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Las manos de Wooyoung sujetaron la cintura de ________ y mantuvieron su cuerpo cerca del suyo firmeza mientras sus labios unidos seguían un ritmo común. La chica, con sus sentidos estimulados por las acciones ajenas, acarició su nuca con cuidado y sonrió. Al sentir su sonrisa separándoles del beso, Wooyoung dejó que una de sus comisuras se elevara, y vio directamente a sus ojos.

________, inmersa en las pupilas ajenas, relamió sus labios lentamente, notando como captaba la atención del chico.

—¿Qué? —preguntó entonces, ladeando su cabeza con falsa inocencia.

El chico guardó silencio unos segundos con su vista fija en ella y negó con la cabeza.

No vuelvas a irte —murmuró grave.

Wooyoung se inclinó un poco y bajó sus manos hasta los muslos de ________, agarrándolos con firmeza y cargando su cuerpo. La chica se afirmó de su cuello y rodeó su cadera con sus piernas, sujetándose en él. En un atento silencio, mantuvo sus ojos sobre las pupilas de Wooyoung y no pudo evitar sonreír; la posesividad que mostraba podía con ella.

—¿Y qué si lo hago?

El chico, fascinado por la provocación ajena, alzó una ceja y caminó con ella por el lugar, yendo a parar en el mesón de la sala, donde sentó a la muchacha y la atrajo a sí.

Wooyoung la tomó de la cadera y mantuvo sus cuerpos pegados, favorecidos por la altura de la mesa. Luego pasó sus dedos entre el cabello de ________ y acercó su rostro hasta posar sus labios sobre los de ella. Entonces comenzó a besarla con gran intensidad, sin dejar espacio entre ellos. Mordió su labio inferior y jaló de este, dejando que un suspiro se escapara por parte de ella.

Al escucharle, sonrió.

Entonces me aseguraré de que quieras volver. —Sentenció y presionó el cuerpo de la chica contra el suyo, comenzando a besarla una vez más.

Una de las manos de Wooyoung sostenía la cabeza de ________, mientras que la otra mantenía sus cuerpos unidos presionándole desde la cadera. A los pocos minutos, el chico se separó de ella para comenzar a bajar con sus labios hasta su cuello, repartiendo besos húmedos por toda su piel. ________, inmersa en la forma en que Wooyoung estimulaba todos sus sentidos, echó su cabeza hacia atrás para darle un mejor acceso, y dejó salir un leve jadeo.

—Jung...

Él, ignorando su llamado, comenzó a desabotonar la camisa que vestía el cuerpo de la chica y pasó su lengua por sus clavículas. Luego, posó ambas manos sobre sus muslos y los acarició lentamente, apretándolos de vez en cuando.

Wooyoung besó una vez más la piel de la chica y sonrió.

—Quiero hacerte mía. —Gruñó—. Aquí y ahora.

Las palabras del chico provocaron que una sonrisa apareciera en el rostro de ________, quien mordió su labio ante su propio deseo, y dirigió su vista a Wooyoung.

Hazlo.

[...]

________ mordió su lengua al ingresar en la sala nuevamente; aquel mesón ya no era lo mismo para ella. Ya había tomado una ducha y repuesto sus energías con cafeína, sin embargo, los nuevos recuerdos y marcas que Wooyoung le había otorgado como bienvenida, no dejaban su cabeza.

Estaba sola y con un libro en mano. El sonido del agua corriendo en la ducha indicaba el paradero del muchacho, quien había ingresado al baño instantes atrás, luego de que ________ dejase el lugar.

Con un suspiro, se dirigió hacia uno de los sillones individuales y tomó asiento, abriendo el libro y buscando la página en la que se había detenido por última vez.

The Drug of a Sinner | Jung WooyoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora