dos.

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Llevábamos mas de 20 minutos caminando, no tenía idea de a dónde íbamos. Sólo a mí se me ocurría aceptar ir con un desconocido quien tenía un piercing en el labio. Bien hecho Shay.

"Llegamos." Luke puso una de sus manos sobre mi pecho para detenerme. Me giré hacia mi izquierda y una casa —demasiado descuidada a mi parecer— se encontraba frente a nosotros.

"¿Qué es esto?"

"Un hospital." Luke formó una estúpida y gran falsa sonrisa en su rostro. "Una casa, duh."

"Una casa, duh." Le imité, haciendo una voz chillona y extraños gestos.

"Te escuché." Luke comenzó a caminar hacia ésta.

"Ese era el punto." Fui detrás de él y Luke sacó unas llaves de su bolsillo abriendo la puerta.

"Entra."

"Tan pronto como intentes secuestrarme o violarme, te juro que te arrepentirás." Le señalé con mi dedo índice.

Él soltó una carcajada. "Sí, claro. Si fuera así ¿no crees que hubiera escogido a una mejor victima?" Luke pasó su mirada de arriba hacia abajo sobre mi cuerpo. Idiota.

"Ja, Ja." Le empuje haciéndolo a un lado para poder entrar.

Había un olor demasiado extraño. Parecía como si no hubieran limpiado ahí en años. En las paredes estaban colgados unos cuantos cuadros. Apenas y podía notarse que era lo que había en estos, ya que todos se encontraban llenos de telarañas. En el centro se encontraba un canapé viejo. Demasiado viejo. De esos de las películas de los años 50 o 60 tal vez.

"Vamos." Seguí caminando detrás de Luke hasta llegar a una habitación la cual se encontraba completamente vacía con un solo piano en esta. Todo comenzaba a tornarse demasiado extraño, quiero decir, no se ven pianos en casas como esas muy a menudo.

"¿Sabes tocar el piano?"

"Un poco. Tal vez." Me encogí de hombros.

"Adelante." Luke extendió sus manos señalando a aquel instrumento, así que tímidamente caminé hasta sentarme en el banco frente a este.

Seguido de eso, comencé a mover mis dedos sin aun tocar las teclas, haciendo algún tipo de calentamiento, hasta que finalmente, tome aire y opte por tocar Written On The Sky.

Por un momento cerré mis ojos mientras movía mis dedos. Probablemente encontraba a eso como una forma de concentración.

"Detente." Inmediatamente abrí mis ojos y deje de tocar al escuchar la voz de Luke. "Te has equivocado, tus manos parecen estar petrificadas y tus dedos tiemblan demasiado." Intente excusarme empezando por un "Ah, es que, yo.." pero él ni siquiera me permitió terminar. "Córrete." Hice lo que Luke dijo y él se sentó a un lado mío. "¿Qué quieres que toque?"

"No lo sé." Callé por un momento." Que tal.. Last Song, de Alexis Ffrench.

"Buena elección." Luke empezó a tocar las teclas y de vez en cuando mordía su labio o movía su cabeza probablemente llevándose con la música. Cuando termino de tocar, solté unos cuantos aplausos y Luke frotó mi mejilla. Demasiado extraño.

Minutos después le dije a Luke que debía irme porque si no mi madre se enfadaría. En parte porque era cierto, no quería escuchar a mi madre recitarme todo un sermón, y en parte porque me sentía incomoda e insegura estando ahí.

Luke se ofreció en acompañarme e inmediatamente acepte. No quería arriesgarme a ser asaltada por alguien.

Al llegar al umbral de la puerta de mi hogar, los dos guardamos silencio por un largo rato, así que me dispuse a formular algo que decir antes de que el decidiera marcharse así como así.

cold coffee » lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora