Ya habían pasado unos meses desde la trágica muerte de mi hermano y aunque un extraño remordimiento seguía en mi corazón era ya muy leve. Puedo decir que en parte lo había superado, nunca superas del todo esa perdida, pero la sed de venganza paro por completo en mi interior y volví a mi estilo de vida habitual ¿Por qué? Porque me di cuenta que la venganza no traería de vuelta a mi hermano, he decidido que para honrar su memoria viviré lo más normal posible, así de esta manera si hay otra vida el vera que su sacrificio valió la pena, siendo realistas es lo más sensato que pude hacer.
Mmmm... Es extraño siento que el día de hoy transcurre más lento de lo habitual y es que las pocas horas que han transcurrido desde que desperté me han resultado eternas, supongo que es uno de esos días...
- ¡Agg! Me encuentro tan aburrida, pero parce que hoy no sucederá nada interesante-Exclame mientras caminaba sin decoro en el jardín, pues pensaba que nadie me estaría viendo en aquel momento.
- ¡Kyaaa! -Grite sorprendida al sentir un jalón y ser arrastrada hacia los arbustos del jardín
-Shhh- Dijo quién me había arrastrado a aquel lugar
- ¡Príncipe! -Dije sorprendida al ver su azul cabellera entre los arbustos
-Si soy yo jajaja-Dijo mientras sonreía de una manera radiante.
- ¿En qué puedo ayudar su majestad? -Dije mientras sonriente le quitaba las ramas que tenía en la cabeza.
-Emmm no...no... no es nada solo extrañaba ver tu rostro. - Dijo mientras avergonzado miraba a otro lugar. Siendo sincera me encontraba avergonzada mi corazón latía tan rápido como una ráfaga de aire, el príncipe es muy encantador debo admitirlo.
- Su majestad que oportuno, debo admitir que yo también extrañaba verlo-Dije soltando una pequeña risa.
- ¿Irías conmigo a un lugar? - Pregunto desconcertándome.
- ¿A dónde? -Pregunte intrigada.
- ¿Confías en mí? -Dijo mientras se paraba y miraba hacia el arbusto que cubría casi la totalidad de mi cuerpo. En ese momento la belleza del príncipe me tenía cautivada, su amabilidad y cortesía lo hacían ver radiante, su piel blanca y el sol hacían que luciera aún más hermoso ¿Cómo no podría no confiar en él?
-Si- Dije mientras tomaba su mano y me levantaba.
Extrañamente salimos por la parte trasera del palacio imperial nadie nos vio salir, no sé porque presiento que estamos escapando de nuestros deberes en palacio. Mmmm es extraño, pero en ese momento necesitaba un pequeño escape de la vida noble así que no reproche ni por un segundo.
-Llegamos-Dijo mientras me ponía una capa negra con capucha similar a la que el traía consigo.
- ¡Un festival! -Exclame feliz apreciando el panorama.
-Si es el festival de primavera, has estado tan ocupada que no recordabas que hoy se celebraba así que quise traerte para que te liberaras del estrés. -Dijo el príncipe mirándome amablemente.
-Wow muchas gracias, pero por el apuro no traje dinero conmigo así que no podré hacer mucho que digamos en este lugar-Dije con un puchero en mi rostro, puesto que realmente quería participar en el festival.
-Tranquila me adelante y traje mucho conmigo, si quieres algo solo dime y yo te lo pagare. -Dijo tocando mi cabeza con la palma de su mano.
- ¿En serio su majestad? Muchas gracias prometo que le devolveré cada centavo que gasté en mi-Dije mientras daba pequeños saltos de emoción.
-Eso no es necesario Adele, recuerda que eres mi prometida todo lo que tengo también te pertenece. -Dijo impactándome y haciendo que me sonroje.
-Quiero un helado-Dije mientras me volteaba avergonzada.
- ¡Pff jajajaja jajajaja cof cof jajajjas! - Rio el príncipe asiendo que me volteara desconcertada, dado que no veía ninguna gracia a la situación.
- ¿Su majestad? -Dije mientras lo veía reír.
-Jajajaja lo siento mucho Adele, pero eres muy adorable, no pude contener la risa- Dijo mientras acomodaba mi capa que se había desacomodado por mis saltos.
- ¿Adorable dijo? disculpé su majestad, pero...-Dije antes de distraerme con un espléndido helado fresa que se exhibía en una vitrina de una heladería a unos metros de distancia, sé que parezco niña pero hace mucho que no pruebo un helado...
- ¡Pff! Si a-do-ra-ble Adele vamos por tu helado. -Dijo mientras tomaba mi mano y me llevaba a la heladería.
Una vez me dieron el helado no pude reprochar más el helado era delicioso, el sabor a fresas y la crema inundaban mi paladar, por fin desde mi transmigración pude probar un sabor familiar.
-El príncipe no tiene un helado ¿Por qué no compro para usted? -Dije un poco apenada por no haberme percatado antes de alejarnos de la heladería.
-Con verte comiendo así de feliz me es suficiente. -Dijo con un tono muy suave.
-No eso solo un helado, es uno de los mejores placeres de la vida debe ser compartido. -Dije mientras acercaba mi helado a la boca del príncipe. ¡Ah! ¡Pero que estupideces haces Adele!, debo corregir mi error no puedo brindarle de mi comida a su majestad ¡¡Ah!! Pero que falta de decoro de mi parte.
-Yo...yo lo siento su majestad, no fue mi intención...emm solo quería que...-Dije antes de mirar sorprendida como el príncipe se agachaba y lamia mi helado despreocupadamente.
- ¡Kyaaa! usted es un sin vergüenza, ese helado estaba todo lamido por mi...-Dije para salir corriendo avergonzada.
-Jajajaja ¡Adele espera! -Dijo el príncipe para luego perseguirme.
Yo seguía corriendo mientras miraba de vez en cuando hacia atrás, pero él es demasiado veloz me atrapo en unos instantes.
-Te tengo -dijo mientras me abrazaba por la espalda.
-Pff al parecer me atrapo. - Dije completamente cansada.
Después de eso caminamos a lo largo del festival y vimos muchas cosas, la química que había entre nosotros era mágica y es que puedo decir que antes había visto un festival y asistido a él, pero... ninguno como ese y esto no porque fuera diferente a otros festivales, sino por el simple hecho de que él estaba ahí.
Asushimy📚
ESTÁS LEYENDO
La Justicia de la Dama Malvada
De TodoEl día que descubrí que mi novio me engañaba con mi hermana, un vehículo me atropelló. Al despertar descubrí que renací en el mundo de una novela que leía antes de morir, el problema es que renací como Adele Ophelia Castelio, hija del Gran Duque de...