**Primer libro de la bilogía "Ellos" **
🥇 GANADORA DEL PRIMER PUESTO EN LA CATEGORIA JUVENIL DEL CONCURSO DAHER.
[BORRADOR]
...
Solo tenía dos amores, un chico y las nubes.
Solo dos cosa quería, su amor y las nubes.
y al final solo se quedó, sin na...
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Verla hizo que mi corazón latiera a toda velocidad en mi cuerpo, mi mente no terminaba de procesar la razón por la cual ella estaba ahí, tirada frente a mí. Mi mente solo puedo procesar una palabra, la cual dije con la voz rota.
—¿Marissa?
—¡Marissa! —exclamo desesperada su abuela acercándose a ella.
—¿Marissa?, ¡¿La misma Marissa de la que me contaste?! —murmuro Rose a mi lado.
Asentí lentamente y clave mis ojos en sus brazos, con los que se intentaba parar, apoyada de su abuela, quien se estaba manchando las manos con la sangre de su nieta.
—¿¡Que paso?! ¡¿Cómo terminaste así, Marissa?!
—Fue él, otra vez, lo volvió a hacer, no puedo más, no quiero vivir más ahí, por favor, deja que me quede contigo, así como hizo Spencer, no seré una molestia, lo juro, pero no me vuelvas a dejar ahí, te lo suplico —sollozo desesperadamente aferrándose de su brazo.
—¿El? ¿Tu pa...?
—¡No es mi padre! ¡Ese hombre jamás será mi padre! —la interrumpió con un grito de furia.
El tintinar de la campana volvió a resonar por las paredes de la florería.
Spencer entro a la tienda de lo más campante, tenía los ojos cerrados y tarareaba una canción, al tiempo en que movía la cabeza al ritmo de la música que provenía de los audífonos que aun llevaba puestos, se quitó la mochila y la lanzo a una esquina, tortuosamente lento retiro los audífonos de sus oídos, y abrió los ojos, encontrándose con una escena para nada agradable.
Se quedó inmóvil en su lugar, su mirada paso de su hermana a mí, de mi a Rose, de Rose a su abuela, de su abuela a su hermana, y de su hermana otra vez a mí, mantuvo su vista fija en la mía, sus ojos exorbitados no se alejaban de los míos, ninguno dijo nada por lo que pareció una eternidad, formando así un ambiente incómodo y desagradable.
Marissa se sentó una silla, mientras su abuela corría a la cocina por lo que supuse sería un vaso de agua, para calmarla.
—Lo volvió a hacer Spencer, y no pienso regresar esta vez, me quedo. —afirmo con los ojos llorosos.
—Mar...—intento decir su nombre, pero se detuvo—. Tat...
Antes de que pudiera decirme algo, lo empuje con todas mis fuerzas, para que se moviera de mi camino a la puerta, y salí corriendo.
Llevaba corriendo aproximadamente tres minutos, apenas y podía ver. El llanto me nublaba la vista, mi respiración acelerada, apenas y me permitía respirar correctamente, mi corazón retumbaba en mis tímpanos, y no sabía que más hacer que correr.
Mi mente solo penaba en una cosa. Se lo había dicho, había confiado a él, le había abierto mi corazón, y él ya lo sabía, él ya sabía lo de Marissa, estoy segura de ello. Solo basta ver la forma en la que la miro a ella y como me miro a mí, tal vez pensó que nunca me enteraría, pero porque ocultármelo, que le costaba decirlo, solo eran cuatro palabras: