¿Disponible?

16. Final

– Creo que es suficiente por hoy, me iré a casa –dijo Ohm, mientras se levantaba de la silla giratoria donde recibía sus terapias y trataba de limpiar con urgencia las lágrimas que habían logrado escapar de sus ojos.

– Todavía no terminamos, vuelve a sentarte por favor. Tendré que preguntar de nuevo ¿estás aquí por ti o porque alguien más te lo pidió? –Ohm miró un tanto enojado al psicoterapeuta, que de hecho lucía tan sólo unos 7 años más que él. Decidió que era mejor no dejar las cosas a medias y volvió a sentarse.

–Estoy aquí por mí y porque también quiero ser una mejor persona para alguien, esta persona no me está obligando a venir.

Jumpol sonrió complacido y continuó con la sesión del día. Habían pasado dos meses, muy largos para Ohm, desde que empezó a llegar a terapia. Al principio se sintió como un completo imbécil por tener que contarle a alguien más sus problemas y esperar a que, de cierta forma, le brindará un apoyo o una solución. Luego de unos días, había logrado acostumbrarse. Aunque aún quedaban esos momentos en los que realmente no tenía muchas ganas de hablar.

– Ahora sí puedes retirarte, no olvides que mañana no nos veremos aquí.

– Lo sé, nos veremos en el teatro. Gracias por todo, hasta mañana.

Ohm salió del consultorio y miró su reloj, al notar que ya eran las 9, caminó un poco apurado hasta su motocicleta, subió en ella y se dirigió con prisa hacia la escuela de música a recoger a su novio.

Fluke había estado saliendo tarde de la escuela porque tenía que quedarse a ensayar una obra en la cuál lo habían invitado a participar, en aquél musical también participarían 3 maestros de la escuela de danza (incluido Gun, director y novio de su psicoterapeuta) y otros 2 maestros de la escuela de música (incluido Earth).

Era un evento bastante prestigioso e importante, por eso habían acordado que terminando la obra, tendrían una pequeña consulta fuera del teatro, aunque sabían que sólo era una excusa para no perderse a sus novios haciendo lo que aman.

Ohm suspiró y se sintió muy extraño por cómo su vida había cambiado de repente y para bien, por primera vez sentía que era una persona demasiado afortunada.

Llegó a la institución y aparcó su motocicleta frente a la entrada. Entró para buscar a Fluke, pero no lo encontró en el pequeño auditorio practicando como de costumbre. Recorrió todos los salones y ya estaban vacíos, el silencio reinaba como si no quedará nadie en el edificio.

Tenía por última opción dirigirse a la oficina del director, que se encontraba al final del pasillo. Se acercó y a través del cristal, de una persiana a medio cerrar, pudo ver a dos personas dentro. Al parecer estaban discutiendo, el rostro de su novio estaba sonrojado, estaba molesto, muy molesto.

Earth intentó tomar el brazo del castaño, pero éste lo retiró de inmediato y se alejó como si rechazara la idea de estar cerca de él.

– ¿Ya te vas, Fluke? –preguntó nervioso Earth, mientras guardaba con cuidado su violín.

– Ohm vendrá a buscarme en cuanto termine su sesión del día ¿por qué? ¿quieres venir con nosotros? Será un poco riesgoso porque viene en su motocicleta, pero iremos con cuidado.

Earth sonrió, negó con la cabeza y salió del auditorio, se dirigió hacia la oficina del director para terminar de organizar unos documentos. A los pocos segundos, sintió los pasos de su mejor amigo detrás de él.

– Kao vendrá por mí en un momento, tú y Ohm no necesitan interrumpir su dulce paseó en moto por mi culpa –Fluke asintió y notó que había algo extraño en el rostro de su confidente.