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El pelinegro repasó de pies a cabeza al pequeño joven que se encontraba frente a él. Su cabello castaño, sus ojos marrones, su rostro delicado, su delgada figura. Con razón su amiga había estado tan fascinada con él. Aquél hombre era atractivo, debía admitir.
Le dedicó una sonrisa al castaño y se levantó para ir a buscar la tarjeta de la habitación de siempre. Su amiga Sam levantó un pulgar en señal de apoyo, Ohm solo la miró molesto, ya se encargaría de ella más tarde.
Subieron por el ascensor y el pobre Fluke no se atrevía a decir palabra alguna, ni siquiera podía mirarlo sin sentirse nervioso y excitado al mismo tiempo. Era una sensación escalofriante y peligrosa pero no quería arrepentirse, quería llegar hasta el final.
El más alto deslizó la tarjeta y le hizo señas al pequeño para que entrara antes que él. El corazón de Fluke iba a mil por horas cuando ingresó y vio la enorme cama en medio de la habitación, estaba a punto de engañar a su novio, después de tanto tiempo tendría sexo y con un extraño a quien le había pagado.
El corazón de Ohm iba a mil por horas, comenzó a sudar frío con solo pensar que tendría una primera y única experiencia con un hombre, había cometido un error al no identificar la voz a través de la llamada y ahora debía pagarlo.
–Yo... tengo algo que pedirte– se atrevió a hablar el castaño –Yo tengo novio y no quiero que se entere de esto, así que si algún día nos encontramos en la calle sólo finge que no me conoces, por favor.
Ohm sonrió cínicamente y acorraló a Fluke entre su cuerpo y el inició de la cama, tomó uno de sus muslos y lo comenzó a subir sobre el suave colchón, una vez sentado, inició una serie de caricias desde las pequeñas rodillas hasta su firme trasero. El pequeño sintió un fuerte escalofrío recorrerle de pies a cabeza. Ya ni siquiera recordaba la última vez que fue tocado de esa forma.
–No te preocupes, bonito, jamás me volverás a ver– Ohm enterró su rostro en el cuello ajeno y comenzó a depositar besos húmedos en toda la zona. Muy contra su voluntad tenía que aceptar que el muchacho olía malditamente bien –escucha, nunca he tenido sexo con un hombre, confundí tú voz y por eso acepté este encuentro. Necesito que me tengas paciencia y que me guíes para que lo haga bien ¿de acuerdo?
Fluke asintió sin abrir los ojos y luego sintió los labios ajenos tomar los suyos. No fue un pequeño roce, no fue fugaz; el beso era demandante y cargado de deseo. Poco a poco comenzó a levantar sus manos de forma dudosa para abrazar el cuello del más alto pero se sentía demasiado inseguro, esto no pasó desapercibido para Ohm.
–Vamos, bonito, ya pagaste por esto. Toca todo lo que quieras– sin esperar una respuesta, acercó más sus cuerpos y se subió sobre él a la cama. Se separó únicamente para desabotonar la camisa del castaño y quitársela. Joder, tenía un cuerpo demasiado sexy. Su piel blanca, su delgada figura y sus pezones erectos eran una vista espectacular. Ohm se maldijo interiormente por estar deteniéndose a mirar a ese hombre, él nunca contemplaba a nadie, ¡menos a un hombre!
Las delicadas manos del castaño comenzaron a colarse por debajo de la camisa de Ohm, Fluke repasó el duro abdomen del hombre encima de él y trató de desabotonar la camisa, pero una enorme mano se lo impidió.
–Prefiero quedarme con la camisa puesta, aunque si quieres que me la quite, tendré que vendarte tus ojitos– Ohm susurró al oído del pequeño y este bajó sus manos hasta el inicio de los pantalones del contrario para empezar a quitarlos.
–Está bien, quiero ver tu rostro. Eres muy atractivo.
Volvieron a unir sus labios y Fluke introdujo su lengua en la cavidad ajena, Ohm inmediatamente correspondió a ese salvaje beso, sus manos repasaban la espalda del pequeño. Ambos se tocaron y abrazaron con fiereza.
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Fanfiction-Vamos Fluke. No puedes esperar toda la vida al imbécil de Bosston, si no satisface tus necesidades en la cama, debes hacer la maldita llamada de una puta vez. Hazlo por tí, deja de pensar en él por una vez en la vida. Fluke miró con nerviosismo a s...