Capítulo 36: "El Plan Infalible"

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Cuando por fin la luz resplandeciente dejo de brillar retire mi agarre del brazo de Calder y como si no hubiera pasado nada, mientras sacaba un pañuelo y lo ataba suavemente a la herida que me había infringido, el delgado pedazo de seda se empezó a teñir con mi sangre de manera lenta pero la verdad no me importaba, no es como si me fuera a morir por una herida tan insignificante.

-A...A.... ¡Adele! ¿Qué demonios acaba de pasar? -Dijo Calder aun un poco fuera de sí.

-Hice exactamente lo que su majestad deseaba, le di una razón demasiado buena de confianza, ahora solo puedo ser fiel a su causa como usted a la mía, ninguno de los dos podemos mentir al otro ¿A caso en este mundo pude existir una confianza que sea así de firme? Su majestad ya no tiene razón para no aceptarme en su plan. -Dije aun serena.

-Ja...eres todo un caso señorita Castelio, es una sorpresa que seas una de las niñas benditas de este imperio, me debí haber dado cuenta el tiempo en el que viví en el ducado de ese hecho, los Castelio saben esconder muy bien sus secretos-Dijo un tanto burlón.

Bueno no lo culpo por no saber que Adele era niña bendita, después de todo en nuestro imperio se tiene la costumbre de guardar el secreto de todas las bendiciones de Dios, claro mi secreto había sido revelado al público cuando el sumo sacerdote menciono mi nombre bendito en el juzgado, desde entonces mi seguridad se reforzó dado que las niñas benditas al no tener oculta su identidad corren muchos riesgos, los poderes de Dios no son cualquier cosa ellos pueden tomarse como maldición o bendición dependiendo de cómo lo veas, es curioso que yo piense en ellos como una herramienta poderosa y peligrosa al mismo tiempo, por eso me he limitado de usarlos desde que me entere, he estado estudiando todos los registros de poderes benditos pero aún no me siento segura de usarlos.

-Si, nadie lo sabía hasta hace poco excepto por mis padres y mi difunto hermano, pero desde hace un tiempo se revelo al público mi nombre bendito, por un juzgado que hubo para designar a la legitima princesa heredera, solo de pensar que en esa época todos los periódicos que conocía empezaron a llenarse de encabezados con mi nombre: "Adele Ophelia Castelio futura luna del imperio: Gloria y bendiciones" ¡Me repugna! Por mi ascenso a Princesa Heredera dejaron de lado noticias importantes como el atentado que hubo en la frontera este del imperio, simplemente ridículo. -Dije un tanto enojada.

-Jajajas su sentido de la justicia es muy bueno, será placentero tenerla como aliada Lady Castelio, pero ¿Cómo planea librarse del príncipe? Usted es su prometida después de todo-Dijo un tanto curioso.

- ¿Por qué librarnos de el sí puedo utilizar eso a mi favor? -Dije con una sonrisa traviesa en mi rostro.

- ¿Eh? -Exclamo levemente Calder.

-Bueno no es momento de hablar de eso, por el momento dirijámonos al ducado seguramente mis padres estarán complacidos de recibirlo en nuestro hogar.

Una vez en el castillo Castelio mi padre y madre nos recibieron muy calurosamente, juntos cenamos y conversamos sobre lo que había pasado en el periodo que nos separamos. Todos se reían y disfrutaban maravillosamente, los recuerdos nostálgicos y cálidas sonrisas inundaron el lugar, una vez acabada la cena acabo mis padres se dirigieron a su habitación y Calder y yo nos reunimos en la biblioteca, que por cierto era enorme de hecho la biblioteca que poseíamos era la mejor después de la del palacio Imperial, en ese lugar tan amplio nadie nos encontraría en un tiempo.

-Los duques siguen siendo tan amables como los recordaba, Lady Castelio creo que es mi deber agradecerle por la maravillosa cena que pasamos, si no me hubiera invitado seguramente no hubiera tenido una cena tan esplendida.

-No es nada su majestad, si le soy sincera también me agrado esta cena, no veía a mis padres y a usted hace ya mucho tiempo, pero bueno ya que estamos aquí quiero aprovechar la ocasión para preguntarle algo a su majestad.

- ¿Se podría saber qué?

-Pues analizando la situación y la cantidad de soldados de la sombra de su imperio, que hay en el perímetro de todo el Ducado, siento que su majestad está planeando algo más que un simple análisis de la situación del palacio imperial, me atrevería a decir que su majestad desea algo parecido a un golpe de Estado, ¿Verdad?

- ¿Te diste cuenta de los soldados? ¡Ash! debería reducir su sueldo de este mes a la mitad, pero si hablamos de mi plan aquí si se podría decir que estoy en busca de un golpe de Estado directo en el palacio.

-Mmmm.... sí me permite su majestad, en mi opinión no es la mejor decisión, un golpe de estado tan imprudente solo lo llevara a la ruina, permítame proponerle otra idea.

- ¿Eso sería?

- Usemos mi poder de noble en este imperio, en seis meses reuniremos a una legión de nobles rebeldes de la facción anti-imperial que ayuden a su causa, mientras tanto aprovechando al asesino que fue enviado por el príncipe, lo enviare de nuevo al palacio en cuanto recopilemos los recursos necesarios para que informe que el asesinato fue fallido debido a su negligencia. Usando mis poderes benditos controlare todo lo que diga y haga tendremos así un doble espía dentro claro por un corto tiempo, ya que seguro será asesinado después de que el príncipe se entere de que fallo en su misión. Ese sería un plan de análisis si consigue aliados del Imperio le será más fácil lidiar con esto de manera segura -Dije sin contarle todo por ahora

-Me parece bien y en ese tiempo, ¿Yo que hare? -Pregunto un tanto consternado.

-Los dos iremos al imperio invernal. -Dije seriamente

Calder abrió sus ojos de par en par, luego cuando al fin pareció entender mis intenciones cambio su expresión a una faceta de complicidad total, los dos nos veíamos con total satisfacción sabiendo que ese día tal y como la clara luz de la luna nuestro plan nos llevaría a la grandeza.

Asushimy📚

La Justicia de la Dama MalvadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora