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Gracias a la ayuda de la cazadora, el joven Hanyou pudo acercarse lo suficiente para poder enfocarse, lanzando su ataque, pero el monstruo aún tenía un par de técnicas que le ayudarían, entre ellas su campo de fuerza que lo rodeo evitando salir lastimado, cosa que no sorprendió mucho al Hanyou, sonrió y su espada se torno de color rojo, lanzo el siguiente golpe, que destruyó la barrera con tal fuerza que incluso Naraku termino echo pedazos en el piso, uso su fuerza para tratar de reconstruirse, pero parecía que no lo lograría,

Inuyasha: se acabó Naraku, es hora de acabar contigo -lo señaló con colmillo de acero, que se convirtió en diamante-

Naraku: vaya, parece que esto se acabó, pero ¿Por qué? Puedo notarlo, ya no me odias, ya no quieres asesinarme, y es porque gracias a mi, gracias a lo que hice encontraste a alguien a quien amas más de lo que amaste a Kikyo, -ocultó su temor tras sus palabras engañosas, tratando de ganar tiempo-

Inuyasha: es verdad, ya no deseo vengarme de tí, pero lo que haré, es para proteger a esa persona, -giró su cabeza para verla, momento que aprovechó Naraku, para invocar frente a él vários corazones- qué es éso?

Naraku: cuando me dividí para crear a mis hijos, les di parte de mi fuerza, estos son sus corazones, la garantía contra su traición, -de inmediato comenzó a absorberlos con su cuerpo, haciendo que se regenerará al instante-

Inuyasha: maldición!! -quiso atacar pero parte de los monstruos que quedaban se atravesaron para salvar al que era considerado el monstruo más fuerte de todos-

Naraku: con ésto será suficiente -poco después de regenerarse, se levantó y de su mano emergió la empuñadura que usaba Byakuya, de la cuál surgió una hoja color morado-

Inuyasha: maldito, esto no cambia nada -de nuevo colmillo de acero se convirtió en diamante-

Fuera del tornado de monstruos que rodeaba a Naraku y a Inuyasha, los demás se enfrentaban a varios de los monstruos guiados por Hakudoshi, que de inmediato notó como sus hermanos de desvanecían en el aire, excepto Kanna, que había recuperado su corazón gracias a Sesshomaru y el, que bajo engaños había conservado el propio, vio como los pocos monstruos que lo seguían eran derrotados por Koga y Miroku,mientras Sango y Kagome trataban de acercarse a Inuyasha, el hijo de Naraku sonrió, tenía al alcance a ambas mujeres, cuando se dispuso a atacarlas, pero de pronto ya estaba partido por la mitad, Sesshomaru usó su espada para cortarlo, Hakudoshi se maldijo por olvidarse de él, cayó al piso y miró a su atacante con resentimiento, tenía tantos planes, su ambición era mayor que la de su creador, y un descuido lo tenía en el piso partido por la mitad, podía regenerarse, pero sabía que pronto moriría, así que dijo sus últimas palabras

Hakudoshi: maldito traidor, pelear por los humanos -cada palabra denotaba un odio que la palabra anterior-

Sesshomaru: no peleó por los humanos, Naraku trato de burlarse de mí -sin decir más, enterró su espada en el pecho del monstruo con forma de niño, que murió de inmediato-

Los monstruos se arremolinaban alrededor de Naraku, nadie podía acercarse, Inuyasha trataba de atacar, pero no podía, cada que trataba de moverse un monstruo se lo impedía, cuando parecía que tendría una oportunidad, sintió un dolor punzante en su hombro izquierdo, se lo habían atravesado, cuando siguió con su vista buscando el origen del atacante, vio como esa pata se unia a un cuerpo gigante de araña que por cabeza tenía la de Naraku, la pata salió de su hombro, provocando un grito de dolor que fue escuchado por ambas chicas

Sango: Inuyashaaaa!!! Resiste, encontraré como entrar -miró desesperada tratando de encontrar un hueco, pero no había nada-

Kagome: Sango, prepárate!! -las sacerdotisa apuntaba con flecha a la pared de monstruos- solo se abrirá unos segundos -tras esas palabras soltó la flecha, que gracias a la energía purificadora pudo abrir un pequeño túnel que aprovechó la cazadora para entrar, tras ella los monstruos volvieron a tomar posición-

Sango X Inuyasha, Mis verdaderos sentimientos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora