Capítulo 2: Preferencia para el nuevo

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This love ~ Maroon 5

Y pensar que creí que eso sería todo lo interesante que me pasaría ese primer día

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Y pensar que creí que eso sería todo lo interesante que me pasaría ese primer día.

Grave error, Tatiana.

A pocos minutos de terminar la última clase del día, la puerta se abrió, e ingresaron dos personas muy distinguidas en el colegio, La directora y el profesor de Gimnasia.

La directora, era una señora que no pasaba de los 50 años, aunque aún así, se vestía muy elegante.

El profesor de Gimnasia, era calvo y con una panza sobresaliente, ironías de la vida.

Ambos se quedaron en la puerta observandonos, y empezaron con su discurso pre-ensayado, sobre la disciplina, el comportamiento, y sobre todo— en mi opinión, innecesario— la pulcridad en la vestimenta.

Niñas con falda a cuadro color gris, de largo 5 centímetros más bajo de la rodilla, camisa blanca, manga larga, abotanada hasta el cuello y una corbatita a juego con la falda, medias largas hasta la rodilla y unos zapatos negros bien lustrados, solo era permitido tres tipos de peinados, trenza francesa, cola de caballo, y moño en el alto de la cabeza.

Sincerandome del todo, parecíamos unas monjas.

Claramente yo cumplía con lo descrito, el que no hiciera caso a la orden, era castigado, y si se te reusabas a obedecer, podía ser hasta suspendido.

Para los niños, zapatos negros, pantalón a cuadro gris, como la falda de las niñas, camisa blanca manga larga y abotonada hasta el cuello y corbata correctamente atada, en el caso de ellos, tenían permitido únicamente el corte 2.1, que quería decir, en la parte de arriba de la cabeza dos centímetros de largo  y en los laterales un centímetro.

Si, súper chiquito, por lo general, a la mayoría de los chicos los castigaban por  tener el cabello más largo de lo permitido.

El profesor panzón empezó a caminar al rededor del aula, supervisando si todos los estudiantes cumplían con lo requerido.

—Nombre —le dijo a una chica que tenía un botón de la camisa, suelta.

—Sandra Hubble —dijo con miedo.

Anoto su nombre en una libreta y le impuso el castigo de limpiar la biblioteca después de clases.

Camino hasta otro niño, que no llevaba corbata y le pregunto su nombre.

—Jefferson Gardener—le contesto desafiante.

—Cuida el tono con el que hablas —le dijo la directora, muy tranquila.

Este le miro mal, más no dijo nada, y por último se aserco al imbécil de Spencer.

—Usted por ser nuevo, tiene hasta mañana para cortarse todo ese cabello, por lo contrario quedará castigado —le dijo el profesor.

La chica de las NubesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora