Parte treinta y cinco

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Jimin se encontraba acostado en la cama, se sentía débil y hoy no era un buen día, extrañaba demasiado al peliblanco, Jin le había quitado el suero desde hace dos días, el dolor que le provocaba en la mano era suficiente para él, el temazepam que debía darle se lo inyectaba, más medicamento en el estómago lo haría más doloroso todo para Jimin.

- ¿Te sientes mejor?

- Hoy no, estoy cansado, quiero ir con Yoongi y olvidarme de todo esto.

-Lo sé, quisiera estar con Nam.

-Podrás hacerlo, es un buen hombre y te ama.

-Lo sé.

-Nunca te he dado las gracias, por lo del hospital, por lo de ahora, por no guardarme rencor.

-No digas eso, aun me duele el bofetón que te di, perdí la cabeza.

-Lo digo en serio, te estás arriesgando mucho por estar aquí, si Jiyong se entera, estarías perdido.

-Jimin... nunca lo he preguntado, pero por qué, por qué te trata así. Hay manera de que te puedas defender.

-Tú lo dijiste una vez, tiene una mano pesada, fue de los mejores en la milicia, los primeros años intenté con todas mis fuerzas defenderme, nunca pude, es más alto, más fuerte y te juro que no querrás sentirlo ni cerca cuando está enojado. Es muy violento, puedo morir incluso de miedo.

-Con solo escucharte... saldremos de aquí, si esto se excede buscaré la manera de sacarte de aquí.

- ¿Sabes dónde estamos?

-Estamos lejos de la ciudad, si sigues así de débil, no podrás caminar tanto tiempo.

-Lo sé... tengo miedo de que mi corazón se pare un día de estos.

-Por ello no te doy tanto medicamento, solo finjo para Know que te lo doy, vacío la mayoría. Sabes, cuando todo esto acabe, lo vamos a refundir en la cárcel.

-Sigo pensando cómo haremos eso.

-Llevo un diario desde que estamos aquí, en él anoto todo, el cómo has estado, qué indicaciones me ha dado, todo, hasta lo que he comido, debe de haber un registro en los establecimientos de que él ha comprado.

-Gracias.

El rechinar de las llantas los pusieron en alerta, Jin se alejó de Jimin y se sentó en el escritorio fingiendo estudiar, el pelinegro, solo cerró los ojos fingiendo que dormía.

Jiyong entró saludando a Jin, puso la comida en el escritorio, como cada día veía que había de comer y empezaba a saborearlo.

- ¿Cómo está?

-Sigue débil, como lo pidió, ha seguido con náuseas, lo tengo que llevar al baño sujetándolo porque no camina bien, así que está como debe ser.

-Bien.

Jiyong se acercó a Jimin y le jaló el cabello de forma ruda, a lo que el pelinegro reaccionó, sujetando la mano de Know.

- ¡AH!

-Te vengo a dar noticias, hoy vi a tu noviecito adorado, se ve igual o peor que tú.

Jimin abrió más los ojos por la sorpresa, suplicándole con ella que prosiguiera, que le dijera algo, lo que fuera de él.

-Está muy delgado, ojeroso, esta misma semana darán por terminado parte del juicio, tu padre está citado para comparecer mañana, según mis abogados sobre eso la juez deberá declarar un veredicto sobre Yoongi, tú no apareces, por lo que estarían encerrándolo por varios años. Tú padre también se ve muy mal, está muy triste y se le ve bastante cansado, pareciera que ha envejecido varios años en estos días.

Sálvame Save meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora