32. ¡Una docena! [Semi-AU]

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OBKK.


¡Yo!

—¡Llega tarde, sensei! —Sakura y Naruto no se contienen en demostrar su descontento por la tardanza de su maestro.

—Cuando sean adultos, entenderán los secretos que guardan los senderos de la vida... —trata de defenderse.

El jounin ríe nerviosamente, rascandose la nuca, mientras sus alumnos genin lo miraban irritados.

De repente, ante un sonoro grito proveniente de varios metros detrás de ellos, el pepliplata queda inmóvil y pálido.

¡Bakakashi no me extrañes!

Kakashi siente deseos de hundirse bajo la tierra.

—Kakashi-sensei, ¿lo conoce, 'ttebayo? —el rubio ladea la cabeza para una mejor vista de aquél sujeto caminando hacia la entrada, donde estaba justamente el equipo 7— ¡Oh! —Naruto sonríe emocionado en reconocimiento— ¿No es acaso-

—No, no es nadie —Kakashi lo interrumpe antes de que siquiera termine de formular aquella pregunta—. Sólo es un aficionado. Vamos, andando —empuja a sus tres estudiantes, para que empiecen a caminar—, Es un completo desconocido. —aclara, ya cuando el equipo completo se encuentra saltando, a velocidad moderada, sobre los árboles.

—Eso no es lo que dice Obito-san en el Complejo Uchiha —Sasuke mira a su maestro de reojo, con una sonrisa burlona naciendo de sus labios— Jura hasta entre sueños que algún día tendrán una docena de hijos. —comenta como si nada.

—¡Ah! —Naruto abre grande los ojos— ¡Una docena! —el rubio ahora está más que maravillado—, ¿¡Kakashi-sensei, cómo hará para tener una docena de hijos!? —a excepción del propio Uzumaki, todos aseguran ver brillos resplandecientes a su alrededor.

El peliplata maldice una y otra vez en su interior.

¡Kakashi! ¡No arruines ese rostro bonito que tienes! hay una pequeña pausa— ¡Porque pido el divorcio sino! —con claridad, todos pudieron escuchar la amenaza del Uchiha mayor desde la entrada de Konoha—. ¡Pero no sin antes que pases por mi cama, maldito!

El silencio gobierna, sólo escuchandose el murmullo de las hojas rozar con el viento.

  
—Kakashi-sensei, ¿se encuentra bien? —pregunta finalmente, con inocencia, la pelirosa del grupo.


Obito Jounin:

Créditos a @utu310 (Twitter)

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