La joven miró el documento que tenía en sus manos, luego de leerlo detenidamente, miró al médico que se encontraba frente a ella. Sin creer todavía que fuera real, volvió su vista a la hoja de papel y luego al hombre frente a ella.
-Entonces ¿aceptas?- el hombre sonrió ampliamente, pues sabía que no obtendría una negativa como respuesta.
-Claro que sí, esta es una gran oportunidad. Gracias Dr. Bosston.- Sammy mostraba una enorme sonrisa mientras continuaba agradeciendo.
Había visto algunos anuncios sobre un Congreso para médicos que se realizaría en una ciudad vecina, escuchó del personal que en ocasiones elegían a un pasante para acompañar al médico encargado, pero no pensó que en esta ocasión sería ella la afortunada.
-Todos estuvimos de acuerdo en que tú vengas conmigo, tu desempeño y entrega son bastante altos. Nos iremos el próximo viernes por la noche, lee bien la convocatoria para saber qué debes llevar-Bosston sonrió y esperó que la chica asintiera para poder retirarse.
Dio media vuelta y comenzó a alejarse, pero entonces recordó algo importante.
-Espera, Sammy, casi lo olvidó. Te puede acompañar una persona- la muchacha volvió a asentir y se disculpó para volver a sus deberes.
En realidad no era necesario que llevara a una persona, pero él sí llevaría a Fluke (si estaba desocupado) y no quería dejarlo solo durante las largas conferencias, si Sammy se hacía acompañar de una de sus amigas, su pequeño novio tendría compañía.
Su novio, su Fluke. Sólo pensar en él era suficiente para suspirar y sonreír como si hubiese recargado pilas. Se sentía sumamente culpable por no poder darle a Fluke todas las atenciones que necesitaba, pero por otro lado se negaba a decirle la verdad y perderlo.
Llegó a la cafetería del hospital y con un Espresso americano en la mano, se dirigió hasta el pequeño jardín y se sentó en una de las bancas. Volvió a sumergirse en sus pensamientos y de nuevo sonrió. Algo tan simple como un café podía recordarle a Fluke, ambos eran completamente adictos, podía ser él día más caluroso en Tailandia y ellos seguirían metiendo cafeína a su cuerpo a cualquier hora del día.
Estaba a punto de sacar su teléfono para revisar un poco sus redes sociales, cuando sintió una mano tirando de una esquina de su bata. Volvió la mirada y se encontró con la pequeña niña de ojos grandes color avellana, ésta le sonreía como si fuera lo mejor de su vida.
-Yan, ¿qué haces aquí?- Bosston se sintió un poco sorprendido y asustado de ver a la niña en el hospital, pero trató de sonar lo más amable posible.
-Vine a visitarte, ayer no fuiste a casa y te extrañé- la pequeña hizo un puchero y luego se sentó junto al médico, quien no tuvo más remedio que rodearla con un brazo.
La madre de la niña llegó corriendo hasta donde ellos se encontraban sentados, a penas vio la escena sonrió con fingido remordimiento y trató de separar a la pequeña de su amigo.
-Perdona, Bosston. Ella insistió en venir, traté de detenerla pero me hizo un rabieta muy fuerte y- Lan suspiró con fingido pesar -tuve que traerla.
-Está bien, Lan. Pero trata de no repetirlo. Realmente no quiero tener problemas con Fluke.
Bosston miró su reloj y notó que aún tenía 30 minutos para que terminara la hora del almuerzo, pensó por un breve momento. Sabía que su idea era arriesgada, pero la niña lo miraba tan lindo que decidió hacerlo.
-Vamos a comer un helado y después las llevaré a casa.
La pequeña saltó de felicidad hacia los brazos de su "papá" y éste la llevó cargada hasta su coche. Sabía que podía meterse en grandes problemas pero no llevaría aquello tan lejos, en cualquier oportunidad le explicaría a la niña que no podían estar juntos.
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¿Disponible?
Fanfiction-Vamos Fluke. No puedes esperar toda la vida al imbécil de Bosston, si no satisface tus necesidades en la cama, debes hacer la maldita llamada de una puta vez. Hazlo por tí, deja de pensar en él por una vez en la vida. Fluke miró con nerviosismo a s...