28. Profundizando [Semi-AU]

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OBKK/KKOB.


—Déjame acomodarme...

Hay un movimiento prolongado bajo las sábanas antes de que la calma llegue a la habitación. Aún hay atisbos de somnolencia en los dos hombres recostados en la misma cama.

—Creo que me cuestionaré para la próxima en si debería dormir contigo o no, Kakashi —comenta desganado el peliblanco con un tono de voz más grave de lo habitual, bosteza antes de apoyar su nariz entre las hebras plateadas de su acompañante—. Duerme un poco más, aún es temprano.

—Hablas mucho, haz silencio —devuelve el Hatake—. Y seguro deben ser más del mediodía, sería ingrato de nosotros hacer que Kushina-san y Sensei se preocuparan de más. Así que no podemos seguir así —expuso, pero no había rastros de querer liberarse de los brazos del contrario.

—Pruébame.

Hubo un suspiro de desaprobación como respuesta. Los rayos de sol que se escapaban de las cortinas, proyectaban sombras ondulantes que incitaban a la pareja a seguir abrazados, tapados, acostados y seguir con su pequeña siesta mañanera.

El ambiente era pacífico, tan cómodo y soñado.

Un silencio cálido...

—¡¡Hora del almuerzo!! —cantaron paz muy rápido. Se resignaron cuando escucharon el inconfundible e inolvidable llamado a gritos de la pelirroja Uzumaki.

—Al parecer ya han vuelto... —el Uchiha se queja, pero ya se estaba estirando para luego poder salir del enriedo de miembros y sábanas.

Antes siquiera intentar poner un pie en el piso, la puerta retumba de golpes para que después se abra estrepitosamente chocando con la pared.

—... —Ambos adultos giran la cabeza hacia la entrada del cuarto.

Obito reaccionó primero, llevándose el rostro del peliplata hacia su pecho, a quien lo notó tensarse por un segundo pero de inmediato se relajó en su agarre. Por su parte, él no tenía una remera puesta en esos momentos... todo por las manos Kakashi, este le había dicho que, sin dicha prenda, podría recibir más calor, ¿y cómo decirle que no? Porque así de culpable aún se sentía, y además también deseaba complacerlo en todo.

Frente a ambos, estaba Kushina con una cuchara en manos; su pareja, Minato, tenía las manos en su rostro (aún no se había olvidado de lo dicho por su novia, y ahora todo cobraba sentido). También estaban los 3 jóvenes del equipo 7, quizás todos hayan reunido nuevamente por las calles de Konoha.

El peliblanco sentía la calidez del rostro desnudo de Kakashi. El hecho que lo hayan visto por unos segundos sin su máscara, lo hizo sentir como si ha traicionado la confianza que ha puesto en él. Su ceño se frunce, y este cambio de expresión fue lo que hizo reaccionar a los demás.

—¡Lo sabía! —Festajaba entusiasmada la pelirroja en su lugar. Rin a su lado, tenía una suave y comprensiva sonrisa.

—¡Juré que esto fue una alucinación! —El único pelinegro de ahí se estaba agarrando de los caballos, reacio a comprender y aceptarlo— ¡Aahh! ¡Bakakashi todo esto es tu culpa!

—¿Ah? —el menor lo mira irritado— ¿Por qué? ¿Acaso es mi culpa que en realidad siempre te hayan gustado los hombres? —su expresión era igual o más oscura que el Uchiha mayor en la cama. El peliplata menor definitivamente no necesitaba estar ahí, viviendo tal... inimaginable y para nada bien visto, suceso.

Se negaba a creer que en algún momento podría tener ganas de tocar indecentemente al chico de su lado. Tal pensamiento lo hizo palidecer y sentir náuseas.

¿¡QUÉ!? —Chilló Obito, indignado, en un registro muy alto.

Harto por el disturbio, el Uchiha peliblanco carraspea, llamando la atención: —Bueno... —empieza, mirando a cada uno, cansadamente— Un poco de tranquilidad no vendría mal, ¿no? Y ... —ahora se dirige a su yo pasado— Sí, es lo que ves. Acéptalo.

Finalizó con una sonrisa ladina, mientras acariciaba sugestivamente la nuca de su compañero de cama, recibiendo un casto beso en su clavícula como premio.

Al poco tiempo de eso, tenía a un peliplata menor más pálido que antes, tanto que llegaba a tener tonalidades amarillo enfermizo. A un hiperativo shinobi boqueando, agarránse fuertemente las ropas del lado de su corazón, el calor llegándole a sus orejas y mejillas. Los otros 3, a excepción de Kushina, estaban paralizados en su lugar con ojos grandes, auque pronto este trío dejó la habitación para seguir preparando la mesa.

—¿Necesitan algo más? —pregunta con inocencia el mayor de los cuatro, mientras seguía con su trabajo de mimar al Hatake mayor.

—Nn-  —El pelinegro había quedado sin habla. En cambio su compañero, ya tenía una mirada reprobatoria antes de jalar una de sus mangas para arrastrarlo sin amabilidad fuera de ahí.

Obito los ve salir, entretenido. Se ríe felizmente antes de agarrar las mejillas de su pronta pareja y pegar sus labios al contrario, quién sólo atina a producir un sonido de aprobación.

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N/A:
A esto yo lo considero como una continuación del relato anterior: "Asuntos". Sólo aclaro nomás para que le de más... coherencia y emoción(?
Como lo había dejado muy vago, a mi parecer, en lugar de crear otro escenario simplemente tomé ese, pues así también evitaba alargarme más de la cuenta con este.

Cuestión, es que si me siento con ganas de hacer un Past×Future, probablente tome al relato N° 27 (el anterior a este) como base. De última si surge otra idea, y para evitar relaciones, seguro que lo aclaro si no es así.

PD: con la anterior historia me pasó que se han confundido con los personajes, tuve que modificar un poco ese párrafo para futuros lectores, por si surge el mismo problema jajajasj. Pero bueno, lo aclaro ahora: Obito acá tiene el cabello blanco ya que vienen inmediatamente después de la guerra. El resto de datos aparecerán de a poco, supongo.
¡Gracias por leer! 💚

𝙍𝙚𝙡𝙖𝙩𝙤𝙨 [𝙊𝘽𝙆𝙆/𝙆𝙆𝙊𝘽] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora