Sango X Inuyasha, Mis verdaderos sentimientos

Capitulo 10. La prometida de Miroku (parte 1)

Caminaron por el bello jardín del palacio, viendo el hermoso jardín bonsai, lleno de peces koi, con un árbol de cerezo al lado, fue ahí donde Kagome decidió comenzar a aclarar las cosas con el peliplata

Kagome: oye, últimamente te llevas mejor con Sango, verdad? - decidió ser un poco directa, ya que sabía que su amado no entendía indirectas-

Inuyasha: supongo que si, nos llevamos un poco mejor -respondió sin pensarlo nada-

Kagome: pero ahora habla mas contigo que con Miroku o conmigo -decidió ser aún más directa, ya que era obvio que no entendía-

Inuyasha: bueno, creo que es porque apenas nos estamos conociendo, antes no parecía querer hablarme, tal vez por eso ahora lo hace más -nuevamente no entendió la dirección que Kagome quería tomar-

Kagome: por cierto, quería disculparme contigo, por olvidar lo de la luna nueva -cambio de tema, esperando ganar más atención del peliplata y así volver a intentar-

Inuyasha: no te preocupes por eso, si estaba molesto contigo, pero Sango me ayudó a resguardarme y no hubo problemas -se escuchaba honesto al hablar, de verdad no le guardaba rencor-

Kagome: en verdad? Que hicieron para protegerte? -ahora que el semihumano mencionó a la cazadora trataría de aprovecharlo-

Inuyasha: bueno… - el semidemonio le contó lo que hicieron, evitando la parte de la ropa mojada y el dormir abrazados-

 Kagome e Inuyasha seguían paseando por el palacio mientras le contaba su noche anterior, en otro lado del palacio, Sango que jugaba con Shippo y Kirara era interrumpida por el monje, para hablar con ella

Miroku: bella Sango, me permites un minuto en privado por favor? - dijo con tono serio, esperando que esto convenciera a la cazadora-

Sango: claro que sí su excelencia - contestó sonriente, desconcertando al monje que esperaba un no por respuesta - 

Una vez se apartaron del pequeño Shippo continuo

Miroku: a pasado o hice algo por lo que te haya ofendido o molestado? - cuestionó con un poco de dolor en sus palabras-

Sango: a que se refiere? - fue la respuesta que dio, más que nada porque no creía que se siguiera haciendo el inocente-

Miroku: bueno, desde hace dos dias no me diriges la palabra y cada que trato de acercarme a ti te alejas o te vas con Inuyasha, espera, pasa algo entre Inuyasha y tú? - estas últimas palabras las dijo molesto-

Sango: si pasa algo entre él y yo, es algo que a usted no debe de importarle -evitó la primera parte esperando que el monje se acorralara sólo-

Miroku: cómo puedes decir eso? Yo soy tu prometido, lo olvidas? -finalmente dijo las palabras que Sango esperaba-

Sango: pues eso se acabó, y no ahora, se acabó hace dos noches cuando vi cómo rompía su promesa de serme fiel con una chica de aquel pueblo -estuvo a punto de quebrarse, pero no quería hacerlo, sabía lo buen manipulador que era el monje, hacerlo sería darle una oportunidad de acercarse y no sabía si aguantaría-

Miroku: eso… eso no -trato de negar pero las palabras no le salían, además Sango no lo permitirá-

Sango: no lo niegue, yo lo vi con mis propios ojos -finalizó mientras se daba la vuelta para volver con el pequeño Shippo-

El monje la siguió hasta el jardín, donde la tomó por el brazo, la giro y la besó, esperando que ella correspondiera el beso, pero eso no pasó , la cazadora se safo de su agarre, se separó de él y le dio una cachetada tan fuerte que resonó por buena parte del palacio, seguido por un grito ahogado exigiendo que se alejara de ella, alzó la mirada y vio que Inuyasha y Kagome fueron testigos de esto, Miroku sobo su mejilla y la miró, estuvo a punto de intentar tomarla de nuevo, esta vez para abrazarla, estaba dispuesto a soportar el castigo que Sango creyera adecuado, pero de pronto no pudo moverse, en un veloz movimiento digno del monstruo que era, Inuyasha ya estaba detrás de él, tomándolo por el brazo y lanzandolo en dirección contraría a la cazadora