6.

1K 169 20
                                    

Ohm se encontraba de pie frente a la recién iniciada construcción, observaba detenidamente cómo su diseño se estaba llevando a cabo en la realidad. New pasó a su lado y le palmeó el hombro.

–Ya es hora de comer, Ohm, vamos yo invito– el pelinegro dejó de observar a los trabajadores para dirigir su mirada hacia New –no te preocupes por ellos, Earth salió hace un rato precisamente a comprarles comida.

–De acuerdo, sólo déjame ir por mis cosas.

Ohm entró al edificio y se dirigió hasta un salón donde habían algunas sillas acomodadas en círculo y las paredes estaban tapizadas con fotos de Masters de la música clásica, de los cuales no reconoció a ninguno.

Tomó su mochila de una mesa que tenía cerros de documentos a su alrededor. Revisó el cierre exterior para tomar su teléfono pero no estaba ni su teléfono oficial, ni el que usaba para sus trabajos nocturnos.

Comenzó a buscar en toda la mochila, sacó todas las cosas que llevaba pero aún así, no pudo encontrar los aparatos.

–¿Dónde diablos los dejé?– continuó buscando incluso a los alrededores de la mesa pero nada. Nadie podía ver ese pequeño teléfono porque si revisaban entre los mensajes, encontrarían los de algunas mujeres que habían intentado contactarlo.

Cómo pudo ser tan descuidado, ni siquiera sabía por qué llevaba a todos lados esa porquería, no es como que fuera a responder ese tipo de llamadas estando junto a otras personas. Estaba acabado.

Estaba a punto de resignarse a lo peor, pero entonces recordó que esa pila de carpetas no estaban ahí cuando dejó su maleta en la mañana, alguien había estado ahí. Abrió el folder de la parte superior para tratar de averiguar de quién era.

"Lista de estudiantes reinscritos. Piano"
Pudo ver algunos nombres y al final de la hoja sobresalía una firma bastante complicada que tenía un nombre debajo: Fluke Natouch. Thitiwat salió hecho una completa furia, sabía que siempre se molestaban, que siempre estaban contrariándose, pero ¿revisar sus pertenencias? Había llegado demasiado lejos.

Se detuvo frente a su oficina y respiró profundamente tratando de mantener un poco la calma y no armar un alboroto. Llamó a la puerta y en cuanto escuchó un ligero "adelante" giró el pomo y entró.

Ahí estaba él, luciendo tan indefenso pero al mismo tiempo tan poderoso. Estaba sentado tras su escritorio, al parecer revisando algunos papeles. Tenía puestos sus lentes que lo hacían ver todavía más intelectual y su rostro no tenía expresión alguna.

Fluke levantó la mirada y vio a Ohm de pie frente a él, con un rostro no tan sonriente.

–Arquitecto ¿pasa algo? No luce muy bien– se retiró los lentes y se levantó de su silla, rodeó su escritorio y se situó frente a Ohm.

–Dejé mi maleta en el segundo salón de la entrada y resulta que ahora no encuentro mi teléfono, al parecer alguien lo tomó ¿tiene idea de quién entró ahí?

Fluke sonrió cínicamente y se dirigió hasta un archivero, de donde sacó los dos teléfonos que Ohm había perdido. Volvió a estar frente al pelinegro y se recargó sobre su escritorio. Ohm suspiró con molestia antes de hablar.

–Director Natouch ¿sabe usted que eso cuenta como robo y que puedo dar parte a las autoridades?– el moreno se acercó a Fluke, quedando a sólo escasos centímetros de distancia.

–Y usted, Thitiwat ¿quiere que todo el mundo se entere de a qué se dedica cuando no está en la escuela? Yo solamente fui a dejar algunos documentos a esa aula y escuché que un celular comenzó a sonar. Tuve el atrevimiento de responder la llamada de esta cosa– El castaño levantó el teléfono desechable – y alguien preguntó si estaba disponible a lo que respondí que no. ¿Quieres saber por qué?

¿Disponible?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora