Capítulo 59: "La verdad de la leyenda"

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Mi cuerpo retumbaba, la imponente energía que emanaba aquella omnipotente espada sobrepasaba todo poder que yacía en este mundo. Cada célula, molécula y partícula de mi ser sentía el creciente dolor que provocaba aquel inmenso poder, definitivamente únicamente el hecho de acercarse a "Snow" representaba para mí una epopeya interminable, la enfermedad de la Marca se hacía más presente que nunca, obviamente el punzante dolor que sentía era por el inminente yugo que Dios había puesto sobre mi ser.

Sin embargo, algo mucho más fuerte que mi sufrimiento me llamaba, una fuerza indescriptible me empujaba a "Snow", a pesar de que mi cuerpo parecía destrozarse con cada paso que daba. Mis huesos dolían de una manera tal que mis ojos se humedecían de lágrimas de sufrimiento, aun así, me mantuve firme y cuando por fin estuve frente a aquella legendaria espada un sentimiento sin igual invadió mi cuerpo, la grandeza que emanaba era digna de un arma forjada por Dios.

De repente una voz resonó en el lugar- "Por fin has llegado"- Y después... después... no sé muy bien lo que sucedió solo recuerdo el inmenso dolor en el lado izquierdo de mi pecho que inevitablemente hizo que mi consciencia se desvaneciera. Al despertar, un paraíso invernal invadió todo mi rango de visión era algo que ni en mis sueños más locos de este mundo imaginaria, mariposas con alas escarchadas y animales de nieve convivían armónicamente en el lugar, luces claras y vibrantes parecidas a la apolínea aurora boreal lo rodeaban contrastando de manera casi fantástica con la enorme y frondosa vegetación nevada que invadía aquel quimérico paisaje.

Cuando recupere por completo mis sentidos y nuevamente tuve el control sobre mi cuerpo, me percate de que aquel yugo de incesante dolor había de alguna manera llegado a su fin, esto me lleno de un confort indescriptible, no le deseo el mismo dolor a nadie. Cuando inspeccioné a más detalle el lugar mágico donde me encontraba pude divisar a lo lejos un claro, sin dudarlo como si una ráfaga de viento me empujara decidí caminar hacia aquel lugar, algo en lo más profundo de mi ser me dictaba que eso era lo que tenía que hacer para hallar aquel glorioso fin predestinado que me esperaba.

Al ingresar a aquel antes lejano claro, pude observar la figura de una delicada pero hermosa mujer, sus ojos asemejaban la magnificencia de un inmenso mar y su larga cabellera blanca lograba asemejar el color de la blanca nieve que invadía el paisaje. Una hermosa pero imponente armadura con colores plateados y blancos cubría su esbelta figura y realzaba su nobleza. Sin duda, aquella mujer poseía una belleza similar a la de un hada.

Lentamente, me acerque para no asustarla y como si de un encanto se tratara mi mirada no se desviaba de aquella hermosa figura, su ser emanaba un poder indescriptible, pero a la vez pacifico aquella mujer era la encarnación de un hermoso invierno, ella se volteo y se percató de mi presencia, sin darle mucha importancia simplemente me dedico una cálida sonrisa que irónicamente le quedaba muy bien a su invernal aspecto.

-Saludos, bella dama soy Adele Ofelia Castelio ¿Podría decirme que lugar es este?

- Un gusto Adele hace mucho que te esperaba, estas dentro del éter del poder divino de "Snow" un lugar puramente hecho por el poder divino. - ¿Dentro de Snow? Y yo que creía que no me podían pasar cosas más locas en este mundo y ahora estoy dentro del arma que contiene el poder que creó el universo, es totalmente descabellado.

- ¿A mí? ¿Por qué me esperaría?

- Por tu destino Adele... Tu alma no es de este mundo ni de otro es un paradigma sin resolver, el poder que reside en tu ser es aquel que determinara el devenir de este mundo, eres el eslabón perdido del universo una anomalía y como tal todo lo que decidas para bien o para mal será lo que determine el futuro de este mundo.

- Pero entonces... ¿Por qué yo? Mi alma no transmigro voluntariamente, el poder que reside en esta mortal quizá complique las cosas en esta realidad ¿Por qué Dios se arriesgaría tanto con alguien tan poco digno del poder que se le entregó?

La Justicia de la Dama MalvadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora