Los primeros rayos de sol se asomaban tras una colina, iluminando poco a poco el rostro de ambos viajeros, despertando a Sango que se sobresaltó al no poder entender bien donde estaba, trato de moverse, pero algo entorpecia su movimiento, al mirar con atención pudo ver la tela roja que la cubría e Inuyasha recargado en el tronco del árbol abrazándola para que estuviera más cómoda, estaba extrañamente relajada y sentía que podía continuar así todo el día, si no fuera por que el mitad demonio estaba despierto viendo el río, al notarlo se separó de él lo más rápido que pudo, sonrojada en un tono que solo parecía posible en las crayolas del pequeño Shippo
Inuyasha: como dormiste Sango? -dijo en un tono amable que no parecía propio de él -
Sango: bi… bi… bien, gracias y… y tú? - el nerviosismo la traicionaba-
Inuyasha: no dormí, estuve vigilando, -se dirigió a la cazadora sin desviar la mirada del río -
Sango: lo siento, creo que te cause una gran molestia -se disculpó honestamente, ya que sentía que por su culpa Inuyasha no había dormido -
Inuyasha: tranquila, no suelo dormir mucho, así que ya estoy acostumbrado, además gracias a ti pase menos frío -dijo sin darle importancia a sus palabras, pero la cazadora seguía enrojecida-
Por un momento quedaron en silencio y Sango se sentía tentada a volver a tomar ese cómodo lugar recargada sobre Inuyasha, hasta que se dio cuenta que ya había salido bastante el sol, levantándose de golpe
Sango: no puede ser!!! Debemos regresar de inmediato!!! Qué le diremos a los demás? -decía Sango de manera nerviosa y sin saber cómo moverse-
Inuyasha: eso no importa, pero si tanto te preocupa, ven, vámonos - esto lo dijo indicando que subiera a su espalda como lo hace Kagome-
Sango: esta… esta bien - dijo mientras le Devolvía la prenda al semidemonio y después se acomodó en su espalda -
Una vez se acomodo, Inuyasha dio un salto en dirección al pueblo, no era la primera vez que subía en la espalda del híbrido, pero por alguna razón esta vez era diferente, se sentía especial, hasta que pararon de golpe, estaban cerca de la aldea, el monje Miroku hacia un ritual purificador desde la entrada del pueblo, así que se acercaron caminando, hasta que Kagome los vio y se acercó a ellos, notando a la cazadora muy sonrojada, lo que provocó molestia en la sacerdotisa-Kagome: Sango, estas bien? Te estuvimos buscando -preguntó con tono de preocupación-
Sango: si, estoy bien, lamento haberlos preocupado -dijo esperando no le hicieran más preguntas, ya que no sabría como explicarle a su mejor amiga que durmió abrazada por el chico que está amaba-
Kagome: Inuyasha, ABAJO!!! -dijo esto muy molesta y sin razón aparente, lo que hizo molestar al peliplata-
Inuyasha: qué te pasa??!!! Estas loca??!!! -gruño mientras se levantaba del suelo-
Kagome: es por haber hecho sentir incómoda a Sango -reclamo molesta la sacerdotisa-
Inuyasha: yo solo la acompañe de regreso a este lugar, la encontré esta mañana caminando cerca del río -respondió sonando muy molesto-
Kagome: no te creo, de seguro la molestaste con algo -insistió muy segura de sus palabras -
Sango: lo siento Kagome, pero es verdad, solo salí a pasear y me encontré con Inuyasha, él solamente me acompañó, no fue mi intención preocuparlos - insistió la cazadora calmando así a su amiga -
Kagome: esta bien, desayunamos en cuanto Miroku termine el ritual y nos vamos -dijo mientras se giraba para volver con sus amigos-
Así como Kagome dijo, al terminar el ritual del monje, fueron a desayunar, ahí pasó algo fuera de lo común, ya que Sango que siempre se sentaba junto a Miroku, ahora se sentó junto a Inuyasha, sorprendiendo a sus amigos
Miroku: Sango, no te sentaras junto a mi? Me siento solo sin ti -la invitó el monje con una sonrisa en sus labios-
Sango: gracias excelencia, pero no creo que en este pueblo se sienta solo -respondió en tono seco y sin mirarlo-
Kagome: ahora que hizo? -se dirigió al monje que estaba frente a ella-
Miroku: no e hecho nada, no se porque se molestó - respondió con tono de inocente-
Sango: y todavía lo niega, -se pone de pie muy molesta- ya no tengo hambre, iré a preparar mis cosas, - y se retiró de la mesa dejando a todos sin palabras-
Ante todo esto, Inuyasha que no había parado de comer, retiró el plato de su boca, olfateo un poco y continuó comiendo, mientras Shippo solo los veía sin poder entender qué pasaba. Una vez terminaron, se prepararon para salir pero el jefe de la aldea los detuvo
Jefe: su excelencia, agradecemos el favor que nos a hecho -se dirigió al monje mientras inclina su cabeza-
Miroku: no se preocupe, fue un placer ayudarlos -respondía con serenidad en su voz-
Jefe: aún así , somos un pueblo que no puede pagar por la bendición de un monje o una sacerdotisa, su visita es como un milagro,-estaba a punto de derramar lágrimas al decir esto- por eso, al enterarnos que se dirigen al sur, creímos apropiado obsequiarles algo que pueda ayudarlos en su viaje -los guía al río donde los espera un pequeño bote-
Miroku: eso no es necesario jefe -decía humildemente-
Jefe: por favor aceptenlo, podrán viajar más rápido y cómodos -al decir esto sosténia las manos del monje-
Miroku: le agradecemos el buen gestó, con gusto aceptaremos -dijo mientras le sonreía a los aldeanos-
Al final, todos subieron al pequeño bote de dos bancas, Inuyasha sería el primero en operar el timón, ya que parecía que sabía hacerlo, Miroku se sentó en la banca delantera, esperando que Sango se sentara junto a él, pero no lo hizo, se sentó directamente tras de él, por lo que Shippo que cargaba a Kirara, aprovechó para sentarse junto al Monje y Kagome se sentó junto a Sango, una vez todos listos, Inuyasha comenzó a maniobrar para partir rumbo al pueblo de Kaede.
ESTÁS LEYENDO
Sango X Inuyasha, Mis verdaderos sentimientos
FanficEs una historia alternariva con una pareja poco común, Sango comienza a dudsr de su relación con el monje Miroku, mientras Inuyasha ya no esta agusto con el modo en que lo trata Kagome