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Luego de lo sucedido con HM, los cuatro se dirigieron directamente al encuentro con Chase, quien aguardaba por ellos a un costado de la fábrica. Cuando llegaron, ________ notó que todos los presentes enseriaban aún más sus facciones y mantenían su mentón en alto, negándose totalmente a mostrar cualquier signo de inferioridad. Sin siquiera dudarlo, intentó imitar sus expresiones, como si aquello no le diese mala espina en lo más mínimo.

—Creí haber sido claro con K la última vez. —Espetó Chase en cuanto los vio aparecer—. Llegan tarde.

Mingi relamió sus labios y tronó su cuello:

—Tuvimos un-

—Estorbo. —Wooyoung le interrumpió con un serio tono de voz, consiguiendo que todas las miradas quedaran encima suyo.

Chase hizo contacto visual con el chico y sonrió levemente, demostrando cierta gracia.

—¿Sabes lo que vale mi tiempo?

Entonces, ________ vio por encima del hombro del muchacho a tres grandes hombres tras él, los cuales -de seguro- debían estar armados. Fue en ese momento cuando sintió nuevamente la firmeza de la mano de Wooyoung que reposaba en su cadera, ayudándole a convencerse de su seguridad.

—¿Por qué crees que me deshice del estorbo? —Jung hizo una pausa— ¿Vas a seguir perdiendo tiempo?

________ alzó sus cejas con sorpresa ante la forma en que Wooyoung acababa de dirigirse hacia la persona que tenía en sus manos el poder de destruirlo económica y literalmente.

Sin embargo, Chase soltó una pequeña risita y negó con la cabeza, bajando la vista unos segundos y antes de volver a observarles.

—Es fácil darse cuenta porqué K te envió. —Acabó por sonreír e hizo un ademán con su cabeza, haciendo que sus hombres abrieran la puerta de su camioneta.

Instintivamente, los tres chicos se acercaron para recibir el cargamento, siendo Wooyoung el encargado del cambio de dinero. ________ se quedó unos pasos atrás, decidiendo no interferir en lo más mínimo, y simplemente apreció la forma en que los chicos hacían el trabajo. Todo parecía tan natural; ninguno dudaba de sus acciones ni ponía en riesgo al otro. Era casi como dar un paseo para ellos.

O así lo hacían ver.

Entonces, notó que Chase apartaba a Jung del grupo y le decía un par de cosas.
A causa de la curiosidad, mantuvo la vista fija en ellos y analizó la forma en que Wooyoung reaccionaba a las palabras que, claramente, ella no era capaz de oír. Sin embargo, a los pocos minutos el chico negó con la cabeza y recibió una tarjeta de parte de Chase. Luego regresó a su lado.

La misión había sido completada.

—Andando. —Murmuró, volviendo a rodear la cadera de ________ con su brazo y caminando hacia el vehículo.

Una vez que regresaron al automóvil, el cuerpo de HM no estaba, por lo cual simplemente acomodaron el nuevo cargamento y se marcharon. Esta vez, en el trayecto de regreso, ________ pudo sentir la gran diferencia en la tensión de sus músculos ahora que el ambiente dentro del vehículo no era silencioso. A pesar de que los chicos se encontraban hablando como si nada hubiese sucedido, Hwang continuaba reviviendo los hechos una y otra vez, desde lo ocurrido con aquel novato que Wooyoung se encargó de reducir, hasta la presencia de Chase. La última de las escena era la que mayormente se repetía en su interior pues, a diferencia de HM, Chase no había mostrado siquiera un poco de interés en su ella. Era casi como si nunca hubiese estado allí.

—¿Todos saben de ti? —la chica preguntó en cuanto ella y Wooyoung volvieron a estar solos de regreso en su auto—. Tengo el presentimiento de que te has vuelto famoso por estos círculos... —________ alzó una ceja y sonrió, observando al chico en el asiento del conductor.

Wooyoung imitó su acción y sonrió levemente, encendiendo el motor y comenzando a andar de regreso a su vivienda.

—K confía en mí. —Respondió encogiéndose de hombros y relamiendo sus labios.

—¿Por qué? —continuó—. Quiero decir... ¿Por qué tú?

Era la primera vez que ________ hacía pregunta alguna respecto al trabajo de Jung, por lo que procuraba no ser demasiado invasiva al cuestionarle.

El vehículo se detuvo frente a un semáforo en rojo, y Wooyoung se volteó hacia ella con la comisura de sus labios elevada.

—Porque no dudé en cuestionarle. —Respondió, volviendo la vista hacia enfrente—. ¿Por qué confiarías en alguien que solo acata? Es más fácil corromper a una máquina que a una mente.

Entonces, la chica guardó silencio, asintiendo levemente mientras asimilaba las palabras que él acababa de soltar. Wooyoung era una gran máquina de pensamientos y reflexiones, aunque no lo pareciera, y eso le sorprendía cada vez.
No había cambiado después de todo.

Luego de largos minutos, el vehículo volvió a aparcar, esta vez frente a su destino. Ambos descendieron del auto y se observaron, cómplices.

—¿Vas a...?

—No. —Wooyoung se anticipó—. El cargamento es mío, pero no pertenece aquí.

La chica frunció su ceño levemente, sin acabar de unir todas las piezas, y asintió, decidiendo no indagar más al respecto.

Entonces, se dirigieron hacia la entrada e ingresaron en la vivienda. En cuanto estuvo dentro, ________ soltó un suspiro con cierto alivio y cerró sus ojos unos segundos.

—Iré a cambiar mi rop-

Las palabras de la muchacha fueron interrumpidas por ella misma en cuanto sintió los brazos de Wooyoung rodeando su cadera y apegándola a su cuerpo. Entonces, antes de que pudiese agregar cosa alguna, la mano del chico tomó su barbilla y la volteó. Sus pechos se juntaron y sus rostros quedaron a tan solo centímetros. El chico observó los ojos ajenos fijamente y alzó una ceja.

—¿Dónde crees que vas? —susurró.

—Yo solo...

—¿Acaso esperas que te deje ir cuando finalmente vuelvo a tenerte solo para mí? —volvió a intervenir, sonriendo.

________ bajó su mirada unos segundos y luego volvió a sus ojos, mordiendo su labio levemente en una inevitable sonrisa:

—¿Sí?

Wooyoung soltó una risita y puso los ojos en blanco.

No lo creo, amor.

Entonces, tomó la nuca de la chica y acabó por acercar sus rostros totalmente, uniendo sus labios; recompensando todo lo que había experimentado en tan solo una horas.

The Drug of a Sinner | Jung WooyoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora