no supe como cortarlo.
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Narración JungKook
Un mes y medio después
Abro la puerta de la casa de Felix, paso dejando mis zapatos afuera y para vaciar mi aliento en el ambiente, dejando caer de mi hombro el bolso pequeño, miro a mi alrededor para ver el bonito lugar decorado, los muebles van de negros a blancos, no hay mas colores, uno que otro toque dorado leve, pero me gusta, es algo sofisticado a mi gusto, lo tendría en mi casa.
Una foto de nuestra cita de hace un mes en el parque, brilla en un discreto cuadro en una mesa esquina, al costado tiene un pequeño bonsai de plástico y una velita, mi pololo es muy aesthetic. Voy hacia ella para verla mejor..
-¿Amor eres tú? - Volteo para ver salir a Felix de la cocina con un uslero en alto, al verme suspira, echando su cuerpo en su sitio, para dejar este donde estaba.- Se me llegaron a mover los intestinos.
-Te cagaste en pocas palabras.- Digo, yendo a su encuentro, en donde le sujeto la cintura para darle un húmedo y casto beso en los labios.
-Mh, si, es que nunca vienes sin avisar, o vienes si no es para dormir.- Yo le regalo una simple sonrisa, otra vez ahí una aguja dentro.
-Era el otro Kook, es una sorpresa esto.- Susurro no del todo convencido, para apuntar con mi pulgar el bolso que yace junto al sofa negro de cuero, luego giro mi cuerpo hacia el, metiendo las manos en mis bolsillos, brindando una nueva especie de sonrisa apretada, formando una linea en ella.
-Y eso.
-Son... un par de cosas mías, ropa, cepillo, boxer, no sé.- Llevo mis uñas hacia mi nuca en donde la froto, bajando la vista, mascando mi labio, si bien no le estoy dando la importancia que a él le gustaría, hago mi mejor esfuerzo.- Pensaba en ir de a poco trayendo mis cosas, mamá está de acuerdo.
-¿Y tú lo estás? - La pregunta me toma por sorpresa, es ahí donde conectamos nuestras miradas, y tengo en la lengua un "No sé" pero en cambio proceso bien si es la respuesta que quiere
-Por algo estoy trayendo mis cosas ¿No? - Murmuro bajo en su lugar, sin darle una respuesta concreta, más bien divagando, antes de que pregunte más, ya me estoy dando la vuelta para agarrar mi bolso.- ¿Me harás un espacio en tu cajón? - El abre los ojos sin poder creerlo, si, en verdad yo tampoco, en verdad está pasando, pero estoy más seguro de que me gusta lo que me disgusta.
-Si, obvio, ven.- Está aún metido en su asombro, y lo entiendo, después de ya cuatro años, el mamón de su pololo se está atreviendo a más, pero estoy tratando de dar lo mejor, lo prometo.