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Los ojos de Wooyoung se posaron sobre ella mientras una confiada sonrisa adornaba su rostro.  Ambos sabían que ________ no había regresado porque sí.

Hicieron contacto visual unos segundos; suficientes para generar todo tipo de dudas dentro de Hwang.

—¿Sucede algo...?  —Wooyoung alzó una ceja, presionando a la chica a hablar.

________ pudo notar cómo toda la situación le hacía gracia al mayor, y simplemente suspiró, resignada.

—Bueno, puede que quizás sí necesite ayuda... —soltó—. Pero —agregó en cuanto vio la sonrisa en su rostro expandirse— ...necesito saber de qué trata.

Wooyoung se mantuvo en silencio unos segundos, apreciando a la chica de pie frente a él, y luego chasqueó su lengua, haciéndose a un lado para invitarle a pasar.

—¿Café? ¿Té? —preguntó luego de que ________  ingresara—. Supongo que, debido al contexto en el que estamos, no aceptarás alcohol, así que...

—No, gracias, estoy bien.

—¿Tienes prisa? ¿Acaso tienes otro lugar donde ir?

Wooyoung volvió a voltearse hacia ella y sonrió satisfecho al ver cómo las pupilas ajenas le expresaban un cálido 'Touché'.

—Café será. —sentenció.

Entonces, se encaminó hacia uno de los pasillos y se dirigió a la cocina.
________, sin saber qué más hacer al estar en una casa que no era suya, simplemente continuó caminando en línea recta hasta llegar a la gran sala principal.

Tomó asiento en uno de los tres sillones y se mantuvo en silencio, viendo a su alrededor. El lugar era muy amplio en comparación con cualquier vivienda en la que hubiese estado antes. Era fácil evidenciar la buena y estable economía del muchacho, incluso a pesar de su clara inclinación que tenía hacia estilo minimalista. 

—Bien. —Escuchó la voz de Wooyoung acercándose por el pasillo. El chico ingresó en el lugar con una taza de café en su mano y una carpeta bajo el brazo—. Puedes hacer todas las preguntas que necesites. —Dejó el café sobre la mesa y buscó una silla para sentarse frente a ella, dándole un aspecto serio a la conversación—. Menos por qué.

________ frunció su ceño ante la condición que Wooyoung acababa de imponer, y relamió sus labios. Por supuesto que ahora quería saber el porqué.

—Correcto... —murmuró alejando su leve frustración, volviendo a concentrar toda su atención en los ojos del contrario—, ¿A qué te referías cuando dijiste que encargarías del resto? —preguntó, tomando la taza y llevándola a sus labios.

—A que puedo conseguirte lo que sea que necesites.

________ tragó lentamente, sin apartar la mirada de los ojos de Wooyoung, y procesó sus palabras, sin acabar de comprender del todo:

—¿De qué va esto? ¿Qué intenciones...?

Su pregunta fue interrumpida con un chasquido de lengua por parte del chico, seguido de una sonrisa. Claramente había estado esperando aquella interrogante.

Wooyoung se acomodó en su asiento y se encogió de hombros.

—Llega un punto en el que comienzas a acumular dinero solo por acumular —dijo—. ¿Cuál es el sentido de tener y no usar? —________ guardó silencio, siguiendo la lógica del chico—. Sin embargo, ¿en qué lo usas cuando no necesitas nada?

Wooyoung acababa de dejar expuesto su lado minimalista una vez más. Quizás esa había sido la clave de su fortuna; de por sí solo concentrarse solo en lo necesario. Era su ventaja: buenas inversiones sin gastos que excedieran el límite.

—Pero no te confundas. —Añadió luego, sonriendo con esa complicidad que solo ellos podían entender—. No me gusta la caridad. 

Entonces ________ alzó sus cejas, tomando un nuevo sorbo de café y dejando la taza en la mesa.

—¿Qué? —Soltó— ¿Y qué quieres a cambio? ¡No tengo nada, Jung!

—Ayer no tenías más que hoy. —Escuchó entonces—. Y me diste algo. —La sonrisa de Wooyoung se ensanchó y apartó la vista levemente, pasando la lengua por sus labios—. Vaya que sí.

________ pudo sentir cómo su rostro agarraba color y sus mejillas se acaloraban mientras su incredulidad crecía. Por más alcohol que hubiese bebido, tenía muy claro lo que había sucedido durante la noche; era consciente de todo.

—¿Sexo?

Wooyoung guardó silencio y volvió a dirigir su mirada a ella, enfrentando sus ojos. ________ notó mezcla de seriedad y picardía en sus pupilas.
WooYoung iba en serio.

¿Quieres mantenerme a cambio de sexo, Jung? —preguntó, aún incrédula—, ¿Qué clase de Sugar Daddy eres?

—¿"Sugar Daddy"? —Wooyoung abrió sus ojos, ofendido—, ¿Cuánto crees que tengo? ¿80?

________ mordió su lengua para evitar soltar una risita ante la indignación del chico. 

—No necesitas ser un anciano para-...

Aunque lo de 'Daddy' no está mal...

—¡Wooyoung-!

—¿Qué? —preguntó—, ¿Acaso está mal que quiera hacer esto? No estoy comprando tus servicios sexuales, ________, no eres una prostituta ante mis ojos. —Aclaró de inmediato, esperando unos segundos antes de continuar—. ¿Está mal que puedas continuar con tus estudios y, además, divertirte?

Entonces, los ojos de ________ chocaron los suyos, llenos de sorpresa. Había tocado la raíz de todo. Sin embargo, Wooyoung conocía ese disimulo que manejaba su mirada; sabía que había atracción tras esas pupilas. El deseo era evidente.

No te engañes.

La chica guardó silencio, controlando sus impulsos por sonreír a causa de la incredulidad. No podía creer que eso estuviese sucediendo. Y por si fuera poco, estaba considerándolo.

Se trataba de sus estudios, su futuro, su sueño y carrera profesional. Eran sus amigos, su vida, sus metas, todo...

...a cambio de sexo.
...sexo con Jung Wooyoung.

De inmediato, el recuerdo de la noche anterior regresó a su mente.
¿Por qué no habría de considerarlo? No le hacía daño a nadie y ganaba el doble.
¿Por qué siquiera lo seguía pensando? No era capaz de hallar algo en contra.

—...bien.

Wooyoung elevó sus cejas, ciertamente sorprendido de haber conseguido una respuesta afirmativa, y luego sonrió:

Bien.

Entonces, puso sobre la mesa la carpeta que había llevado consigo y la abrió, dejando expuesto un par de hojas en perfectas condiciones. ________ posó su vista sobre los papeles y luego volvió a ver al chico, confundida.

Es un contrato de confidencialidad. —dijo volteando la carpeta para que lo pudiese leer correctamente—. No puedes hablar de esto con nadie que no sea yo. Nadie que yo no autorice.

—...¿por qué tienes un contrato impreso? ¿Acaso ya has hecho esto antes?

—Ni siquiera una vez.

—¿Entonces...?

Te dije que te estaría esperando para cuando cambiaras de opinión.

________ sonrió inconscientemente ante lo veloz que había sido al responder, como si no tuviese duda alguna de sus palabras, y sacudió su cabeza, volviendo a enfocarse en la hoja frente a ella. Había un par de condiciones importantes que no pasó por alto, siendo una de ellas: el contrato puede finalizar en cualquier momento que Jung Wooyoung quiera.
En otras palabras, si le daba suficientes motivos para quererla lejos, todo acabaría. 
Pero... tenía sentido. Era su dinero.

Luego de leer todo y asegurarse de no pasar por alto ninguna letra chica, ________ volvió a ver a Wooyoung.

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The Drug of a Sinner | Jung WooyoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora