ROTO ━━ ❛ Tú luchas por la libertad y yo lucho por la paz. Espero que alguno de los dos pueda ganar esta batalla.❜
Eren creía que más allá del mar residían sus enemigos, personas con un increíble odio hacia las person...
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La inocencia de un alma pura era el alimento de los monstruos. Se aprovechaban de ese don divino para usarlo en su beneficio. Por eso el mundo se había poblado de odio y rencor, para evitar caer en las garras del enemigo y ser usados.
Las palabras inverosímiles que decían los humanos iban disfrazadas de buenas acciones para atraer a la presa con facilidad, para lograr su cometido y saborear su victoria. Así es como se habían colado entre las naciones y arruinado su paz desde el interior. Mentira tras mentira eran las artimañas del enemigo disfrazado de amigo. Es así como Reiner, Annie y Berthold se habían infiltrado en las murallas, así como Gabi había derribado al ejército enemigo, así como Zeke engañaba a sus aliados, así como el padre de Eirene había aceptado la atrevida reunión en el festival.
— Le haremos creer que esta muerta. —de un golpe dejó caer la jeringa y el frasco sobre la mesa. Las personas presentes en la sala miraron con curiosidad aquellos objetos—. Usaremos esto como balas y fingiremos su muerte.
— ¿Por qué haríamos eso? —cuestionó Zeke alarmado por el bienestar de la mujer. Acomodó sus gafas e intentó pensar en una manera de salvarla de todos, incluso de él mismo.
— Está en nuestro territorio, tenemos las armas y estamos listos para atacar. Eren Jaeger cree que somos idiotas si confiamos en su cuento de un diálogo pacífico, solo la tonta de Eirene cayó en su mentira, pero he de apremiar su estupidez para hacer que el titán fundador viniera a nosotros. —sonrió dejando en claro sus verdades intenciones y escasa preocupación por su propia sangre—. Eirene es importante para ese demonio, si atacamos su punto débil tendremos ventaja.
— Creí que Eirene ya no estaba con nosotros. —susurró Zeke, pensando en las palabras que le había dicho hace años. Todo le que hizo fue con el propósito de alejarla de ese sufrimiento. Fue cruel con ella, pero sabía que solo así podría vivir una vida medianamente tranquila sin tener que asesinar a personas inocentes.
— No lo está. Ella tampoco sabe de este plan. Su inocencia siempre será su más grande error.
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El frágil cuerpo de la albina se balanceaba de lado a lado, moviéndose en la silla de la habitación de Eren. Antes de haber llegado ahí tuvo que cumplir con todas sus tareas del hogar y ayudar a otras personas brindado cuidados para preservar la salud, dejando al último al dueño de su corazón. Admirando cada parte de él, ella se acercó para quitarle la venda y observar sus ojos con claridad.
