Llegué a mi departamentos y dormí un poco más me levanto el sonido de mi teléfono repicando a tientas lo vi
Era Maritza
-¿por qué no has llegado? mi madre está cocinando para ti.
Yo me levanté con mucha dificultad de la cama, el dolor de cabeza seguía vivo, me pregunte cómo es que la gente sabiendo que se sentirán así al día siguiente pueden tomar tanto alcohol y tan seguido, me puse algo de ropa suelta y un gran abrigo amarre el pelo en un moño alto y me fui luchando para no quedarme dormida en el taxi que me llevo a casa de Maritza.
Llegué, le pagué al conductor y entrea la casa, Sofía estaba sentada en la sala, levanté la mano para saludarla desde lejos, la Vi con intenciones de acercarse pero yo me aleje de ella, fui directamente en busca de Esperanza necesitaba con urgencia pedirle uno de sus remedios mágicos para el malestar estoy seguro que tiene algo para la resaca o al menos deseaba, la encontré en la cocina muy mal encarada, estaba relegada a una esquina mientras la madre de Maritza entonando una canción a todo pulmón y cocinaba con los platos, cucharas, cacerolas y restos de alimentos regados por todos lados en la cocina, al ver aquel escenario lo sentí muy inseguro y pensé que lo mejor era salir corriendo de allí lo más rápido que pudiera, casi se podía ver el humo saliendo de la orejas de Esperanza como una olla de presión a punto de explotar.
Salí nuevamente a la sala está vez Arturo el bebé y Maritza estaban allí sentados junto a Sofía.
Yo señale a la cocina con intención de advertirle pero antes de hablar Maritza me preguntó.
-¿Quien va ganando la guerra?
-me temo que la pobre Esperanza está perdiendo. Le dije riéndome, por la cara que tiene quiere asesinar a tu madre y me enconji de hombros
Camine para sentarme con ellos y el único lugar disponible era al lado de Sofía.
-viniste sola, no trajiste a tu novio el hombre mayor que nos presentaste ayer, porque si es tu novio verdad, dijo Sofía sin siquiera dejar que terminara de sentarme.
Yo trague grueso y pensé en una respuesta para darle pero no me dió tiempo
-se iba de viaje temprano por la mañana, dijo la mamá de Maritza respondiendo por mi, cierto elenita y me guiñó un ojo. ya está todo listo pasen a comer.
Nos dirigimos al comedor, Esperanza servía los platos con muy mala cara, la pobre la estaba pasando muy mal, mientras que la madre de Maritza daba instrucciones y cambia de lugar las cosas que Esperanza ya había puesto sobre la mesa, la cena estubo muy bien, permanecí en silencio escuchando lo que conversaban son dar mucha opinión y luego de comer mi malestar se alivio un poco.
un rato después salimos a sentarnos en el patio trasero sobre las mesas que aún estaban allí de la fiesta del dia anterior.
El pequeño Daniel dormía plácidamente sobre los brazos de su madre note que se veía más grande y hermoso muy diferente del pequeño pedacito de persona que estaba en aquella caja de cristal unas semanas atrás.
-Elenita aquí está lo que tu madre mandado para ti dice sonriendo la madre de Maritza que sale de la casa con un gran paquete y me lo entrega, quería abrirlo de inmediato, me sentía como cuando era niña en navidad pero cuando estaba a punto de romper el sello escuché un alarido
-y cuéntanos Elena cómo está eso de tu novio inglés te casarás pronto, cómo sabes ya Fabián se va a casar con su nueva prometida o con su única prometida ¿ustedes nunca se comprometieron verdad? Dijo Sofía con un tono tan malicioso que todos voltearon a vernos.
ese comentario inmediato puso una nube gris sobre mi cabeza y quitándome el deseo de ver qué contenía el paquete y reemplazandolo por unas ganas enormes de estrellarlo en la cara de Sofía.
Evite mirarla a la cara y voltea a ver a Maritza mientras que respiraba profundo queriendo calmarme y pude ver la mirada asesina en los ojos de Maritza también que estaban clavados en su hermana
Yo agarre valor y miré fijamente a Sofía y muy serenamente le dije.
-me alegra mucho que Fabián sea feliz, las cosas entre nosotros terminaron y puedes hacer lo que quiera con quién él quiera, pero yo aún no tengo nada de eso en mente y estoy bien como estoy
-Entonces no es nada Cerio lo del inglés. Insistió Sofía
-Su nombre es Jhon dijo Maritza en tono cortante y mejor no toquemos más el tema, acompáñame Elena vamos a llevar al bebé al cuarto.
Maritza mujer sabía, leía mis pensamientos, o era muy evidente mis ganas de coserle la boca a su hermana.
Me levanté y la segui dentro de la casa.
Ya en la habitación luego de acostar al bebe hizo que me sentará a su lado.
-Te conozco Elena se cuándo no estás bien.
Yo la miré no podía negar que me dolía
-Dime quién va a estar bien con los comentarios de tu hermana.
Sentí como una lágrima corría en mi mejilla la limpie con rabia, no quería darle más lágrimas a él, ni una más pensé, pero en el momento en que Maritza me abrazo explote en llanto
-tantos años espere que me propusiera matrimonio, soñé con nuestros hijos y me ví envejecer a su lado, espere a que estuviera listo y al final no eran para mí todos esos sueños. Dije con rabia.
El los haría realidad con con esa mujer con la que me estubo engañando, el paquete que me había enviado mi madre estaba pagando las consecuencias yo lo retorcía en las manos hasta el punto de romperlo un poco.
-Todo va a estar bien amiga me dijo consalandome.
-si le dije y nos quedamos allí un rato más abrazadas y en silencio.
Más tarde bajamos, di las gracias por la comida y me fui antes de que Sofía lanzará otro de sus comentarios sobre la feliz pareja.
En el taxi de camino a casa recordé a Jhon y saque la nota de mi bolso y una sonrisa se dibujo nuevamente en mi rostro.
al llegar tome el paquete y lo abrí su contenido me lleno de emoción olía a mi madre a su perfume fue tan tranquilizador y nostálgico.
Coloque las cosas el lugares muy visibles de mi departamento y sentí deseos de estar con ellos nuevamente mientras me comía uno de los dulces que amaba desde la infancia y que encargue a mi madre para mandara en cantidad, faltaban unos pocos meses para diciembre me decía en cada bocado pronto estaré nuevamente en casa por la vacaciones navideñas
De nuevo pensé en Fabián, sería un hombre casado para esa fecha, y me enoje conmigo misma por volver a recordarlo en él, su recuerdo no merecía un bocado de mis dulces así que trague grueso y me volví a concentrar en mis papas
Los días pasaron el trabajo estaba mucho más ligero, el ajetreo de las entrega era cada vez menor y todo el mundo se sentía más relajado, por primera vez complia con mi horarió de oficina normal lo que me dejaba un montón de tiempo libre.
Afortunadamente Jhon había llegado de su viaje lo vería esa noche para cenar en mi departamento.
prepare todo para recibirlo, maratón de películas, comida por delivery y compré un par de pijamas sexis para lucir.
Jhon tocó a mi puerta y corrí a abrirle, venía sonriente, no sabría explicar por qué senti tanta alegría al verlo parado frente a mi departamento, aún que esa noche lo últimos que logramos ver fueron las películas, tal parece que Jhon tenía sus propios planes y los estaba ejecutando, el me había extrañado tanto o más que yo a él.
ESTÁS LEYENDO
No Me Obligles A Amar De Nuevo
Romance¿Que se hace cuándo el amor que consideras eterno llega a su final? Entiendes que la relación se volvió tóxica, aún así eres incapaz de alejarte. Elena, es una mujer de 29 años que está profundamente enamorada de Fabián su novio de años, pero ante...