■Capitulo 12■

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Narración JungKook 

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Narración JungKook 


Llevaba en mis brazos cerca de cuatro botellas de vodka blanco, el Gabbo a mi lado otras cuatro del negro, el Leroi con los jugos y finalmente TaeHyung adelante cargando un pack de cerveza en una mano mientras que en la otra buscaba las llaves para entrar en la casa de YoonGi, al adentrarnos, este último y JiMin estaban pelando tres kilos de naranja y vaciando en un recipiente gomitas, ya en la mesa se encontraban cinco gatorade azules y dos cooler grandes para vaciar y mezclar todo, en un rato más llegan los supuestamente solo diez invitados que tenemos, espero que no se colen mas por que el patio de YoonGi no alcanza para muchos, sus viejos se habían ido a la casa de su abuela a cuidarla, y me quedo casi dos minutos enteros viéndolo fijamente, con guantes cortando las naranja mientras una especie de tapa le cubre el ojo herido, apoyo mi cabeza en el marco de la entrada de la cocina a verlo fijamente, siento que no puedo quitarle la mirada de encima, siento que si lo hago le va a pasar algo, y la ansiedad que me provoca es la suficiente para tenerme con los dedos heridos de tanto que me saco trozos y trozos de uñas. 

-Que pasa.- El no me está mirando, y aún sabe que lo estoy mirando, por que es lo que he hecho desde hace tres semanas, mirarlo, atendiendolo o ofreciendome a hacerlo como le hubieran amputado cada extremidad.- De nuevo me estás mirando como bambi con ganas de llorar.- Él suelta las cosas que hace, el sonido de los guantes de bolsa me distrae, y se acerca a mí, alzando su barbilla para verme a los ojos.- JungKook necesitas calmarte, estoy bien…- Tan solo que diga eso se me llenan los ojos de lágrimas, y bajó la mirada, está nublada, ni siquiera me da una vista de mis zapatos.- Te entiendo mi washo, lo sé, te conozco y te leeo sin que  hables, pero no me dejas avanzar, no hagas lo mismo que otros, cuando por un segundo logro… olvidarlo, estas tu, Jin, mis viejos mirándome así, mira… escúchame.- Él toma mi cara con los guantes lleno de jugo de naranja, y hago fuerza en no alzar mi cabeza, pero el se agacha quedando muy cerca de mi, nuestro alientos casi se mezclan, pero para ninguno es tema.- Mira, me volaron un ojo, tengo mi otro ojo, te escucho, puedo hablar, tengo dos buenas manos y piernas, tengo mi voz firme para seguir gritando… por que eso no se hace, y yo no me voy a quedar callado.- Entiendo su última referencia a la Cardi con lo último y suelto una pequeña risa mientras asiento. 

-Si, lo siento. 

-Oye, pasamos el semestre, estamos libre por un tiempo, disfrutemos en nuestro mundo, dejemos nuestra mente de la lucha e injusticia por hoy, tenemos veinte años, nos merecemos curarnos raja una noche ¿Ya? - Asiento varias veces pasando el dorso de mi mano por debajo de mi nariz, retirando así los fluidos que emanan de mis fosas, me pego una jalada maldita y asiento otra vez sonriendo. 

Lo dejo tranquilo en la cocina y logro ver la espalda de JiMin vaciando una por una las bolsas de gomitas, está callado, tranquilo… y muy callado, por el fin de semestre no hemos hablado mucho, sin embargo yo no lo presiono y siempre estoy consciente de preguntarle acerca de todo, y no, no hemos tenidos encuentros extraños que se esperaría, por que ni siquiera el muestra un interes romantico, y yo tampoco lo hago, no corresponde, no estoy buscando un hoyo que culiar ni una boca que besar, estoy buscando la paz y justicia para el, me gustase o no, lo ayudaría, no me gusta el Gabbo y aún así lo defiendo con garras y dientes, tampoco me gusta el Leroi y lo defiendo antes comentarios xenofobos, por que son mis amigos y tienen una mano que poder tomar, porque puedo y siento mis capacidades físicas y mentales para ser un soporte y consejero, todo con JiMin es inesperado, y ni siquiera tomaré migajas de él, ni me voy ilusionar cuando me mira o tomas mis manos, porque él está confiando en mí ciegamente, y no voy a traicionarlo por cosas de mi corazón, aquí están nuestras mentes primero. 

Revolución (PJMxJJG chileno) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora