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Una gran sonrisa apareció en el rostro de ________ mientras releía una y otra vez el correo de la universidad a la que tanto había anhelado ingresar. Había sido una de sus metas principales, y acababa de ser aceptada. Lo había logrado.

Una cálida sensación recorrió su cuerpo, llenándola de orgullo y satisfacción; finalmente sentía que sus esfuerzos por regresar a la ciudad a estudiar valieron la pena. Podía sentir la emoción que sus padres sentirían cuando se enteraran de las nuevas noticias. Después de todo, estaban orgullosos de ella por el simple hecho de estudiar, de tan solo verla esforzándose, pero esta vez sería distinto. Ella misma acompañaba el sentimiento; sin dudas, haber trabajado en aquella casa de empeño para pagar sus estudios desde un inicio, valió cada segundo.

La casa de empeño.

Entonces, el presente le cayó encima como un vaso de agua fría. Solo que no era un vaso, sino una piscina olímpica, y no estaba fría, estaba congelada.

La realidad era que ya no tenía trabajo, lo había perdido largo tiempo atrás, y no era ella quien pagaba sus estudios, Jung la mantenía.

Wooyoung.

En ese momento, la sonrisa de ________ se petrificó, obteniendo una emoción completamente distinta a la de segundos atrás, esfumándose luego de que el rostro del chico apareciera en su mente.

Jung.

Ahí estaba nuevamente. El chico con el que tanto había compartido tiempo atrás, por el que tanto sintió y tanto tuvo que dejar ir. De regreso a ese entonces, ________ y Wooyoung parecían tener buena química y la atracción del uno por el otro era más que evidente. Sin embargo, todo se esfumó cuando su situación la llevó a dejar la ciudad junto a sus padres. ________ recordaba ese día a pesar de todo; el remordimiento de no haberse despedido de él apropiadamente continuaba en su interior. 

Es por ello que, luego de todo lo sucedido, el hecho de estar de regreso en la ciudad -y más aún- junto a Wooyoung, le era especial. Jamás habían expresado lo que sentían por el otro con palabras pero, a decir verdad, nunca lo necesitaron. Ese era su poder.

Ahora, con la presente imagen del chico en su mente, sus emociones colisionaban las unas con las otras, abrumando sus ideas, después de todo, había estado viviendo junto a Jung Wooyoung y ya se había acostumbrado a su presencia. A su mirada, sus toques, sus guiños que siempre le tomaban desprevenida, su forma de ser y... a esa maldita sonrisa. 

Desde que sus padres la alentaron a continuar con sus estudios a pesar de la situación económica de la familia, su ambición había vuelto con mucha convicción. Sin embargo, el juego había cambiado nuevamente. ¿Acaso estaba lista para cambiar su realidad actual una vez más?

Entonces, ________ cerró su laptop y mantuvo su vista perdida en la oscuridad del lugar. Su mente divagaba, sus ideas eran un desastre y, para completar la cadena, había vuelto a preguntarse por el estado de Wooyoung en ese momento.

Entre teorías y planes, y enredos, y pensamientos innecesarios, pasaron las horas. ________ solamente dejó su burbuja cuando tres golpes en la puerta le obligaron a poner los pies en la tierra.

Desconcertada, la chica revisó su celular, descubriendo entonces que había pasado la noche en vela y ya eran las 9 de la mañana. En efecto, si no hubiese sido por aquel sonido en su entrada, podría haber pasado todo el día encerrada sin siquiera notarlo.

Entonces, se dirigió hacia la puerta. Ahora que había caído en la cuenta del horario, sus energías comenzaban a desvanecerse; por algún motivo esperaba que quien estuviese fuera de su vivienda fuera Sam o Chris para que le ayudasen a caminar hasta la universidad y mantenerse despierta el resto del día.

Sin embargo, cuando abrió la puerta, esos no fueron los ojos que halló frente a ella.

—¿Jung? —A pesar de que sus párpados pesaran a causa del cansancio, observó al chico frente a ella con incredulidad.

—¿Me extrañaste, amor?

Ahí estaba aquella sonrisa una vez más. ________ observó a Wooyoung de arriba a abajo mientras sus comisuras se elevaban lentamente y luego lo abrazó. Los brazos del muchacho rodearon su cuerpo correspondiendo la acción de inmediato, y se aseguró de mantenerla cerca suyo. La chica cerró sus ojos, dejando que la presencia de Wooyoung fuese todo en ese momento. Su calor estaba finalmente de regreso con ella. Su tacto, su mirada, su todo.

—¿Estás bien? —preguntó entonces, separándose un poco de él para hacer contacto visual.

Antes de contestar, Wooyoung mantuvo su mirada sobre la chica, notando aquella ligera sombra bajo sus párpados.

—________... ¿estás b-?

Sin embargo, antes de que pudiese terminar su pregunta, la chica asintió lentamente mientras su ojos se cerraban por completo y la fuerza abandonaba su cuerpo. Jung no tardó en atajarla y estrecharla contra sí. No cabía duda en que el estrés y ansiedad le habían llevado a un agotamiento emocional y físico mayor del que creía, acabando por hacerle perder el conocimiento.

Sin dudar un solo segundo, Wooyoung cargó a la chica en sus brazos, asegurándose de cerrar con seguro la puerta de su apartamento antes de dirigirse a su auto.

Cuando ________ despertó, habían pasado un par de horas y su cuerpo se encontraba reposando sobre una cama que no era suya. Le dirigió una confundida mirada al techo de la habitación y frunció levemente su ceño mientras intentaba recordar lo que había sucedido. Pero sus dudas se alejaron en cuanto volteó su rostro a un lado y se encontró con la mirada de Jung sobre ella. No pudo evitar sonreír al notar la cercanía de ambos y la forma en que el chico la abrazaba por la cintura, manteniéndola cerca.

—¿Q-Qué hora es? —preguntó en cuanto pudo, aún sin asimilar qué había pasado.

Jung sonrió por la repentina pregunta y apartó un mechón de cabello que cubría sus ojos.

—Creo que las tres —murmuró con su voz grave mientras le observaba—, ¿por qué?

—¿Las tres? —despertó— ¿Y por qué-? La universidad-

De inmediato, el cuerpo de ________ se levantó por impulso, sin embargo, Wooyoung reaccionó sosteniendo su cuerpo, atrayéndola nuevamente y recostándola una vez más.

—¿Dónde crees que vas? —soltó una risa— ________, te desmayaste de cansancio en cuanto llegué a tu departamento esta mañana.

Entonces, al escuchar aquellas palabras, la chica se quedó inmóvil. A pesar de no tener recuerdos específicamente detallados, recordaba el momento en que había visto al chico en su entrada, junto con el abrazo de ambos; sin embargo el resto solo era oscuridad.

________ vio a su alrededor con cuidado, confirmando encontrarse en la habitación del chico, y volvió su vista a él.

—¿Estamos en tu casa? —preguntó con inocencia, fijando su atención en cada detalle de las expresiones ajenas—. ¿Es seguro?

Wooyoung ladeó su cabeza levemente y sonrió de lado.

—¿Crees que te pondría en peligro?

—No, yo-

—Tranquila, levantaron cualquier tipo de cargos —añadió—. Te dije que estaba limpio. Jamás guardaría la mercadería aquí —negó—. El caso quedó como acusación falsa y estoy exento de sospechas.

El cuerpo de ________ liberó sus tensiones en cuanto escuchó aquellas palabras. Si bien en ningún momento había pensado que él los pondría en peligro, desconocía el estado del caso en el que fue involucrado, hasta entonces. La chica se movió en su lugar, acomodándose, entre los brazos ajenos y cerró sus ojos.

Pero luego suspiró con irritación.

—Quiero golpear a esa chica.

Wooyoung soltó una risa al escuchar sus palabras y asintió lentamente.

—Claro... pero primero almorzarás y luego tendrás otra clase de autodefensa. ¿Bien?


The Drug of a Sinner | Jung WooyoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora